Notas sobre la rata negra (Rattus rattus) y la rata de alcantarilla (R. norvegicus) en España a partir de fuentes bibliográficas antiguas

Fig 1. Grabado de la rata ordinaria, Mus rattus. Historia Natural de J. Vilanova Piera, 1872-1876.

C. Pradera, Barcelona, 18-09-2022

Introducción

Quiero dedicar esta entrada al biólogo Félix Vicente Faus Percha. No tengo datos biográficos suyos. Cursó Ciencias Biológicas en la Universidad de Valencia. En 1980 presentó su tesis de licenciatura con el título ‘Sobre nidos aéreos de rata negra (Rattus rattus frugivorus Rafinesque, 1814) en el naranjal saguntino (Valencia)’ [1]. Esta tesis tuvo su reflejo en un artículo publicado en 1981 en el que aparece como coautor Juan Ramón Vericad Coromina, experto en mamíferos [2].

Hasta donde he podido investigar, esta tesis y su artículo correspondiente son los dos primeros textos monográficos dedicados en España a la rata negra o rata de campo, como prefiero denominarla. Hasta entonces no hubo interés por Rattus rattus, a pesar de ser una especie que llevaba muchos siglos en la Península Ibérica junto a las personas. Pero es más, tampoco hubo ningún estudio dedicado a la otra rata sinantrópica, a la rata de alcantarilla (Rattus norvegicus), hasta tiempos recientes. Esto es más sorprendente porque esta especie devino común en el medio urbano sustituyendo a la anterior durante el s. XIX.

España no es un país donde las ratas precisamente sean escasas. Sin embargo, se ha carecido del necesario interés científico hasta décadas recientes como para generar estudios. He estado investigando fuentes bibliográficas que trataran sobre ambas especies con la idea de hacernos una idea sobre la presencia de ambas especies en España. Espero arrojar un poco de luz y, si más no, que queden apuntadas las fuentes por si son también de utilidad a alguien.

Colonización e interacción

Sabemos que la primera especie en llegar fue R. rattus. Se supone su origen en el sureste de Asia desde donde llegó a la India y evolucionó hasta la especie actual. Desde la India pasó a otras partes siguiendo las rutas comerciales. En Egipto consta su presencia ya en el siglo IV a. de C. Alejandría debió de ser el puerto más importante desde donde fue llevada a otras partes del Mediterráneo gracias a fenicios, griegos y romanos. Especialmente fueron estos últimos quienes la llevaron a Europa bajo el Imperio Romano [3]. Sin embargo, parece que su colonización se completó a medida que Europa dejaba atrás un oscuro período de la Alta Edad Media (s. V a X).

Siglos después llegó R. norvergicus de la que se supone que tiene un origen en Asia central. Poco a poco se fue adaptando a la vida junto a los humanos y evolucionando hasta desencadenar una rápida expansión. En las textos clásicos se explica que colonizó Europa durante el s. XVIII. En España se supone que R. norvegicus se introdujo a finales del s. XVIII y principios del XIX, pero no hay datos sobre por cuándo y por dónde se produjo. Lógicamente debió llegar a través del comercio. Las ciudades portuarias debieron ser las primeras en verla llegar. Y desde los puertos fue dispersada al interior por las principales vías comerciales.

El mayor tamaño, aspecto y agresividad de R. norvergicus, así como la menor agilidad respecto a R. rattus, debieron sorprender a quienes la observaban por primera vez. De hecho, en Francia fue bautizada como surmulot en contraposición a R. rattus que era llamada simplemente rat. Al principio, en la literatura científica en español se reserva el nombre de rata o rata ordinaria para R. rattus y se utilizó el de turón para R. norvergicus. Ahora bien, esta capacidad de las personas para ver las diferencias entre ambas, pronto se olvidó. Hubo una rápida colonización de R. norvergicus ocupando los espacios que antes ocupaba R. rattus que la convirtió en la rata común. Y R. rattus pasó a ser la rata de campo.

R. norvegicus desplazó a R. rattus de espacios importantes como el alcantarillado, basureros, mataderos, almacenes, etc. Su mayor agresividad la convirtió en preeminente en el suelo y donde era capaz de acceder. Sin embargo, su menor agilidad hizo que R. rattus se concentrara todavía más en las partes altas de edificios y árboles. Esto no significa que la eliminara de las ciudades, ya que R. norvergicus tienen una dependencia del agua que no tiene R. rattus. Pero sí es cierto que la literatura científica refiere casi la desaparición de R. rattus de las grandes poblaciones. Quizás una explicación sea que durante el s. XX las ciudades avanzaron hacia un lugar hostil para la vida natural. El cemento lo ocupó casi todo con la idea del desarrollismo a toda costa. El proceso de urbanización e industrialización hicieron de las ciudades lugares casi inhóspitos. Por otra parte, la evolución de la arquitectura hizo más hostil los edificios a los animales.

Por contra, en las últimas décadas hay un movimiento que se aleja de los desmanes del desarrollismo. Se busca hacer las ciudades más habitables con grandes parques e introduciendo la naturaleza. En este nuevo entorno, R. rattus tiene mayores posibilidades. Y esto es lo que vemos, una nueva recolonización. A mi juicio esta especie es mucho más plástica que R. norvergicus, aunque carece de su tamaño y agresividad. De hecho, ya en la década de 1950 varios autores vieron que R. rattus parecía estar ganando el espacio perdido. De ello habla Vericad Coromina en su estudio de 1970 que trato más adelante [25]. Ahora bien, al no tener en España estudios ni investigadores que se dediquen a estas especies, todo lo que tenemos son conjeturas.

 

Fig 2. Grabado de la rata turón, Mus decumanus. Historia Natural de J. Vilanova Piera, 1872-1876.

Compendio de la Historia Natural de Buffon, 1802-1811

Empezaré por una obra que no es española, pero sufrió una evolución y tuvo su adaptación. La obra original fue escrita por Georges Louis Leclerc, conde de Buffon (1707-1788), bajo el título ‘L’Histoire Naturelle, générale et particulière, avec la description du Cabinet du Roi’. Fue publicada en 36 volúmenes entre 1749 y 1788, año de la muerte de Buffon. Posteriormente Bernard de Lacépède publicó 8 volúmenes adicionales [4]. Esta vasta obra fue adaptada al español por Pedro Mariano Estala Ribera (1757-1815) bajo el título ‘Compendio de la historia natural de Buffon, clasificado según el sistéma de Linnéo por Renato Ricardo Castel’ [5]. Fue publicada en 22 volúmenes entre 1802 y 1811 por el impresor Fermín Villalpando de Madrid [6].

En el tomo X, se encuentra el capítulo titulado ‘Género XXV’ dedicado a ratas y ratones (pp. 279-306) [7]. La primera especie de rata tratada es la R. rattus bajo el nombre ‘La Rata, Mus’. Y la segunda es R. norvegicus bajo el nombre ‘El Gran-Turon’. De la primera especie, transcribo lo siguiente que encuentro importante:

«La rata es bastante conocida por la incomodidad que nos causa: habita ordinariamente en las cámaras donde se almacenan los granos y se guardan frutas, de donde baja y se esparce por la casa. […] Se hallan variedades en esta especie, como en todas las que son numerosas en individuos: ademas de las ratas ordinarias, que son negrizcas, las hay pardas, casi negras, y otras de un color gris mas blanco o mas roxizo, y otras del todo blancas: estas ratas blancas tienen los ojos roxos como los conejos blancos, y como los demas animales que son enteramente blancos. Toda la especie con sus variedades parece es natural de los climas templados de nuestro continente, y se ha esparcido en los paises calientes mucho mas que en los frios. No las habia en América, y las que hay actualmente y en muy gran número, han desembarcado allí con con los Europeos. Al principio se multiplicaron tan prodigiosamente, que han sido por mucho tiempo una plaga de las colonias, donde no tenian mas enemigos que las grandes culebras, la quales se las tragaban vivas: los navios las han llevado tambien á la India oriental y á todas las islas del archipiélago indiano: tambien se encuentran muchas en Africa. Al contrario, en el Norte no se han multiplicado mas allá de Suecia, y las que se llaman ratas en Noruega, Laponia etc., son unos animales diferentes de nuestras ratas.»

