C. Pradera, Barcelona, 19-04-2021
El pasado mes de marzo tuve la oportunidad de ver un caso interesante en Roda de Ter. Un conocido de esta población de Osona me comentó que tenía una pared de barro donde anidaban abejas. Me explicó que junto a la vivienda había un viejo almacén al que no daba uso. Sin embargo, se encontraba lleno de abejas durante la primavera. Me preguntaba si los agujeros que las abejas practicaban podían afectar a la estabilidad de la pared. Yo no entendía que unas cuantas abejas pudieran suponer un problema estructural. Pero esta persona me dijo que eran muchas. Entonces le pedí si podía tomar una fotografía y enviármela. Y en efecto, vi que la pared se encontraba llena de agujeros (figura 1 y 2).
Entonces le pedí si me permitía ver el caso de cerca y así poder realizar la identificación. Una mañana de principios del pasado mes fui y tomé las imágenes que se pueden ver en esta entrada. También capturé algunas abejas y me puse con la identificación. Pude ver que se trataba de alguna especie del género Antophora, pero no fui más allá. Entonces un experto en abejas, José Luis Romero, me dijo que se trataba de Antophora plumipes. Un detalle importante es que los machos tienen en sus patas medias unos largos pelos muy característicos (figuras 15-16). Además tiene la parte frontal de la cabeza de color amarillo y con unas manchas también características (figuras 10-11). Por su parte, la hembra es un poco más oscura y tiene la parte frontal de la cara oscura. Destacan los abundantes pelos rojos en las tibias de las patas traseras (figuras 13, 18-19). Se trata de una especie de gran belleza.
En la ‘Guía de campo de las abejas de España’ de Molina y Bartomeus [1], hay una ficha dedicada a esta especie. Se indica su tamaño como medio de 1’5 a 2 cm de longitud aproximadamente. Se trata de abejas solitarias activas de febrero a mayo. La especie es común y tiene una amplia distribución por la Península Ibérica. En cuanto a su nidificación, estos autores indican que es «en el suelo, taludes preferiblemente de suelos arcillosos o arenosos que estén bien soleados». En lo que se refiere a taludes arcillosos, la pared de adobe cumple con ello. Pero en cuanto a taludes soleados, evidentemente no. La pared donde las hembras construyen las celdas para la crianza no se encuentra expuesta al sol.
Si hacemos una búsqueda de información de A. plumipes, veremos que hay mucha información en páginas inglesas. Por lo que parece, en Inglaterra es una especie común en el sur que se encuentra alrededor de las casas, ya que aprovecha las juntas de mortero blando de las paredes. Algo parecido se puede ver en las imágenes 7 y 8. También se encuentran imágenes en aquél país de paredes de barro llenas de agujeros practicados por A. plumipes [2].
Por lo que he leído, A. plumipes practica agujeros poco profundos. En estos agujeros la hembra deposita el huevo y polen para alimento de la larva. Es una especie univoltina. Los adultos emergen y pasan el invierno en la celda. Cuando llega el momento salen. En las imágenes 10 a 12, se puede ver un macho que estuve observando y que estaba saliendo a principios de marzo.
Notas:
[1] Curro Molina & Ignasi Bartomeus. 2019. Guía de campo de las abejas de España. Tundra Ediciones, Castellón. 249 pp.
[2] Bees, Wasps & Ants Recording Society. 2013. Anthophora plumipes (Pallas,1772). Enlace: bwars.com/bee/apidae/anthophora-plumipes (consulta: 19-04-2021).
Muy interesante, ¿El dueño de la vivienda finalmente mantendrá las abejas o intentará que se marchen?
No sé exactamente lo que va a hacer. Pero creo que va a mantener una pared para las abejas. No hay riesgo estructural porque los celdas son poco profundos. Y por otra parte, sabe que son buenos polinizadores que le benefician.