C. Pradera, Barcelona, 07-07-2022

Me hace ilusión esta entrevista por dos razones. Por un lado, podemos conocer a Mikel Alexander González González de Heredia, investigador y entomólogo. Quienes no lo conozcan, espero que comprendan la calidad de esta persona. Deducirán de sus palabras la pasión que tiene por lo que hace. Una joya. Su curiosidad lo lleva a investigar en aquello que ama, la entomología. Y de ello nos beneficiamos todos, porque luego lo transmite a través de publicaciones.

Y el hecho de que transmita sus conocimientos, es la segunda razón de esta entrevista. Acaba de publicar un manual con el interesante título de ‘Insectos de importancia médico-veterinaria en el norte de España’. Es un libro magnífico que no he dudado en adquirir. Tiene una extensión de 224 páginas con un excelente diseño en páginas de tamaño grande (29’5 x 21 cm). Está muy bien organizado. Es didáctico, práctico y un pozo de conocimientos. Y por supuesto, a diferencia de otros manuales, facilita la identificación. Porque ante todo quiere ser manual de consulta y para ello facilita la consulta. El texto indica lo necesario para la identificación y se acompaña de las necesarias fotografías. Es un manual necesario que recomiendo a quienes nos dedicamos al control de plagas.

¿Qué te ha motivado a escribir ‘Insectos de importancia médico-veterinaria en el norte de España’?

Desde muy pequeño he sentido gran pasión por los insectos. Con apenas 14 años recuerdo que ya almacenaba cajas entomológicas de insectos pinchados en el cuarto de mi habitación, muchos de ellos los capturaba en una zona boscosa junto a un campo de golf. Era un niño que mostraba una devoción inmensa por los seres vivos. Pasaba horas y horas intentando identificar los insectos recolectados en el campo con un microscopio estereoscópico y con la ayuda de claves de determinación del curso práctico de entomología de José Antonio Barrientos junto con otras guías de campo. A medida que fueron pasando los años, empecé a sentir mayor atracción por los insectos que picaban o parasitaban a los animales y humanos. Mis investigaciones científicas llevadas a cabo durante siete años trabajando en el País Vasco junto con un montón de observaciones propias que había recopilado desde niño, me condujeron a publicar varias docenas de trabajos de diversos grupos de insectos de importancia sanitaria, así como a almacenar un gran repertorio de fotografías. Tras acabar mi post-doctorado en una estancia mixta entre Brasil y España, en enero de 2019, pasé un largo periodo de tiempo desempleado, lo cual me motivó a comenzar la escritura del libro que aquí presento. Era ahora o nunca. Así que me aventuré a ello.

Te agradezco el esfuerzo. Un lujo para quienes lo hemos adquirido. En el título delimitas el norte de España, pero en la zona de estudio te has ceñido principalmente al País Vasco.

El libro fue inicialmente elaborado con un foco muy importante en Euskadi, pero no quería ceñirme a una zona geográfica tan pequeña, por lo que realicé algunas modificaciones. Algunos insectos han sido muy poco estudiados. De hecho, no hay trabajos al respecto a nivel tan regional, por lo que resultaba literalmente imposible elaborar un trabajo tan extenso como quería centrado en una región de tan pequeñas dimensiones. Tras lo cual, me replanteé que el libro debía ser considerado desde un prisma más amplio. La obra en términos generales aborda los insectos de España, pero cuando existen datos contrastados a nivel más regional entonces se proporciona esa información como observaciones de campo o publicaciones, y en su defecto, se recurre a publicaciones a nivel nacional o europeo. Si bien es cierto que se aportan los mapas de distribución de las 60 especies de insectos por categoría de provincias para la Comunidad Autónoma del País Vasco.

¿A quién va dirigido?