Buffon describe su carácter enteramente doméstico y nos habla de su distribución. Cree que R. rattus es natural del sur de Europa desde donde fue llevada a otras partes del mundo incluyendo América y Asia. Por tanto, cualquier texto que hablara de ratas en Madrid, Barcelona o Valencia de entonces, se refiere a R. rattus. Y estaban con nosotros desde los romanos. Respecto a R. norvegicus, escribe lo siguiente:

«Daremos el nombre de gran-turon á una nueva especie de turon, que es conocida de pocos años á esta parte. Ningun naturalista ha hablado de este animal á excepcion de Mr. Brisson, quien comprehendiéndole en el género de las ratas, le ha llamado rata de los bosques; pero como se diferencia tanto e la rata como el turon ó el raton, que tienen sus nombres propios, debe tener tambien un nombre particular, surmulot (en francés) que es decir, el mulot (turon en español) grande, grueso, al qual en efecto se parece más que á la rata en el color y en las propiedades naturales. […] El gran-turon es mas fuerte y maligno que la rata. […] No hace mas que unos nueve ó diez años que esta especie se ha esparcido por las cercanías de Paris: no se sabe de donde han venido estos animales, pero se han multiplicado prodigiosamente […]. Los machos son más grandes, mas atrevidos y malignos que las hembras: quando los persiguen y quieren asirlos, se vuelven y muerden el palo ó la mano: su mordedura es no solamente cruel, sino tambien peligrosa, pues se sigue inmediatamente una inflamacion bastante grande, y la herida, aunque pequeña, tarda mucho en cerrarse. […] El gran-turon tienen algunas qualidades naturales, que parece le aproximan á la rata aquática: aunque se establece en qualquier parte, parece que prefiere las orillas del agua […]. Estos animales pasan el estío en los campos, y aunque se alimentan principalmente de frutas y granos, no dejan de ser tambien muy carnívoros: devoran á los gazapillos, perdigones, pollos […]. Por el mes de noviembre las madres, los hijuelos y todos los jóvenes abandonan los campos, y van en manadas á las alquerías, donde hacen infinitos destrozos. […] Los que viven en las alquerías arrojan de allí á los ratones y ratas, y aun se ha notado, que desde que estos grandes turones se han multiplicado tanto en las cercanías de Paris, las ratas son mucho menos comunes que antes.»

Es muy significativo el texto transcrito. En primer lugar, nos indica que Pedro Estala no había visto antes un R. norvergicus, por tanto no se tenía noticias de su introducción en España. Esto lo afirmo por dos razones. En primer lugar, Pedro Estala tuvo que improvisar y ponerle un nombre. Y no se le ocurrió otra cosa que hacer algo parecido a lo que hizo Buffon. El mulot es el Apodemos sylvaticus. Y en español se utilizaba el término turón en algunas zonas para designarlo, nombre que Pedro Estala utiliza en su adaptación. Así que si en francés es un sur-mulot, en español será un gran-turón. En segundo lugar, Buffon contrapone en color a R. rattus respecto a R. norvegicus. Como bien sabemos quienes nos dedicamos al control de plagas, R. rattus oscuras no es lo habitual en gran parte de la península. De hecho, una de las razones por la que las personas, incluidas los profesionales del control de plagas, no las distinguimos a primera vista es justo por el parecido color que tienen los individuos de ambas especie en nuestra zona. Individuos de R. rattus más oscuros los hay en otras partes, así como R. norvegicus más grises. Pero en gran parte de la península, por lo que he podido ver, son marrones con variedad de tonos más grises y más leonados.

Otro aspecto importante de la descripción de Buffon es que R. rattus aparece como más doméstica que R. norvergicus que es descrita como una rata de campo. Hay que tener en cuenta que esta última especie se estaba introduciendo en Europa donde el mundo era menos urbano que en la actualidad donde la mayor parte de la población vivía en entornos rurales. Es lógico por otra parte que R. norvegicus tuviera un proceso de adaptación en Europa al medio urbano que debió ser rápido visto el éxito de su invasión. Fue más rápida que la invasión de R. rattus, pero es lógico, ya que estaba la globalización en marcha.

Fig 3. ‘Nuevos elementos de Historia Natural’ por J. Rodrigo, tomo 1, p. 150.

Nuevos elementos de Historia Natural, 1837

Respecto al nombre gran turón, turón grande o rata turón para referirse a R. norvegicus, en la literatura científica de mediados del s. XIX en España también se utilizaba dezmeño. No tengo ni idea del origen de este término pero aparece en bastantes obras. El documento más antiguo que he encontrado es la obra de 1837 titulada ‘Nuevos elementos de historia natural conteniendo la zoología, la botánica, la mineralogía y la geología, aplicadas a la medicina, a la farmacia, a las ciencias y artes comunes por M. Salacroux’ [8]. Fue traducida al español y ampliada por José Rodrigo, Doctor en Medicina y Cirugía.

Fig 4. Página 74 del Catálogo de 1851 de Mariano de la Paz Graells.

Catálogo metódico de mamíferos de la fauna matritense, 1851

En 1851 Mariano de la Paz Graells (1809-1898) publica el ‘Catálogo metódico de los mamíferos observados hasta el día por la Sección Zoológica en el área de la fauna matritense’ [9, 10]. Son 10 páginas donde consta en forma esquemática los mamíferos observados. En la imagen número 3, se puede ver que constan para la fauna de Madrid las dos especies de rata. Lógicamente, sabemos que R. rattus era la única que había hasta que llegó R. norvergicus. Esta es la primera constancia de la segunda especie en España. No he encontrado nada parecido. Se puede leer lo siguiente: «Mus rattus Linn. Vulgo Rata: vive en los sitios inmundos de las poblaciones. Mus decumanus Pall. Vulgo Rata: vive en las alcantarillas» (p. 74, figura 3).

Fig 5. ‘Apuntes sobre la fauna asturiana’ de P. Pastor López, p. 21.

Apuntes sobre la fauna asturiana, 1859

En 1859, Pascual Pastor López (1818-?) publicó sus ‘Apuntes sobre la fauna asturiana bajo su aspecto científico e industrial’ [11]. Pastor López fue catedrático de Ciencias Naturales de la Universidad de Oviedo y luego de la de Valladolid. Se trata de un listado de las especies por él observadas. En la página 21 aparecen citadas el Mus decumanus y el Mus musculus. Destaca de la primera especie su gran tamaño. Es curioso que no mencione R. rattus. Si no fuera porque el autor era catedrático sobre la materia, pondría en duda su cita.

Fauna mastológica de Galicia, 1861

En 1861 Víctor López Seoane (1832-1900) publica ‘Fauna mastológica de Galicia ó historia natural de los mamíferos de este antiguo reino’ publicada en 1861 [12, 13]. Es el primer autor español que dedica un buen espacio a ambas especies. Este naturalista es para mí importante porque en otra ocasión lo mencioné al aportar datos sobre la presencia de cucarachas urbanas.

