
Fig 1. Brezo extendido sobre el suelo en un pasillo exterior que separa dos edificios./ C. Pradera 12-2012
C. Pradera, Barcelona, 08-12-2012
El miércoles de la semana pasada estuve en un hotel situado en la Gran Vía de Barcelona. El responsable de mantenimiento quería que en esta visita mensual me dedicara al control de hormigas. Había visto hormigas en un pasillo exterior que separa el hotel del edificio de al lado. En el pasillo había una hilera de macetas grandes. En cada una de estas había plantado un ficus benjamina. En ese pasillo había macetas con tierra, así que sería fácil localizar hormigas. Pero en un rincón del pasillo me encontré que, sobre el suelo, había un rollo de brezo. En la imagen número 1 se puede ver el brezo estirado sobre el pasillo. Así que cuando lo vi, pensé que debajo podría haber un nido de hormigas. El brezo está formado por delgadas ramas de madera que dejan espacios con aire. Esto, sumado a que la madera es un buen aislante y absorbe humedad, significa que el lugar era ideal para refugiarse. Al levantarlo, me encontré con un montón de hormigas cuidando las pupas de la colonia.
Al ver la colonia de hormigas, decidí ir al coche y traerme la pulverizadora. La cargué con un producto a base de piretroides en una emulsión de base acuosa. Rocié bien la zona para eliminar el número máximo de hormigas. El pasillo sobre el que hice la aplicación de insecticida está justo encima de la cocina, lugar donde las hormigas nos han dado bastante trabajo controlarlas. En la imagen número 2, se puede ver más de cerca a hormigas obreras cuidando de las pupas. Antes de pulverizar el insecticida, me llevé una muestra para identificarlas en casa a la luz de la lupa binocular. Vistas de lejos me parecieron que eran bastante bellas con su cuerpo alargado y de color rojizo.
Mirando en casa y con ayuda de páginas dedicadas a la mirmecología pude identificar la especie. Se trata de una especie invasora bautizada como Hypoponera punctatissima, conocida comúnmente como hormiga Roger. Este nombre se debe al científico que en 1859 la identificó en Alemania por primera vez. Se cree que podría ser originaria de Asia o África desde donde se fue extendiendo. Tampoco se tiene fecha de cuándo llegó a la Península Ibérica. A día de hoy se ha extendido por todo el mundo. Se la considera una plaga y hay que tener cuidado durante el vuelo nupcial, por las picaduras que pueden ocasionarnos las hembras.
Las obreras de esta especie miden unos 2 milímetros. Son de color rojo caramelo. Este color no es el mismo sobre todo el cuerpo, sino que va intensificando el tono desde la cola a la cabeza. En la imagen número 3 se puede ver bien esto. Tiene un cuerpo delgado y alargado. Para su identificación, es importante mirar bien el peciolo y el abdomen. En la imagen número 4 se puede observar bien. Véase que el peciolo está formado por un solo nódulo bastante grande. El peciolo está indicado en la foto con la letra a. Este nódulo tiene debajo un apéndice redondeado, indicado en la foto con la letra b. La forma de este apéndice es clave para su identificación. El abdomen también es peculiar y tiene uno de sus segmentos encogido. Visto de lejos, parece una hendidura.
Una característica de las hormigas de este género es que suelen instalar las colonias en zonas con mucha humedad como debajo de madera en descomposición y, en interiores, bajo el suelo de lavabos. En el caso que me encontré construyeron el nido debajo del brezo. Por último, añadiré que son hormigas carnívoras, aunque también comen materia orgánica en descomposición. Esto es otra pista para identificarlas. Podemos encontrarnos con estas hormigas en un obrador de pastelería y extrañarnos de que no coman azúcares. Y en cambio, verlas trabajar activamente alrededor de alguna cucaracha muerta. Así que los cebos en forma de gel no suelen funcionar bien.