Para personas que tengan interés en la entomología y concretamente en los insectos con interés sanitario. Esto significa que es una obra valiosa para naturalistas, zoólogos, veterinarios, parasitólogos, profesionales de la salud pública, técnicos del sector especializado en el control de plagas, ganaderos, personal sanitario, técnicos de medio ambiente y especialistas multidisciplinares, entre otros. Yo lo defino como un libro diseñado para proporcionar un enfoque preciso y sucinto de las 28 familias de interés sanitario y de las 60 especies de insectos más emblemáticos. Se trata de un libro de consulta y se aprecia el gran esfuerzo que he hecho en recopilar cientos de fotografías que junto con los textos nos permitan describir e ilustrar los insectos con precisión permitiendo su separación de otras especies morfológicamente afines. Esto puede sonar banal, pero no lo es tanto, observo que por lo general muchas personas que se definen como entomólogos todavía no tienen claro cuáles son las características morfológicas que separan Calliphora vomitoria de Calliphora vicina, Haematopota pluvialis de Haematopota italica, Ctenocephalides canis de Ctenocephalides felis o Cephenemyia auribarbis de Cephenemyia stimulator, por citar solo algunos ejemplos. En esta parte he querido insistir mucho con fotografías y textos que resalten estos rasgos o atributos.

¿Cómo está estructurado el libro?

Desde el primer momento tuve claro que no quería un libro de escritura continua, sino que quería una obra estructurada en forma de láminas. Por ello, se compone de tres grandes partes. La primera es relativamente corta y describe sucintamente los principales métodos de trampeo y vigilancia de insectos de importancia sanitaria. La segunda se estructura en láminas dobles (texto + ilustraciones) con las 26 familias de interés sanitario pertenecientes a un total de 8 órdenes de insectos. Y la tercera parte, la más interesante, consta de láminas ilustradas de las 60 especies de insectos seleccionados por ser los más relevantes desde el punto de vista médico-veterinario, describiendo los rasgos principales para su determinación, hábitat, distribución, alimentación y hospedadores, importancia sanitaria, vectorial, epidemiológica o toxicológica y biología, junto con un apartado de generalidades y anécdotas. El libro comienza con una introducción sobre el impacto y conocimiento de los insectos y finaliza con un glosario de términos empleados, referencias y bibliografía consultada, lecturas recomendadas y mapas de distribución para Euskadi.

¿Qué insectos destacarías con mayor relevancia para las personas y animales en la zona de estudio?

El que más preocupa en este momento tanto por la avispa asiática (Vespa velutina), aunque el mosquito tigre (Aedes albopictus) también comienza a ser visto como un problema cada vez más notorio tanto por sus daños directos a través de las picaduras como por su posible papel en la transmisión de enfermedades vectoriales como el dengue. La cornisa cantábrica también sufre desde hace años una incipiente expansión y aumento de las poblaciones de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pytiocampa). Otro grupo de dípteros que ahora casi no nos acordamos pero que hace 15 años provocó la muerte de cientos de cabezas de ovino en el País Vasco, son los jejenes del género Culicoides. Estos diminutos nematóceros vehiculizan la enfermedad de la lengua azul, una arbovirosis de gran relevancia en el sector veterinario. Como bien sabes Carlos, en relación a plagas urbanas, también cabe destacar el aumento notable de consultas relacionadas con las chinches de las camas (Cimex lectularius).

¿Cómo lo podemos adquirir?

Me gustaría vender los 100 primeros ejemplares mediante venta directa con el propio autor. Me parece una manera cercana de interactuar con las personas interesadas. Para ello pueden escribirme a mi e-mail personal (mikel_alexander86@hotmail.com) y con mucho cariño les responderé y les haré llegar el ejemplar a la dirección deseada. Posteriormente, en unos meses, me plantearé usar la plataforma de Amazon u otros recursos similares con el objetivo de alcanzar a otros públicos. Al fin y al cabo, Amazon es una herramienta muy potente que nos permite llegar al mundo entero. El precio son solo 20 euros más gastos de envío, una auténtica ganga. Como sabes no tengo lucro con la venta, simplemente quiero cubrir los gastos de maquetación e impresión incluyendo 1 euro de donación que entregaré a personas necesitadas en mi próximo viaje a Brasil en agosto de este año. Desde la humildad quería transmitir a mis futuros lectores que no duden en contactarme para exponer posibles discrepancias o inexactitudes que podrán ser mejoradas en versiones posteriores.

