Protección

EQUIPO DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL (EPI)

C. Pradera, Barcelona, 24-06-2015

1.- EL RIESGO QUÍMICO

La persona que ejerce el oficio de técnico aplicador de control de plagas se expone a distintos tipos de riesgos para los que debe protegerse. Se pueden clasificar en dos apartados. En primer lugar, el aplicador conduce un vehículo y va de cliente en cliente para prestar sus servicios. Cada cliente es una instalación diferente con sus propias particularidades y normas. Puede visitar fábricas, almacenes, locales comerciales, viviendas, solares en construcción, etc. Los riesgos principales serían la conducción, la carga de materiales, uso de escaleras, caídas a distinto nivel, etc. En segundo lugar, el aplicador debe realizar un control de los organismos nocivos considerados plagas. Y para ello hace uso de herramientas diversas y de productos químicos que se encuentran en los preparados biocidas.

El uso de productos químicos implica un riesgo químico para el técnico aplicador de control de plagas. Es decir, que existe la posibilidad a una exposición no controladas de agentes químicos. Este riesgo es susceptible de ser producido por una exposición no controlada a agentes químicos que pueden producir efectos de dos tipos: agudos y crónicos. Los primeros serían los producidos tras una exposición severa en un corto espacio de tiempo y cuyos efectos serían inmediatos con la posible aparición de lesiones irreversibles. Los segundos serían producidos por la exposición a pequeñas cantidades diarias durante un período de tiempo que a la larga desembocarían en la aparición de enfermedades.

Hay que tener en cuenta que en un preparado biocida no es peligroso tan solo la materia activa, sino también el ingrediente inerte y los coadyuvantes. Es cierto que la toxicidad de los productos químicos usados hoy en día no es la misma de los utilizados años atrás. Las leyes han ido eliminando las materias activas, las sustancias inertes y los coadyuvantes más peligrosos para las personas. Y también es cierto que los técnicos van mejor protegidos que años atrás y se disponen de mejores coberturas médicas que vigilan su salud. Sin embargo, se utilizan biocidas a diario. Poco a poco los productos químicos dejan su huella en nuestro cuerpo y pueden acarrear a la larga un deterioro de la salud.

2.- EQUIPO DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL (EPI)

Hay que ser consciente de la posibilidad de contacto con los productos químicos y tomar las medidas adecuadas para protegerse. La principal herramienta para ello es el equipo de protección individual (EPI). Debemos tener en cuenta que no existe una protección total frente a los biocidas. En algún momento u otro, lo queramos o no, entraremos en contacto con ellos. Ya sea al retirarlo del almacén, al transportarlo o al aplicarlo. A veces, se toma mucho cuidado en protegerse durante una aplicación y se descuidan otros momentos. Un ejemplo de poco cuidado es en almacenamiento de preparados biocidas en los vehículos de trabajo. No pueden estar bien aislados dentro de su embalaje y, poco a poco, van quedando acumulados en la zona de carga con los que entraremos en contacto. Otro ejemplo es a la hora de guardar los EPI. Hay que ser cuidadoso tanto en su lavado como en su almacenamiento en un lugar limpio y seco. Si la mascarilla no está bien guardada, esta puede ensuciarse con restos de preparados como rodenticidas que se depositan en forma de polvo en el suelo de la zona de carga del vehículo.

Frente al uso de productos químicos, el técnico debe protegerse con los EPI justos y adecuados. No todas las aplicaciones de biocidas implican el mismo riesgo, ya que este depende de la formulación del producto y de la manera de aplicarlo. En la siguiente lista se puede ver una clasificación de menor a mayor peligrosidad:

– Aplicación de rodenticida/insecticida sólido o en gel (cebado).

– Aplicación de rodenticida/insecticida en polvo o granulado (espolvoreo).

– Aplicación de insecticida mediante brocha (brocheado).

– Aplicación de insecticida pulverizado (pulverización).

– Aplicación de insecticida nebulizado en frío (nebulización)

– Aplicación de insecticida nebulizado en caliente (termonebulización).

– Aplicación de insecticida inyectado en vigas (inyección).

– Aplicación de humos y vapores (fumigación).

– Aplicación de gases (fumigación).

Los EPI están clasificados en función del nivel de riesgo para el que se haya diseñado. Existe una clasificación de los EPI en tres categorías. La que corresponde al riesgo químico es la III, ya que los equipos deben ofrecer una protección alta. En la siguiente tabla se pueden ver las categorías y ejemplos:

Cat Descripción Marcado
 I

De diseño sencillo. El usuario puede juzgar por sí mismo su eficacia contra riesgos mínimos, y sus efectos, cuando sean graduales, pueden ser percibidos a tiempo y sin peligro para el usuario.