Primero dedica un artículo a Mus rattus y luego a Mus decumanus, nombre puesto por Pallas en su descripción de que hizo para Francia de R. norvegircus. En España se vivía básicamente de lo que se generaba en Francia que era el faro de nuestro conocimiento. López Seoane usa el término rata para referirse a Mus rattus, pero no lo usa para referirse a Mus decumanus. No tiene un nombre común que utilizar porque es otra especie así que siempre usa el nombre científico. Sin embargo, hace notar que como aparece en los mimos lugares que la otra, el vulgo la llama también rata y confunden ambas especies. López Seoane sigue un esquema en cinco apartados para abordar cada una de las especie tratadas: nombre, descripción, historia, aplicaciones y caza. En este último apartado es muy prolijo y da cuenta respecto a ratas y ratones un número grande de maneras de eliminarlos. Sobre Mus rattus explica:

«Muy abundante en toda Galicia, en las casas, almacenes, etc. […]. Su tamaño varías entre seis y nueve pulgadas (0,14) (0,20): la cola es mas larga que el cuerpo, […] color gris negruzco por encima, ceniciento oscuro por debajo, y los pies cubiertos de pelo blanquecino. Gesner, fué el primero seguramente que la describió con alguna exactitud, no hallándose incluida con caracteres marcados en los autores anteriores al siglo XVI. Lesson, Alesmarest, Pallas y otros autores diviergen acerca del orígen de esta especie, el último cree ser la América su pátria primitiva, pero todas las probabilidades, son de que haya sido importada del Asida en la edad media, cuando los caballeros cruzados regresan de su espedicion. Buffon cree que por el contrario que los europeos la condujeron en sus naves la nuevo mundo en la época de su descubrimiento. […] En las casas de campo y en las poblaciones establecidas á orillas del mar, es en donde pululan de una manera prodigiosa estos animales, en términos de hacerse insoportables. […] Frecuenta las letrinas, los lugares inmundos, las caballerizas y lo que es peor, cuando se halla acosada por el hambre entra en los corrales y palomares, rompe los huevos, come gazapos y pichones […]» (pp. 294-302).

La descripción de Mus rattus es como la que consta en la bibliografía científica para el noroeste de la península donde el morfotipo sería el de pelaje oscuro. Según el autor, sería abundante. Sobre Mus decumanus, no tiene desperdicio todo lo que aporta:

«Algo mayor que la rata y de aspecto muy semejante. Color entre gris y pardo rojizo por encima, gris blanquecino por debajo: cola casi tan larga como el cuerpo, desprovista de pelo. Su tamaño es de (0,25 á 0,28) unas 11 pulgadas. […] los unos creen que oriunda de Asia fué importada en Europa á mediados del siglo XVIII, ó venida en los buques procedentes de Persia. Pallas, es de opinion que se observó por primera vez en Astracan en 1727. Boitard dice, que en 1750 fué importada de la India. Otros que vinieron del O. atravesando el Volga. Buffon, hace notar que, los primeros puntos de Francia en donde se notaron, fueron los castillos de Chantilly, Versailles, y Marly etc. Brisson le ha dado los nombres de Mus sylvestris y Norwegicus. No obstante que muchos naturalistas dicen que esta especie no vive con la anterior y que por el contrario es su mayor enemigo, G. Cubier, Gervais y otros afirman lo contrario. Nosotros la hemos visto muchas veces vivir en la mayor armonia en varias localidades de la provincia, creyendo mas bien que sea una variedad que especie distinta de la rata. La idea de que hacen la guerra sin tregua á estas […] es sin duda debido á que como son de mayor tamaño, y entre los ratones la ley está de parte del mas fuerte, claro está que al estallar la batalla, la victoria no es dudosa; y por tanto, siendo el mus decumanus de mayor tamaño, devora á los otros. […] frecuenta los mataderos, las salas de diseccion, las bodegas, caballerizas y es constante que alli donde haya alcantarillas, aslli encontraremos a este inmundo roedor corriendo de una á otra parte, armando una griteria infernal, riñendo, y disputándose la presa. […] En las orillas del Daro, en el entro de Granada, es frecuente verlos á pesar de ser un punto bastante frecuentado; pero á merced de la mala policia de dicha ciudad, les ofrece abundante alimento; toda vez que de un lado y otro del rio se zurran las pieles de cordero. Como las ratas, hacen agujeros profundos y falsean los edificios hasta derrumbarlos. […] A pesar de no tener membrana interdigitales nadan perfectamente: se establecen á orillas del mar, de los rios y lagos, pero lo que mas las agrada es vivir en las letrinas, satisfaciéndoles cuanto mas inmundas sean. Por esto, en los puertos de mar, se ven con tanta abundancia salir de las alcantarillas y dirigirse de una á otra á nado; como hemos observado mas de una vez en Ferrol, Coruña y Vigo. […] Es la mas esparcida por la superficie del globo; siendo frecuentísima hasta en las islas mas pequeñas de la Oceanía, en Africa, las dos Américas, en Australia, las islas del mar de Indias y Océano pacífico. En fin, habitan en donde quiera que los europeos fundaron sus colonias; ya sea en los climas frios como en los abrasadores […]» (pp. 302-307).

López Seoane es el primero en dedicarle espacio a ambas especies y en dar localizaciones de lugares donde se encuentra de la geografía española. Es importante el texto que nos legó.

Fig 6. ‘Crónica de la provincia de Pontevedra’ de F. Fulgosio, p 14.

Crónica de la provincia de Pontevedra, 1867

En 1867 Fernando Fulgosio ‘Crónica de la provincia de Pontevedra’ [14] En el capítulo VIII hace una reseña zoológica donde menciona algunas especies para Galicia. Cita Mus musculus, Mus rattus y Mus decumanus para Galicia sin concretar provincias.

Catálogo metódico y razonado de los mamíferos de Andalucía, 1869

En 1869 Antonio Machado y Núñez (1815-1896) publicó su ‘Catálogo metódico y razonado de los mamíferos de Andalucía, clasificados segun el sistema del Dr. Enrique Schinz’ [15, 16]. Es una obra corta que da pocos datos sobre ambas especies de rata, pero que ya indica el desplazamiento de R. rattus hacia la vida campestre. Transcribo dos párrafos:

«M. decumanus, Pallas. Syn. M. javanus, Hermann. Cast. Rata. Habita en el interior de las casas, en las cocinas, cuadras y demás habitaciones que comunican con los sumideros, cañerías de aguas sucias ó depósitos de inmundicias» (p. 26).

«M. rattus, Auct. Cast. Rata negra. Habita en los campos con más frecuencia que la especie de pelo rojo, y está ménos extendida en el interior de las ciudades: es muy perjudicial en los cortijos, porque invade los gallineros y palomares, y mata los pollos y pichones. En las marismas de Utrera hay una variedad más pequeña y completamente albina, de que he remitido un ejemplar al Director del Gabinete Zoológico de Madrid» (p. 27).

Historia Natural, 1872

Entre 1872 y 1876 fue publicada en 8 volúmenes ‘La Creación. Historia Natural’ por la editorial Montaner y Simón, Barcelona [17]. Es una extensa obra dirigida por Juan Vilanova y Piera (1821-1893), catedrático de la Universidad Central de Madrid [18]. Tengo la suerte de tener el primer tomo dedicado a los mamíferos en la que aparecen las dos especies de rata. El nombre científico usado es Mus rattus y Mus decumanus como en López Seoane. Ahora bien, la primera es llamada vulgarmente como rata ordinaria o negra y, la segunda rata turón. Respecto a Mus rattus transcribo dos párrafos:

«No se puede precisar la época en que apareció este animal en Europa, ni se encuentra tampoco en los autores antiguos pasaje alguno que pue deda aplicarse á la rata ordinaria. Alberto el Grande es el primer naturalista que hace mención de ella, diciendo que este animal existe en Alemania, de lo cual se deduce que se hallaba establecido ya en dicho país en el siglo duodécimo. Lo mimo que la rata turon, es probablemente originaria de Persia, donde se halla en gran abundancia. Hasta la primera mitad del siglo último habitaba toda Europa; pero después vino el turon á disputarle el puesto, y la expulsó y destruyó en ciertos puntos.»