Ejemplos: Guantes de jardinería. Protecciones contra elementos de menos de 50ºC. Calzado ligero, ropa de temporada, gorros.

CE
II

Proporcionan una protección media.No reúnen las condiciones de la Categoría I, pero no están diseñados de la forma y para la magnitud de riesgo que se indica en la Categoría III.

Ejemplos: Cascos. Equipos de protección total o parcial del rostro. Equipos de protección específica de pies, piernas, manos y brazos.

CE
III

Son de diseño complejo. Están destinados a proteger al usuario de todo peligro mortal o que puede dañar gravemente y de forma irreversible la salud, sin que se pueda descubrir a tiempo su efecto inmediato.

Ejemplos: Equipos de protección respiratoria filtrantes contra aerosoles o contra gases irritantes, peligrosos, tóxicos o radiotóxicos. Equipos de protección respiratoria completamente aislantes, incluidos los destinados a la inmersión. Equipos que sólo brinden una protección limitada en el tiempo contra agresiones químicas o radiaciones ionizantes. Equipos destinados a proteger contra las caídas desde determinada altura.

 CE+XXXX 

Es muy importante, antes de utilizar un preparado biocida, leer la Ficha de Datos de Seguridad (FDS). En este documento aparece información relevante sobre las características de los productos. A efectos de protegerse frente al riesgo químico, en la FDS está el apartado 8 donde se indica el EPI que debe utilizarse.

3.- MARCADO CE

Cada producto destinado a ser un EPI debe cumplir con una normativa de diseño y con un proceso de certificación mediante el cual se verifica que cumpla las exigencias esenciales de salud y seguridad reguladas por directivas europeas. Al final de este proceso se le autoriza a llevar el marcado CE, el cual debe estar estampado de manera visible, legible e indeleble en cada uno de los EPI. Si el marcado no pudiera ser dispuesto en el producto debido a sus características, se colocará en el embalaje.

Los EPI de categoría I y II deben llevar el tan solo el marcado CE. En cambio, los EPI de categoría III llevarán el marcado CE seguido de un número de un código de cuatro dígitos identificativos, en el ámbito de la UE, del organismo que lleva a cabo el control de aseguramiento de la calidad de la producción. El marcado CE es un logotipo normalizado que se encuentra sujeto a diseño que lo diferencia de otros.

4.- CONDICIONES MÍNIMAS QUE HA DE CUMPLIR EL EPI

Un EPI ha de cumplir con unos requisitos mínimos:

– Debe llevar el marcado CE que garantice que ha sido fabricado adecuándose a las disposiciones comunitarias en cuanto a diseño y construcción, y que se realizan unas pruebas para asegurar su calidad.

– Debe proporcionar una protección eficaz frente a los riesgos que tenga que cubrir en el lugar de trabajo sin que no suponga riesgos por sí mismo, no ocasione riesgos adicionales y no produzca molestias innecesarias. El EPI debe tener en cuenta las exigencias ergonómicas y de salud, y debe poder adaptarse al usuario mediante ajustes necesarios.

– Debe ir acompañado de un folleto informativo en la lengua oficial del estado donde se adquiera que informe de los niveles de protección ofrecidos, de su correcto uso, mantenimiento y almacenaje. Además, en el folleto se especificarán las normas que cumple.

5.- FOLLETO INFORMATIVO

El folleto informativo es elaborado y entregado por el fabricante junto con el EPI cuando se adquiere. Sobre el EPI debe ir marcado el símbolo de instrucciones de uso como el que se puede ver a la derecha. En este debe constar la siguiente información útil:

– Nombre y dirección del fabricante o de su mandatario en la Unión Europea.

– Instrucciones de uso, limpieza, mantenimiento, almacenamiento y transporte.

– Clases de protección que cubre adecuadas a los diferentes niveles de riesgo y límites de uso correspondientes.

– Explicación de las marcas y de las normas que cumple.

– Fecha o plazo de caducidad del equipo o de alguna de sus partes.

– Accesorios y características de las piezas de repuesto.