«La rata ordinaria se halla extendida por toda la tierra, exceptuando las regiones más frías; pero no se la encuentra ya en numerosas manadas, sino aisladamente. Ha seguido al hombre á todos los climas; ha recorrido con él las tierras y los mares: es indudable que no existia en América, Australia ni en África; pero los buques la han llevado á todas las playas, y desde allí han ganado el interior de los territorios. Se encuentra actualmente en todo el sur del Asia, principalmente en Persia y en las Indias; en África, Egipto, Berbería, en el Cabo de Buena-Esperanza, en toda la América, Australia; y no solo en las colonias europeas, sino también en todas las islas del Océano Pacífico» (p. 444).

Hoy en día sabemos que sí estaba presente con griegos y romanos que utilizaban el mismo nombre para rata y ratón. Aunque es cierto que parece que al final de la Alta Edad Media fue cuando se dejó notar, de aquí que algunos autores atribuyan a las cruzadas su llegada a Europa. Respecto a Mus decumanus, transcribo lo siguiente:

«El turon es muy probablemente originario del Asia Central, de la Indica ó de la Persia; sabiéndose con exactitud la fecha de su aparición en Europa. […] Pallas es es el primero que ha descrito el turon como animal de Europa: dice que en el otoño de 1727, despues de un terremoto, hicieron irrupcion estos animales en. grandes manadas, desde las orillas del mar Caspio y las estepas de Kaumania; atravesaron el Volga por cerca de Astrakan, y extendiéndose desde allí rápidamente por el oeste. Casi en la misma época, en 1732, los buques los transportaron de las Indias orientales á Inglaterra, comenzando entonces á dar la vuelta al mundo. En 1750 aparecieron en la Prusia oriental; en 1753 en Paris; en 1780 eran comunes en toda Alemania; en Dinamarca no se conocieron hace unos sesenta años, y en Suiza solo desde 1809. En 1775 fueron transportados á la América del norte, donde se propagaron con mucha rapidez; pero en 1825 no se encontraban mucho más allá de Kingston, en el Canadá superior; y hace algunos años no había alcanzado á la parte superior del Misouri. No se sabe en qué época aparecieron en España, Marruecos, Argel, Túnez, y el Cabo de Buena Esperanza. De todos modos, se hallan diseminadas ahora en todas las costas del Océano, y se encuentran en las islas mas desiertas y áridas. de mayor tamaño, y mas fueres que las ratas ordinarias, se han apoderado de los lugares habitados por estas, y aumentan á medida que ellas disminuyen» (p. 444).

Fig 7. ‘Catálogo metódico de los mamíferos observados en las Islas Baleares’, 1875, p 56.

Catálogo metódico de los mamíferos observados en las Islas Baleares, 1875

En 1875 Francisco Barceló y Combis (1820-1889) publicó sus ‘Apuntes para la fauna balear. Catálogo metódico de los mamíferos observados en las Islas Baleares’ en los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural [19, 20]. El autor las especies Mus decumanus y M. alexandrinus. Siguiendo a otros autores, separó R. rattus en tres especies que algunos dejaron en subespecies. Algunos suponían la existencia de M. rattus, M. alexandrinus y M. tectorum atendiendo a las variaciones en el color del pelaje. La primera es la de pelaje oscuro. Transcribo el texto:

«M. decumanus Pall. Cast. Rata. Mall. é Ibiza. Rata traginera. Men. Rata. Muy común en estas islas!» (p. 56).

«M. alexandrinus Geof. M. tectorum Savy. Bal. Rata. Comun en estas isalas! Habita en el interior de las casas, prefiriendo las inmediatas á las huertas y jardines; devora con predileccion las naranjas y granadas dulces, dejando la cáscara vacía y casi intacta. Si el M. alexandrinus y el M. tectorum forman dos especies distintas, segun opinan ciertos autores, nuestra especie debe referirse al M. tectorum» (p. 56).

Como se deduce, había polémica por si había dos o tres especies. Todo ello basado en la coloración. Posteriormente se dejó en subespecies. Y actualmente no se sostiene.

Fauna de Sierra-Morena, 1881

En 1881 el doctor Leopoldo Martínez y Reguera (1841-1917) publica ‘Fauna de Sierra-Morena. Catálogo descriptivo de los mamiferos del término de Montoro con la indicacion de las utilidades y perjuicios que pueden producir al hombre’ [21, 22]. En esta obra son tratadas las dos especies bajo el nombre científico de Mus rattus y Mus decumanus siguiendo las obras anteriores. La primera es denominada como rata y, la segunda, como rata de los comunes. Son pocos los datos que aporta y de poco interés. Sobre Mus rattus destacto: «Más grande que el raton, más oscura por arriba, más blanca por debajo, más voraz, más sanguinaria, más brava, pues se resiste y lucha con los gatos, perros, comadrejas, turones y serpientes […]. Sus costumbres y habitacion son las mismas que las del anterior [el ratón], no abundando tanto por su menor fecundidad y por la destruccion mútua en épocas famélicas» (pp. 169-171). Y sobre Mus decumanus menos explica: «Mas grande que la anterior, de pelo más rojo, menos oscuro, cola más larga, bigotes fuertes, más valiente, feroz y sanguinaria, al punto de atacar al niño dormido, empezando por los ojos, luchar con el gato y el perro, y merodear los cementerios, mataderos, muladares, alcantarillas en busca de carne cadavérica. Nada con facilidad. No abunda mucho en este término» (p.171).

La vida de los animales, 1880

Entre 1880 y 1883 fue publicada la obra ‘La vida de los animales’ en 6 volúmenes del zoólogo alemán Alfred Edmund Brehm (1829-1884) [44]. No se trata de una obra de autor español, pero quiero dejar constancia de que en este texto aparece por primera vez la denominación rata negra. Mus rattus es definida como «rata común y negra» (tomo 2, p. 53). Y Mus decumanus como  «rata turón» (tomo 2, p. 54). Esto es interesante. En la descripción de Mus rattus se dice respecto al color del pelaje: «Por arriba tiene un color negro pardo oscuro; por abajo, algo más claro, de un negro gris». El traductor no es zoólogo y, por tanto, traduce sin adaptar. Y lo que es más importante, no tiene conocimiento de cómo son las ratas en España.

Fauna matritense. Mamíferos, 1894

En 1894, Manuel Cazurro Ruiz (1865-1935) publicó su ‘Fauna matritense. Mamíferos’ en las Actas de la Sociedad Española de Historia Natural de la sesión del 3 de octubre de 1894 [23, 24]. Menciona tres especies de rata: Mus decumanus, M. tectorum y M. rattus. La segunda y tercera especie son la misma, pero en aquella época algunos autores vieron que R. rattus tenía diferencias de pelaje dependiendo de la zona geográfica. Dependiendo de cada autor, veían dos o tres morfotipos que algunos clasificaban como subespecie y otros como especie. Un auténtico lío que duró medio siglo. Para M. decumanus, los datos hay que tomarlos en serio. Pero para las otras dos especies hay que tomarlos con cautela. Veamos qué dice de cada especie. Cazurro hacer referencia al catálogo metódico de mamíferos de la fauna matritense de 1851 de Graells.

«M. decumanus Pall. Pelo rojizo por encima con pelos más obscuros y gruesos, por la cara ventral de color más claro casi gris. Pies no pelosos. Cola algo más corta que el cuerpo con 210 anillos escamosos. Orejas bastante más cortas que la cabeza. […] Especie procedente de Oriente, y que en tiempos no muy lejanos, invadió toda la Europa. Es muy común en toda la provincia. Madrid! Escorial! Pinto (Bolívar, col. Museo.) Area matritense, Graells! Se conoce generalmente con el nombre de Rata. El Sr. Graells, en su lista citada, la señala especialmente como propia de las alcantarillas de Madrid» (p. 196).