6.- PROTECCIÓN RESPIRATORIA

La protección respiratoria se puede hacer mediante el uso de equipos aislantes o de equipos filtrantes. Los equipos aislantes proporcionan un aire puro diferente del medio ambiente donde trabaja el usuario. Pueden ser equipos aislantes semiautónomos, cuya fuente de aire llega a través de un tubo que proviene de una zona alejada del medio ambiente de trabajo, o equipos aislantes autónomos, cuya fuente de aire es llevada por el propio usuario en un botella que cuelga delante o en la espalda. Los equipos aislantes son usados en operaciones especiales tales como fumigaciones en las que se usan gases para desinsectación en silos, naves, barcos, etc. Al aportar aire diferente al de la zona en la que se opera, pueden ser usados en atmósferas pobres en oxígeno.

Los equipos filtrantes toman el aire del propio ambiente donde trabaja el usuario al cual se le eliminan las partículas y compuestos peligrosos por medio de filtros. Estos equipos están compuestos de un adaptador facial que se ajusta a la cabeza y un filtro. Por lo general, en estos equipos los filtros están unidos al adaptador facial por medio de un sistema de rosca o de bayoneta. Esto permite reutilizar el adaptador. Aunque existe las mascarilla autofiltrante en los que el filtro forma parte de la masacarilla. Se trata de equipos ligeros y cómodos muy utilizados en las operaciones de desinsectación en aplicaciones biocidas de poco riesgo.

El adaptador facial puede ser de varios tipos. Está la mascarilla que cubre la boca y la nariz. Luego está la máscara que cubre además los ojos. Y finalmente los adaptadores que cubren toda la cabeza como es el caso de la caperuza. Con el uso de una caperuza se hace necesario que el aire llegue por medio de un tubo conectado a una bomba eléctrica que se ata a la cintura. Cuando el aire es bombeado estamos ante un equipo filtrante de ventilación asistida. La bomba aporta un caudal de entre 100 y 200 litros por minutos, lo cual crea una sobrepresión que impide la entrada de aire contaminado del medio ambiente donde se trabaja. Este tipo de equipo es cómodo, ya que los pulmones del usuario no deben hacer el esfuerzo de mover aire a través de los filtros.

Los filtros es el elemento más importante del equipo filtrante. Purifican el aire y no pueden ser usados en zonas pobres en oxígeno. Existen dos tipos: filtros de partículas y filtros de gases o vapores. Los primeros filtran polvo y pequeñas partículas en suspensión. Tienen como color distintivo el blanco y la letra P. Están clasificados por la norma EN-143. Los segundos filtran gases o vapores. Tienen distintos colores y letras como distintivo, ya que existen variados compuestos para los que están diseñados. Están clasificados según norma EN-141. Todos los filtros, además de llevar la letra y color que indican contra que sustancias han sido diseñados, llevan un número que los clasifica según su eficacia. Hay de tres clases: 1 (filtro de baja eficacia), 2 (filtro de mediana eficacia), 3 (filtro de alta eficacia).

Los filtros para gases o vapores se usan en combinación de filtros para partículas para ofrecer mayor protección. Recibe el nombre de  filtro combinado. En las aplicaciones con biocidas que revisten menos peligro se usa un filtro combinado A2P3. Ejerce eficacia media frente a gases o vapores de compuestos orgánicos con punto de ebullición mayor de 65ºC. Y eficacia alta frente a partículas. Para aplicaciones con productos de mayor riesgo se usa el filtro combinado A2B2E2K2P3. En aplicaciones con fosfuro de aluminio se deben usar filtros especiales o equipos aislantes.

Los filtros para protección deben venir marcados de una manera parecida a como se puede ver en la imagen inferior. Se establece una etiqueta con los colores de los filtros sobre la que aparecen todos los datos indispensables. Debe aparecer una identificación del fabricante por medio de su logotipo. Debe aparecer el código alfanumérico de filtro, es decir, el tipo y la clase. Y junto al código las letras R, de filtro reutilizable más de un turno de trabajo, y NR, de no reutilizable más de un turno de trabajo. También deben estar indicadas las normas que aplican y la fecha de caducidad del filtro. Esta fecha se sitúa al pie del pictograma de un reloj de arena. Junto al marcado CE aparece un número de cuatro cifras que indica el modelo de filtro.

Marcado sobre filtros.

Es muy importante saber cuándo los filtros están agotados para proceder a su sustitución. Para los filtros de partículas se tiene como regla el hecho de que el usuario note resistencia al respirar. Las partículas se van depositando en el filtro e impiden que el aire pase con dificultad. Para los filtros de gas o vapor es más delicado saber cuándo deben ser sustituidos. Estos se deben cambiar siempre que se perciba el olor del producto que pasa a través de los filtros. Pero el olor puede no ser un indicador fiable. Lo mejor es cambiarlos de manera regular. Es recomendable limpiarlos bien y guardarlos en un lugar hermético y seco.