«M. tectorum Savi. Pelo de color pardo amarillento por encima, blanco casi en el vientre y en los pies; con una mancha de amarillo en la garganta. El hocico medianamente agudo. Orejas casi tan largas como la cabeza. Cola algo más larga que el cuerpo, con unos 250 anillos próximamente. […] Esta especie es, en el sentir de algunos, una variedad de la rata negra común, distinta sólo por su color rojizo amarillento. M. de l’Isle supone que esta variedad es una raza oriental de donde procede la rata común de Europa y que los individuos que de ella hoy se observan proceden de invasiones recientes. Generalmente se confunde con la especie que sigue. Madrid! El Sr. Boscá ha remitido ejemplares de esta especie á las colecciones del Museo, procedentes de Ciudad-Real y Valencia.» (p. 196).

«M. rattus L. Pelo gris obscuro, negruzco por encima y casi ceniza por la cara ventral, pies negruzcos. Hocico más agudo que en las especies anteriores. Orejas grandes y desnudas, de la mitad de la longitud de la cabeza. Cola más larga que el cuerpo, próximamente con unos 260 anillos. […] Especie muy común en toda la Península, que constituye á veces casi una plaga. Como las especies anteriores se designa con el nombre de Rata. Provincia de Madrid!, etc.» (p. 197).

En este punto tengo dudas sobre las observaciones de Cazurro. Y más si me atengo a la literatura científica posterior y, más en concreto, con lo que Ángel Cabrera publicó en 1914. Este autor explica que el morfotipo de pelaje oscuro estaba básicamente en el noroeste de la península, mientras que en el resto abundaba el pelaje con dorso leonado y vientre blanco o blanco amarillento, que posteriormente fue denominado como Rattus rattus frugivorus. Que conste que no dudo que en Madrid no hubiera ratas con pelaje oscuro, como se verá más adelante con Vericad Cormina, la cosa es más compleja.

Ángel Cabrera, 1914

En 1914 Ángel Cabrera Latorre (1879-1960) publicó ‘Fauna Ibérica. Mamíferos’ [25, 26]. Esta obra fue durante muchos años la referencia en cuanto a mamíferos en la península, lo cual da cuenta de lo que explicaba, pobreza de estudios biológicos en general. La obra de Cabrera está muy por delante de las anteriores, lo cual es un reflejo del avance en conocimientos de las ciencias biológicas. Se puede clasificar como de obra moderna.

El género de ambas especies de rata ya no es Mus, que se reserva para el ratón doméstico, Mus musculus. Las ratas tienen un nuevo género llamado Epimys: E. rattus y E. norvegicus. Respecto a la primera especie, entonces se creía que estaba constituida por tres subespecies como he explicado que coincidían con tres pelajes diferentes: rattus, frugivorus y alexandrinus. Algunos autores elevaban alguna de estas a nivel de especie. Había discusión sobre ello. Posteriormente ha quedado todo ello en morfotipos. Según Cabrera, en España había E. rattus, que sería el morfotipo de pelaje oscuro (la rata negra) y Epimys rattus frugivorus, con pelo de color leonado en el dorso y claro en el vientre que puede ser blanco o blanco amarillento. También estaba la subespecie alexandrinus con pelo gris en el vientre parcial o totalmente. Había discusión sobre su presencia porque se había detectado alguna en barcos. Sin embargo, Cabrera se muestra tajante escribiendo que falta por completo.

Sobre la distribución geográfica de E. rattus, escribe esto: «Norte y centro de la Península, aunque muy raro en todas partes, pudiendo considerársele extinguido, salvo en Galicia y en el distrito cantábrico. En las Baleares no existe, pero es difícil averiguar si no ha existido nunca ó si, como es verosímil, ha sido exterminado por su rival, el Epimys norvegicus, como en otros puntos ha ocurrido» (p. 346). Y añade: «La rata negra no parece haber sido nunca abundante en España, y en las provincias del mediodía tal vez no ha existido jamás. Según Seabra, es también «pouco vulgar em Portugal». Probablemente, se trata de una forma importada, pero faltan datos fidedignos sobre la época de su importación. Expulsada de las poblaciones por el E. norvegicus, sólo se encuentra ya en los campos, donde vive principalmente de frutos. En Galicia hace grandes destrozos en los nogales» (p. 247).

Y sobre E. rattus frugivorus, escribe lo siguiente: «Probablemente toda la Península, aunque hasta ahora no tengo noticias sobre su existencia en el ángulo noroeste de la misma. Existe también en las Baleares, donde parece ser indígena. Fuera de nuestro país, esta misma subespecie se encuentra en toda la Europa meridional y parte de la central, así como en algunas regiones del norte de África y en América, adonde ha sido importada por los barcos. Localidad típica, Sicilia» (p. 248). Y añade: «Esta subespecie ha sido siempre más común que el E. rattus típico en nuestro país, en el que acaso sea indígena, aunque también es posible que se trate de una forma originada en las islas del Mediterráneo y extendida á la Península por inmigración desde las Baleares. Los españoles fuimos los que la llevamos á América en los comienzos del siglo xvi. El E. norvegicus la ha expulsado de las poblaciones, y en la actualidad hace vida enteramente campestre, encontrándosela en las huertas y en los alrededores de las casas de campo. Generalmente anida en los árboles, aunque también se establece en los graneros y palomares» (p. 249).

Lo escrito por Cabrera da cuenta de la retirada de R. rattus al ámbito periurbano, campestre e incluso se encuentran poblaciones alejadas de núcleos urbanos. Una situación que es distinta a la actual donde R. rattus se ha vuelto a introducir en los núcleos urbanos de grandes urbes. Sobre E. norvegicus, destaco lo siguiente: «Distribución geográfica. Toda la Península y las Baleares. El E. norvegicus es de origen asiático y actualmente se encuentra extendido por toda Europa, casi toda Asia y gran parte del África septentrional, habiendo emigrado también á América. Localidad típica, Noruega» (pp. 250-251). Y añade: «Esta especie, establecida en España desde fines del siglo XVIII ó principios del XIX, es la rata que todo el mundo conoce. Abunda más de lo que fuera de desear en alcantarillas, cuadras y grandes almacenes, hallándose también en las huertas y los jardines, y de todos estos lugares ha conseguido expulsar al E. rattus, que en otro tiempo los ocupaba. En muchos sitios adquiere hábitos acuáticos, siendo entonces frecuentemente confundida por el vulgo con el Arvícola sapidus. Es el más omnívoro de todos los mamíferos, devorando las substancias aparentemente menos comestibles y destruyendo todos los seres más débiles que ella. La facilidad con que se adapta á cualesquiera condiciones de vida y su aptitud para transmitir los gérmenes de toda clase de enfermedades infecciosas, hacen de este roedor el más temible parásito de nuestras ciudades» (p. 251).

Geografía general del Reino de Valencia,  1918-1922

Tal y como señala Cabrera, R. rattus se ha convertido en la rata de campo por la expulsión de las ciudades por R. norvegicus. Lo mismo se apunta en una obra de la época como es ‘Geografía General del Reino de Valencia’, publicada en 5 volúmenes entre 1918 y 1922 bajo la dirección de Francisco Carreras y Candi [27]. El capítulo dedicado a la fauna valenciana fue escrito por Antimo Boscá Seytre (1874-1950) [28].

Sobre R. norvegicus: «Epimys norvergicus Erxl. (Mus alexandrinus). En Val., en las poblaciones, rata arbellonera; en la zona del arroz, rata arrosera; rata de barco en los puertos. Es una forma exótica que, apesar de existir solamente desde fines del siglo pasado, ha llegado á desalojar á las demás especies; tal es su poder de adaptación y fecundidad. En la Ribera se la comen, vendiéndose ya desollada en los mercados de Sueca, Sollana, etc., esto ya que allí solo se alimenta de arroz y de buenas hierbas» (p. 543).

Y sobre R. rattus, siguiendo a Cabrera tratan dos subespecies para la península, frugivorus y rattus. Pero solo la primera es la propia de Valencia. En el texto hay un error de imprenta, ya que se puede leer Trugivorus: «La muy afine Epimys rattus (var. Trugivorus Raf.), apesar de que no pocos científicos la confunden con la anterior, los labradores la distinguen con el nombre de rata pardalerateulaina (pajarera ó de tejado) y aún rata de panxa blanca; es la rata campesina del litoral que ataca también á las cosechas agrícolas» (p. 544). Y sobre la segunda se da un dato anecdótico: «El Epimys rattus Lin., rata negra; es muy rara en el país, existiendo un ejemplar, procedente de las inmediaciones del puerto del Grao de Valen­cia, en la colección E. Boscá» (p. 544).

Ángel Cabrera, 1921

En 1921 Ángel Cabrera publica una obra de divulgación titulada ‘Roedores del campo y de los almacenes’ [29]. El nombre de género ha cambiado de Epimys al actual Rattus. R. norvergicus es denominada rata común y R. rattus como rata de campo. Sobre la rata común escribe: «[…] parece designada en algunos libros, no sabemos por qué, con el nombre de «turón», que, como es sabido, pertenece a una alimaña de la familia de las garduñas y comadrejas. […] es de origen exótico, creyéndose que su verdadera patria es el Asia central. Viajero infatigable, sigue a los ejércitos en sus campañas y emigra de uno sitios a otros en cuento se inicia algún peligro para él o escasea el alimento. […] penetró en Europa a principios del siglo XVIII, extendiéndose poco a poco hacia Occidente. En 1750 llegó a París, y a fines del mismo siglo o principios del XIX, entró en España, invadiendo por completo nuestra Península cuando vinieron los ejércitos de Napoleón» (pp. 11-12).

Sobre R. rattus escribe: «Se conocen varias razas, originadas, sin duda, en diferentes países […]. La rata de campo común en nuestro país, la que podríamos considerar indígena, es el Rattus rattus frugivorus de los naturalistas, de un bonito color leonado por encima y blanca como la nieve por el vientre. A veces se encuentra junto a ella otra raza, que parece proceder del Levante, la rata alejandrina (Rattus rattus alexandrinus), de pelaje pardo claro, con la región ventral gris pálidas, siendo a veces blanca las puntas de los pelos. Una tercera raza, común en el norte y centro de Europa, y que en ocasiones se halla en nuestra Península, sobre todo en las provincias del Norte, es la rata negra (Rattus rattus rattus), así llamada por el color negro o negruzco, muy lustroso, que domina su pelaje» (pp. 13-14). Y añade a continuación: «En otro tiempo, las ratas de campo eran también las ratas comunes en nuestras ciudades, pero la rata grande, llegada desde el centro de Asia, les hizo una guerra a muerte, expulsándolas de todas partes, y hoy son animales de costumbres puramente agrarias. Más ágiles, aunque menos fuertes, que la invasora, viven y anidan, generalmente en los árboles o en otros sitios elevados, tales como los palomares y los tejados de las casas de campo. […] Contribuye, sin duda, a que la rata de campo no sea tan abundante como la común el hecho de que la primera no se reproduce con la rapidez de la segunda. Sólo cría, en efecto, de dos a cuatro veces al año, en vez de hacerlo ocho veces, y en cada parto produce solamente de cuatro a once crías» (p. 14).

Pablo Cartañá Castellá y Juan Gil Collado, 1934

Una de las obras científicas más importantes sobre epidemiología de enfermedades transmitidas por artrópodos fue publicada en 1931 bajo el título ‘Estudio de las ratas y de sus ectoparásitos en ocasión del brote epidémico de peste en Barcelona en 1931’ [30]. Se describe al principio las especies que constituyen la base del estudio. Se habla de Epymus rattus, Epymus rattus frugivorus, Epymus rattus alexandrinus y Epymus norvegicus norvegicus. El lío de las tres subespecies para R. rattus continúa e incluso se mencionan dos subespecies de R. norvegicus.

Sobre E. rattus en Barcelona se dice: «Es muy abundante en los barcos, está, en cambio, muy reducida en la ciudad por la competencia que le hace la rata gris. […] El pelo del dorso del cuerpo es largo y áspero, mientras toda la región ventral es de color gris de plomo más o menos pálido y con pelos cortos. Probablemente la presencia de esta rata en Barcelona en una sola casa, que comunicaba con el puerto, es debida a la inmigración de ratas procedentes de barcos» (pp. 6-7).

Sobre E. r. frugivorus: «Esta rata parece ser bastante salvaje en tierra, en donde se encuentra solo en los campos. En cambio, la hemos encontrado con bastante frecuencia en los ejemplares procedentes de la desratización de barcos. […] pelaje del dorso pardusco leonado, más o menos claro y frecuentemente con pelos más claros destacándose sobre los restantes. […] Vientre cubierto de plelos blancos o ligeramente amarillentos, con la base del mismo color. […] Aunque Cabrera indica que esta variedad ha sido indudablemente transportada por los barcos a algunas regiones del norte de África y América, los diferentes autores que hemos consultado no la citan nunca como rata de barco, probablemente por confundirla con el alexandrinus» (p. 7).

Y sobre E. r. alexandrinus, los autores dicen: «Esta variedad se encuentra muy frecuentemente sobre los barcos, acompañando a la variedad anterior y a E. rattus rattus. […] No ha sido encontrada en nuestro país. Sin embargo, nos inclinamos a creer, en contra de la opinión de Cabrera, que debe formar parte de nuestra fauna de roedores, apoyándonos en el hecho de que abunda en barcos desratizados que hacían simplemente viajes de cabotaje entre diversas regiones de España. […] pelaje del dorso pardo grisáceo y áspero con algunos pelos leonados; ese color cambia gradualmente hacia la región  ventral, en la cual el pelo es gris pálido y largo» (p. 8).

No voy a tratar aquí otra cuestión liosa que aparece en el estudio y es la distinción de Epymus norvegicus norvegicus de E. norvegicus hibernicus. Sinceramente, hasta que no leí este estudio ni sabía que se había planteado la existencia de subespecies de la rata de alcantarilla. Es cierto que hay cambios en el color del pelaje. En el norte de la península las he visto más grises que en el este donde vivo. Los autores describen así el pelaje de la rata de alcantarilla en Barcelona, de lo que ellos llamas E. n. norvegicus: «Pelaje de la parte dorsal de color leonado, con pelos de color canela, cuyo extremo es más obscuro, casi negro, por lo cual la tonalidad en general es más obscura; vientre blanco amarillento grisáceo.» (p. 9).

El resumen es que se capturaron 4.268 ratas: «Hemos hallado en el casco de la población un 99,9 por 100 de la especie E. norvegicus, y 0,1 por 100 entre E. rattus rattus y E. norvegicus hibernicus» (p. 105). En concreto, fueron 7 ejemplares de R. rattus  capturadas en locales portuarios. Esto da cuenta de lo escaso de la especie.

Juan Ramon Vericad Coromina, 1970

En 1970 Juan Ramon Vericad Coromina publica la obra ‘Estudio faunístico y biológico de los mamíferos del Pirineo’ [31]. Son 232 páginas con datos muy interesantes que aparecieron en el volumen 4 de las publicaciones del Centro Pirenaico de Biología Experimental (CSIC) de Jaca. Este texto es muy importante por los datos aportados y por ser tratados de manera rigurosa. R. rattus es denominada como rata negra y, R. norvegicus, como rata común.

Sobre R. rattus, se escribe lo siguiente: «Según las residencias ecológicas de las localidades de captura se deduce el comensalismo de este roedor encontrándose un 93,2 % de ejemplares ligados a construcciones humanas, habitadas o no, tanto en zona rural como en zona urbana: Estos ejemplares ocupan de mayor a menor preferencia, edicios habitados y deshabitados (tanto en bodegas como en pisos altos), cuadras y corrales, casas de monte abandonadas o habitadas en ciertas épocas del año y ruinas. El 6,8 % restante corresponde a ejemplares capturados en pinar y en quejigal, relativamente lejos, por tanto, de toda actividad humana doméstica» (p. 165).