 7.- PROTECCIÓN DE OJOS Y CARA

Es importante la protección de los ojos, ya que a través de estos pueden penetrar los químicos en nuestro organismo. Algunas técnicas de aplicación como la nebulización o la pulverización requieren por su propia definición del uso de unas gafas de montura integral. Otras, como el brocheado parece que no requieran del uso de gafas de montura integral, sino el uso tan solo de unas gafas con protección lateral frente al riesgo de salpicadura. Sin embargo los productos químicos pasan al ambiente y luego entrar en contacto con los ojos. En caso de usar una protección respiratoria con adaptador facial que cubra los ojos, no será necesario el uso de gafas.

Los protectores oculares son fabricados atendiendo a la norma EN 166. Esta establece el marcado que deben llevar de forma visible, el cual es diferente para el ocular y para la montura. En los protectores oculares donde el ocular y la montura forman una sola pieza como las gafas de montura integral, el marcado aparece sobre la montura. Primero aparece el marcado del ocular y luego el marcado de la montura separados por un guión.

Para la realización de tratamientos químicos nos fijaremos en el marcado que aparece en la montura. Se trata de un código con la estructura siguiente: CE + letra + 166 + número + letra. La letra que va después del marcado CE es identificativa del fabricante. Luego viene el número 166 que es la norma que aplica. Detrás va un número describe el campo de uso: s/n (riesgos mecánicos inespecíficos) 3 (líquidos), 4 (partículas de polvo gruesas > 5 μm), 5 (gas y partículas de polvo finas <5 μm), 8 (arco eléctrico), 9 (metales fundidos y sólidos incandescentes). Y en último lugar va una letra que indica la resistencia mecánica a impactos: F (impacto a baja energía), B (impacto a media energía), S (solidez incrementada).

Se utilizarán gafas de montura integral para el campo de uso de tipo 3 (gotas de líquidos) para pulverizaciones y de tipo 5 (gases y partículas de polvo finas) para tratamientos de nebulización. Tras su uso hay que lavarlas adecuadamente y guardar en un lugar seco y hermético de la misma manera que el equipo respiratorio.

Otro equipo de protección personal que hay que tener en cuenta es la pantalla facial. Esta no sustituye a las gafas, sino que es un añadido que hay que llevar en tratamientos especiales como son los de inyección en vigas contra xilófagos o pulverizaciones con equipos de alta presión. En este tipo de tratamientos el líquido puede salir proyectado en gran cantidad sobre nosotros. La pantalla facial cubrirá el espacio que hay entre la protección respiratoria y el mono impermeable. Y también evitará que los filtros se pudieran humedecer.

8.- PROTECCIÓN DE LAS MANOS

Los guantes son un elemento importante en la protección personal, ya que con las manos manejamos los plaguicidas. Trabajar con guantes es incómodo si no se tiene costumbre. Además se pierde sensibilidad y, si se está mucho tiempo con ellos puestos, las manos se van mojando al acumularse el sudor. Es importante escoger unos guantes que sean finos, poco rígidos, de talla adecuada y que absorban humedad. Para cada tipo de trabajo existe un guante adecuado.

Para la aplicación de insecticidas se utilizarán guantes de material que sea impermeable a los productos que se manipulen. Los materiales más adecuados para estos trabajos son el nitrilo y el neopreno. Los guantes no deben tener costuras. Pero en caso de tenerlas, deben estar recubiertas para que sea impermeable y no se filtre el químico a través de estas. Los guantes no solo han de cubrir las manos, sino también la muñeca y parte del antebrazo, ya que son zonas que pueden ser salpicadas. Para tratamientos especiales como es el de inyección en vigas contra xilófagos, los guantes deberían cubrir todo el antebrazo hasta el codo. Otro aspecto importante a tener en cuenta es que el guante sea resistente a roturas.

Pictograma de protección contra riesgo químico.