Se estudiaron 62 pieles conservadas en seco que fueron divididas en 3 grupos por coloración: 35 ejemplares de dorso leonado y vientre blanco puro o amarillento que corresponderían con R. r. frugivorus forma más generalizada en la península; 22 ejemplares de dorso leonado y vientre gris-leonado que corresponderían con R. r. alexandrinus; 5 individuos de dorso gris oscuro y vientre gris que correponderían con R. r. rattus centroeuropeo. Desde mi punto de vista, esto desmonta la idea de subespecies. Sería como decir que las palomas domésticas blancas o pardas son otra subespecie. Vericad Coromina discute justo esto y dice que frugivorus y alexandrinus son sinónimos «por la gran cantidad de ejemplares intermedios existentes respecto a coloración, entre estas dos formas como he podido comprobar (p. 166).

Ahora bien, el texto de Vericad Coromina aborda más asuntos de interés. Dice sobre su biología: «Desde la invasión en Iberia de R. norvegicus a finales del s. XVIII o principios del XIX (CABRERA, 1914), R. rattus ha ido desalojando varias residencias que ocupaba, tomando hábitos más campestres o bien en los grandes núcleos urbanos confinándose a los edificios y más frecuentemente a las zonas altas de los mismos. R. norvegicus parece ser la causa de la regresión de R. rattus, pero para JIRSIK (1955) y otros autores citados por él la causa primaria de su desaparición parece ser la disminución de construcciones de madera y de tejados de paja. Sin embargo, después de la primera guerra Y sobre todo después de la segunda R. rattus va ganando parte del terreno que perdió el siglo pasado (JIRSIK, 1955 y VAN DEN BRINK Y BARRUEL, 1967). MEYLAN (com. verb.) ha notado en Suiza un aumento de R. rattus, la cual, según los autores clásicos era muy escasa. Los ejemplares que he podido observar, tanto en vida libre como cautivos son ágiles y buenos saltadores. En el núcleo urbano de Jaca ocupan lo mismo las bodegas y sótanos que los pisos altos y buhardillas» (p. 166).

Respecto a R. norvegicus, se escribe lo siguiente: «En la región de Jaca la rata común no ha sido capturada hasta el momento y tampoco el estudio de egagrópilas ha dado resultado alguno. Este aparente vacío puede ser debido a dos causas, o que R. norvegicus no haya llegado nunca a esta región o bien que en caso de haber llegado haya desaparecIdo. De todas maneras NIETHAMMER (1956 a) apunta que R. norvegicus parece faltar en muchas localidades. Mientras que CABRERA (1914) dice que en 1900 era muy frecuente en Iberia. Cabe apuntar quizá una regresión de· esta especie» (p. 167).

Este trabajo de Vericad Coromina es muy interesante no solo por los datos y calidad de su análisis, sino por todo lo que sugiere. Es el primer texto en español que plantea no solo la posibilidad del aumento de R. rattus que es lo que tenemos hoy en día, sino la disminución de R. norvegicus, aunque esto ni siquiera me lo había planteado.

Félix Vicente Faus Percha

Volviendo al principio, tras publicar su tesis y artículo sobre los nidos aéreos de la rata negra, Faus Percha nos regaló otro maravilloso artículo en 1988 titulado ‘Contribución al conocimiento de la malacofagia de Rattus rattus (Linnaeus, 1758)’ [32]. Me encanta este artículo porque saca punta a algo tan concreto como la manera de trabajar la concha para extraer al animal. ¿Quién se para a observar esto? Yo por ejemplo, pero no soy tan fino y profundo como él.

Un par de años después, en 1990, Faus Percha abundó en el asunto de los nidos aéreos y publicó ‘Vegetal supports for the aerial nesting of Black rat (Rattus rattus) in the East of Spain’ [33]. Y el último dedicado a esta especie fue publicado en 1993, escrito junto a José Albano López López, titulado ‘Tendencias en la ocupación de cajas-nido por la rata negra, Rattus rattus L., en el naranjal valenciano’ [34].

Ahora, si Faus Percha fue pionero en el estudio de la rata negra, también lo fue en el estudio de Mus musculus y Mus spretus cuando en 1985 publicó ‘Sobre la presencia de Mus musculus (Linnaeus, 1758) y Mus spretus (Lataste, 1883) en el Campus Universitario de Burjassot (Valencia)’ [35]. Debo matizar que no fue el primero en España en escribir sobre Mus musculus, ya que hay estudios anteriores de Valentí Sans Coma o de Joaquím Gosàlbez. Pero sí es de los primeros y además ya trata Mus spretus como especie separada de la anterior.

Y para acabar con Faus Percha, creo que también fue el primero en dedicar un estudio a las especies implicadas en el control de plagas. En 1993 publicó ‘La problemática de los roedores comensales en la Vega Baja del río Segura (Alicante)’ [36]. Es un estudio interesante y que arroja datos sobre las tres especies sinantrópicas. Recomiendo su lectura. Y que cada uno saque sus conclusiones del grado de ignorancia en el que se mueve el sector de control de plagas que, en su mayor parte, no sabe distinguir R. norvergicus de R. rattus. Es una lástima que Faus Percha no siguiera publicando porque todos sus artículos contienen datos importantes para comprender las diferentes especies que intentamos controlar. También publicó otros artículos interesantes que no aplican en la temática que trato. Antes explicaba que no tengo casi datos de Faus Percha. He encontrado que fue profesor de Biología en diferentes institutos de secundaria de la Comunidad Valenciana. No sé si todavía ejerce. Y también que publicó un poemario.

Estudios sobre R. norvegicus

También hubo estudios dedicados a R. norvegicus. Creo que el primero fue en 1984 titulado ‘La rata común, Rattus norvegicus, en el Delta del Ebro. Daños ocasionados y eficacia de la campaña de desratización’ [37]. El autor principal es Joaquim Gosàlbez y fue publicado en la revista Agricultura editada por el Ministerio de Agricultura. Ahora bien en 1986, parece que se dedicó la primera tesis doctoral a esta especie bajo el título ‘Estudio biológico de la rata común, Rattus norvegicus (Berkenhout, 1769) en el Delta del Ebro (Tarragona)’ [38]. Aparece citada en diversas publicaciones. No he tenido el gusto de leerla. Desconozco si su autor, L. Conte, siguió publicando sobre micromamíferos. No he encontrado nada más de él.

El único libro publicado a esta especie que consta para nuestra bibliografía es ‘La rata de alcantarilla (Rattus norvegicus): ecología, comportamiento y control’, escrito por Tomás Landete y publicado en 1998 [39]. No he encontrado nada más. Esto contrasta por otros estudios que hubo dedicados a R. rattus a cargo de un grupo de tres investigadores: E. Zamorano, L. Palomo y J. Vargas [40, 41, 42]. Vuelvo a incidir en lo primero, será que no tiene influencia esta especie en nuestras vidas como para estudiarla mejor.

Conclusiones

Voy a seguir buscando información que complemente el panorama. Para empezar, me falta consultar alguna obra que no he encontrado disponible como la que publicó en 1897 Mariano de la Paz Graells titulada ‘Fauna Mastodológica Ibérica’ [43].

De los datos se pueden sacar algunas conclusiones en relación a la expansión y evolución de ambas especies. Como dato a destacar está que la primera cita de R. norvegicus para España es de Graells en 1851 para la fauna de Madrid. Luego tenemos una cita de R. norvegicus para la fauna de Asturias de 1859 por Pascual Pastor, aunque no cita localización exacta. Y en 1861, Víctor López Seoane cita esta especie para Ferrol, Coruña y Vigo. En 1869 es citado por Antonio Machado para Andalucía. En 1875, Francisco Barceló dice que es muy abundante en las Islas Baleares. En 1881, Leopoldo Martínez la cita para Sierra Morena en Andalucía. En 1894, Manuel Cazurro la cita para Madrid, Escorial y Pinto. En 1918, Boscá la cita para la Comunidad Valenciana. Y acabo para no alargarme que la cita científica para Barcelona es por Pablo Cartañá y Juan Gil Collado en 1934. Y esto a pesar de que esta especie fue objeto en Barcelona de un  control sistemático a raíz de declararse en 1905 un brote epidémico.