Los guantes de protección química deben estar marcados con el correspondiente pictograma de riesgo químico marcado en el mismo guante. Además, también aparecerá del marcado CE y el pictograma de información que indique que junto con los guantes el fabricante debe entregar un folleto informativo. En la parte superior e inferior del pictograma de riesgo químico aparecen escritos datos que hay que interpretar. En la parte superior, se escribe la norma que aplica en la fabricación de los guantes. En este caso es la EN 374. Y en la parte inferior, se escriben letras que refieren a compuestos para los que se ha obtenido una resistencia a la permeación igual o superior a la clase 2, es decir, que han sido impermeables entre 30 y 60 minutos. En la lista del Anexo A de la norma EN 374-1 se pueden ver los diferentes compuestos para los que se realizan pruebas de resistencia a la permeación. Para que un guante lleve este pictograma se tienen que haber realizado ensayos en por lo menos tres compuestos de la lista.

Pictograma de baja protección contra a riesgo químico.

En el folleto informativo aparecerá la lista de los compuestos con los cuales se ha ensayado y el tiempo de resistencia a la permeación obtenida para cada uno de ellos. También debe figurar información las características mecánicas del guante de protección química como la resistencia a la abrasión, corte por cuchilla, rasgado y perforación. Si en los ensayos no se ha alcanzado el requisito de clase 2 con al menos tres productos químicos de la lista EN 374-1, en el guante aparecerá el pictograma de baja protección química. Esto significa que la protección es baja respecto a los químicos de la lista, lo cual no quita que pueda ser alta frente a otros compuestos.

En la selección del guante se tendrá en cuenta la clase de prestación. Para un contacto prolongado con productos químicos se utilizarán guantes de clase de prestación 5 o superior (más de 240 minutos). Y para contacto breve se recomienda guantes con clase de prestación 3 o superior (más de 60 minutos). Hay que tener en cuenta que una cosa son los ensayos en laboratorio que determinan la clase de prestación que determinan una duración de la protección y otra las condiciones reales de trabajo que pueden acortar el tiempo.

En la siguiente tabla se pueden ver las clases de prestación según los tiempos de paso que, en inglés, recibe el nombre de breakthrough time (BTT):

Tiempo de paso (BTT) Clase de prestación
> 10 min. 1
> 30 min. 2
> 60 min. 3
> 120 min. 4
> 240 min. 5
> 480 min. 6

Para alargar la vida de los guantes y no entrar en contacto con los químicos utilizados, hay que lavarlos antes de quitárselos con agua y jabón. Luego se dejarán secar tanto por fuera como por dentro debido al sudor. Se recomienda guardarlos en un recipiente especial para estos. El tiempo de uso debe ser menor a la clase de prestación indicada en el folleto informativo. Antes de cada uso se verificará que esté en buenas condiciones. Los guantes deben ir colocados por dentro de la manga.

9.- PROTECCIÓN DE CUERPO Y CABEZA

Pictograma protección contra riesgo químico para trajes.

Para la realización de este tipo de tratamientos la ropa más adecuada es el traje integral o completo el cual debe estar identificado mediante el marcado de protección contra riesgo químico. El pictograma usado es el mismo que el que aparece en los guantes de protección contra riesgo químico. En la parte inferior debe figurar la norma aplicable seguido del tipo de traje. En la tabla inferior se puede ver una lista de los diferentes tipos de trajes normalizados para cada uso y la norma que aplica. La clasificación se basa en la hermeticidad, siendo el primero el más hermético de todos.

Para tratamientos de pulverización o nebulización y de aplicación de fumígenos es aconsejable la utilización de trajes de protección química combinada tipo 4/5/6. Ofrecen protección frente a partículas sólidas, salpicaduras de líquidos y pulverización. Estos trajes están confeccionados con materiales microporosos. Ahora bien, para la realización de tratamientos de inyección en vigas contra xilófagos y para la aplicación de gases y vapores es necesario el uso de trajes herméticos tipo 1.

El problema que tiene el uso del traje completo es la falta de confort térmico. En especial cuando el tiempo es caluroso o cuando se trabaja en el interior de locales cerrados. Dentro de un traje se puede llegar a sudar mucho. Es recomendable la realización del tratamiento en horas de poco calor. Hay que tener en cuenta que los trajes con materiales microporosos no están preparados para que se mojen, ya que dejarían pasar líquido y existiría el riesgo de que la piel lo absorbiera.

Tipo de traje Descripción Norma que aplica
1 A Contra gases y vapores. Hermético. EN 943-1
1 B Contra gases y vapores. Hermético. EN 943-1
1 C Contra gases y vapores. Hermético y a presión positiva. EN 943-1
2 Contra gases y vapores. No hermético y a presión positiva. EN 943-1
3 Contra líquidos en forma de chorro. EN 14605
4 Contra líquidos pulverizados. EN 14605
5 Contra partículas sólidas en suspensión. EN 13982-1
6 Contra líquidos en forma de salpicaduras. EN 13034
PB [4] Protección parcial del cuerpo. Material del tipo 4. EN 14605
PB [6] Protección parcial del cuerpo. Material del tipo 6. EN 14605

Es importante leer el folleto de instrucciones y seguir los consejos del fabricante. En el folleto podemos encontrar los resultados de los ensayos de permeación con los productos químicos ensayados. Esto nos permitirá los tiempos de paso (breakthrough time) para cada producto. También encontramos información que nos explica como ponérselo y quitárselo, las limitaciones de uso, el almacenamiento y su limpieza. A la hora de usar un traje debemos saber si este es reutilizable y si es lavable. En caso contrario, si se trata de un un traje de un solo uso, aparece advertido mediante la frase «no reutilitzar».

10.- PROTECCIÓN DE LOS PIES

En aplicaciones insecticidas donde el pie quede expuesto al mojado de productos químicos se debe utilizar calzado resistente a la penetración y absorción. Se deben usar botas de media caña o bota alta. Se colocarán los pantalones o el traje de  protección por fuera de la bota. Este calzado puede estar fabricado con cuero, caucho o materiales poliméricos. La bota debe venir marcada con el pictograma que indica instrucciones de uso. El pictograma de riesgo químico es opcional y en este se puede indicar la normativa que cumple y las letras que indican frente a qué agentes químicos protege.

La norma que aplica en el diseño de calzado protector frente a productos químicos es la EN 13832. Las pruebas con el calzado frente a productos químicos se realizan con, al menos, 3 de los productos químicos que aparecen en la tabla siguiente :

Letra Producto químico Clase
B Acetona Cetona
D Diclorometano Hidrocarburo clorado
F Tolueno Hidrocarburo aromático
G Dietilamina Amina
H Tetrahidrofurano Éter heterocíclico
I Acetato de etilo Éster
J n-heptano Hidrocarburo saturado
K Solución de hidróxido de sodio 30 % d = 1,33 Solución alcalina
L Ácido sulfúrico 95 % d = 1,84 Ácido inorgánico
M Ácido acético (65 ± 3) % Ácido inorgánico
N Ácido acético (99 ± 1) % Ácido orgánico
O Solución amoniacal (25 ± 1) % Solución alcalina
P Peróxido de hidrógeno (30 ± 1) % V/V Peróxido
Q Isopropanol Alcohol alifático
R Hipoclorito de sodio (13 ± 1) % (de cloruro activo) Hipoclorito

Las pruebas realizadas con los productos químicos frente a los cuales se diseña el calzado deben ofrecer como mínimo una resistencia a la penetración de nivel 1. Existen 5 niveles que quedan recogidos en la tabla siguiente:

Nivel Tiempo
1 La penetración se produce entre 121 min y 240 min.
2 La penetración se produce entre 241 min y 480 min.
3 La penetración se produce entre 481 min y 1440 min.
4 La penetración se produce entre 1440 min y 1920 min.
5 Ninguna penetración después de 1921 min.

11.- FUENTES DOCUMENTALES

– VVAA: Equipos de protección individual (EPI). Aspectos generales sobre su comercialización, selección y utilización, Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 2009.

– NTP 595: Plaguicidas: riesgos en las aplicaciones en interior de locales, Notas Técnicas de Prevención (NTP), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 2001.

– NTP 741: Ventilación general por dilución, Notas Técnicas de Prevención (NTP), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 200?.

– NTP 813: Calzado para protección individual: especificaciones, clasificación y marcado, Notas Técnicas de Prevención (NTP), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 2008.

– NTP 747: Guantes de protección: requisitos generales, Notas Técnicas de Prevención (NTP), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 200?.

– NTP 748: Guantes de protección contra productos químicos, Notas Técnicas de Prevención (NTP), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 200?.

– NTP 787: Equipos de protección respiratoria: identificación de los filtros según sus tipos y clases, Notas Técnicas de Prevención (NTP), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 2008.

NTP 769: Ropa de protección: requisitos generales, Notas Técnicas de Prevención (NTP), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 2007.

– NTP 929: Ropa de protección contra productos químicos, Notas Técnicas de Prevención (NTP), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 200?.

– Guía orientativa para la selección y utilización de protectores oculares y faciales, Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 200?.

– FDN 23: Comercialización de las Pantallas de Protección para Soldadores, Fichas de Divulgación Normativa (FDN), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), Madrid, 2009.