Importante también es que casi todas las citas para R. norvegicus, también sirven para R. rattus, pues se menciona en los textos. Por tanto, la aparición de una especie, sirvió para definir a otra. Y respecto a esta segunda especie, habría que profundizar de alguna manera en saber desde cuándo está aumentando su población.

Notas:

[1] Faus, F.V. 1980. Sobre nidos aéreos de rata negra (Rattus rattus frugivorus Rafinesque, 1814) en el naranjal saguntino (Valencia). Tesis de Licenciatura. Universidad de Valencia. 150 p.

[2] Faus Percha, F.V., Vericad Coromina, J.R. 1981. Sobre nidos aéreos de rata negra, Rattus rattus (Linnaeus, 1758), en el naranjal saguntino (Valencia). Mediterránea, Serie de Estudios sobre Biología Terrestre Mediterránea, 5: 67-96.

[3] Coto, Héctor. 2007. Actualización en biología y control de ratas sinantrópicas. Editorial Gestal Group, Argentina. 571 p.

[4] Georges-Louis Leclerc de Buffon. Wikipedia. Enlace: es.wikipedia.org/wiki/Georges-Louis_Leclerc_de_Buffon (consulta 17-09-2022).

[5] Pedro Estala. Wikipedia. Enlace: es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Estala (consulta 17-09-2022).

[6] Sánchez Espinosa, Gabriel. 2005. Un impresor ante la crisis de las luces. Revista de Literatura, LXVII, 134: 373-409.

[7] Estala, Pedro (Editor). 1803. Compendio de la historia natural de Buffon, clasificado según el sistéma de Linnéo por Renato Ricardo Castel, traducido é ilustrado por Pedro Estala, presbítero. Tomo X. Imprenta de Villalpando, Madrid. 310 p.

[8] Rodrigo, José. 1837. Nuevos elementos de historia natural conteniendo la zoología, la botánica, la mineralogía y la geología, aplicadas a la medicina, a la farmacia, a las ciencias y artes comunes por M. Salacroux. Tomo I. Imprenta Verges, Madrid. 287 p.

[9] Mariano de la Paz Graells y de la Agüera. Wikipedia. Enlace: es.wikipedia.org/wiki/Mariano_de_la_Paz_Graells (consulta 17-09-2022).

[10] Graells, Mariano de la Paz. 1851. Catálogo metódico de los mamíferos observados hasta el día por la sección zoológica en el área de la fauna matritense. p. 66-76. En: Memoria que comprende el resumen de los trabajos verificados en el año de 1851 por las diferentes secciones encargadas de formar el mapa geológico de la provincia de Madrid y el general de todo el Reino. Imprenta Eusebio Aguado, Madrid. 429 p.

[11] Pastor López, Pascual. 1859. Apuntes sobre la fauna asturiana bajo su aspecto científico e industrial. Imp. Benito González, Oviedo. 44 p.

[12] Víctor López Seoane. Wikipedia. Enlace: es.wikipedia.org/wiki/V%C3%ADctor_L%C3%B3pez_Seoane (consulta 17-09-2022).

[13] López Seoane, Víctor. 1861. Fauna mastológica de Galicia ó historia natural de los mamíferos de este antiguo reino: aplicada á la medicina, á la agricultura, á la industria, á las artes y al comercio. Imprenta Manuel Mirás, Santiago. 544 p.

[14] Fulgosio, Antonio. 1867. Crónica de la provincia de Pontevedra. Editores Rubio y Compañía. 96 p.

[15] Antonio Machado y Núñez. Wikipedia. Enlace: es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Machado_N%C3%BA%C3%B1ez (consulta 17-09-2022).

[16] Machado y Núñez, Antonio. 1869. Catálogo metódico y razonado de los mamíferos de Andalucía, clasificados segun el sistema del Dr. Enrique Schinz. Imp. de Gironés y Orduña, Sevilla. 48 p.

[17] Vilanova Piera, Juan (Editor). 1872-1876. La Creación. Historia Natural. Montaner y Simón, Barcelona. 8 tomos: (I) 549 p., (II) 350 p., (III) 447 p., (IV) 499 p., (V) 473 p., (VI) 656 p., (VII) 703 p., (VIII) 484 p. 34 x 26 cm.

[18] Juan Vilanova y Piera. Wikipedia. Enlace: es.wikipedia.org/wiki/Juan_Vilanova_y_Piera (consulta 17-09-2022).

[19] Francesc Barceló i Combis. Viquipèdia. Enalce: ca.wikipedia.org/wiki/Francesc_Barcel%C3%B3_i_Combis (consulta 17-09-2022).

[20] Barceló y Combis, Francesc. 1875. Apuntes para la fauna balear. Catálogo metódico de los mamíferos observados en las Islas Baleares. Anales de la Sociedad Española de Historia Natural, 4: 53-68.

[21] Leopoldo Martínez Reguera. Wikipedia. Enlace: wikipedia.org/wiki/Leopoldo_Mart%C3%ADnez_Reguera (consulta 17-09-2022).

[22] Martínez y Reguera, Leopoldo. 1881. Fauna de Sierra-Morena. Catálogo descriptivo de los mamiferos del término de Montoro con la indicacion de las utilidades y perjuicios que pueden producir al hombre. Imprenta de M. Romero, Madrid. 414 p.

[23] Manuel Cazurro Ruiz (1865-1935). Real Academia de la Historia. Enlace: dbe.rah.es/biografias/11882/manuel-cazurro-y-ruiz (consulta 17-09-2022).

[24] Cazurro, Manuel. 1894. Fauna matritense. Mamíferos. p. 188-226. En: Actas de la Sociedad Española de Historia Natural. XXIII. Imprenta Fortanet, Madrid. 350 p.

[25] Ángel Cabrera Latorre. Wikipedia. Enlace: es.wikipedia.org/wiki/%C3%81ngel_Cabrera_Latorre (consulta 17-09-2022).

[26] Cabrera, Ángel. 1914. Fauna Ibérica. Mamíferos. Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid. 441 p.

[27] Carreras y Candi, Francisco (Editor). 1918-1922. Geografía general del Reino de Valencia. Establecimiento Editorial de Alberto Martín, Barcelona. 5 volúmenes. 5404 p.

[28] Boscá Seytre, Antimo (1874 – 1950). Instituto de Historia-CCHS-CSIC. Enlace: ceies.cchs.csic.es (consulta 17-09-2022).

[29] Cabrera Latorre, Ángel. 1921. Roedores del campo y de los almacenes. Editorial Calpe, Catecismos del agricultor y del ganadero, n. 17. 32 p.

[30] Cartañá Castellá, Pablo & Gil Collado, Juan. 1934. Estudio de las ratas y de sus ectoparásitos en ocasión del brote epidémico de peste en Barcelona en 1931. Publicaciones Oficiales de la Comisión Permanente de Investigaciones Sanitarias (CPIS), Dirección General de Sanidad, Madrid. Trabajo n. 11. 116 p.

[31] Vericad Coromina, Juan Ramon. 1970. Estudio faunístico y biológico de los mamíferos del Pirineo. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Publicaciones del Centro Pirenaico de Biología Experimental, Vo. 4. 232 p.

[22] Faus Percha, F.V. 1988. Contribución al conocimiento de la malacofagia de Rattus rattus (Linnaeus, 1758). Mediterránea, Serie de Estudios Biológicos, 10: 19-27.

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