Abordas el tema con un gran conocimiento. ¿Cuál es tu formación?

Yo estudié ciencias biológicas en la Universidad de Navarra y posteriormente realicé mi tesis doctoral en Álava en NEIKER (Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario) y finalicé dos másters, uno de ellos sobre control y gestión de plagas. A partir de entonces, comenzó mi periplo de casi cinco años como investigador por el extranjero investigando en países como Inglaterra (Universidad de Lancaster), Brasil (Instituto Oswaldo Cruz-Fiocruz) y República Dominicana (Universidad Iberoamericana). Durante este tiempo trabajé con flebótomos y mosquitos, principalmente. Trabajar en América latina ha sido la experiencia más intensa de mi vida y sin duda me ha hecho replantearme muchos aspectos de mi vida y forma de pensar. Me llevo una gran experiencia de todo lo vivido, pero ahora tengo ganas de centrarme y encontrar un trabajo que me motive en una región del mediterráneo español.

El libro refleja que tienes unos intereses amplios.

A diferencia de muchos profesionales que generalmente se especializan en una temática muy concreta, yo siempre he tenido el afán de tener un perfil más amplio, aunque si bien es cierto que los nuevos profesionales, entre ellos muchos de mis colegas, cada vez tienen una línea académica menos específica, posiblemente como forma de “adaptación” a los nuevos y constantes desafíos que la ciencia nos plantea. Yo me defino como un biólogo entomólogo de “bota y no tanto de bata” con muchas horas de campo de experiencia en la recolección, trampeo, vigilancia e identificación de dípteros con importancia médico-veterinaria. Mi punto fuerte son los jejenes del género Culicoides, los cuales abarcan casi la mitad de las publicaciones de mi currículum, pero en los últimos años he trabajado con mosquitos, flebotomos, tábanos, simúlidos y varias especies moscas, entre otros. Pero también he hecho un poco de todo, por ejemplo he trabajado mucho en la biología de las especies, lugares de cría, ensayos comportamentales, métodos de control, técnicas moleculares, ensayos de competencia vectorial, detección de patógenos, establecimiento/manipulación y manejo de colonias e incluso técnicas más avanzadas como la espectrometría de masas y electroantenografía.

¿Ha habido evolución en tus intereses?

Soy una persona extremadamente curiosa, y una vez que adquiero un cierto conocimiento o sabiduría en un grupo determinado, se me despierta la curiosidad por conocer otros grupos desconocidos, por lo que de la noche a la mañana diseño un pequeño estudio. No me lo pienso dos veces. Cuando mi curiosidad golpea la puerta de mi casa, rápidamente me lanzo a investigar y siento ansia por saber y conocer más. Esta es la parte más fascinante de los que amamos de corazón nuestra profesión. Ahora mismo estoy seducido por la mosca de los establos, cuyo nombre científico es Stomoxys calcitrans. Y tengo una espinita clavada con introducirme con otros insectos de las familias Oestridae e Hippoboscidae. Me parecen fascinantes y hay muy pocos estudios en España, menos aún sobre los hipobóscidos.

Entiendo lo que dices sobre la curiosidad. Me parece una virtud. ¿Quieres destacar algún trabajo de tu carrera?

Yo creo que mi post-doctorado (periodo 2015-2017) desarrollado en el estado de Sao Paulo (Brasil) fue el momento de mi vida que más me ha marcado, tanto desde el punto de vista psicológico como a nivel curricular, ya que este periodo me otorgó las publicaciones de mayor impacto y rigor científico de mi carrera profesional. Colaboré en un proyecto de cooperación internacional financiado por la fundación filantrópica de Londres (Wellcome Trust). El objetivo era desarrollar una estrategia de trampeo “amigable con el medio ambiente” para reducir la carga parasitaria de Leishmania, un protozoario transmitido por flebotomos y causante de la leishmaniosis, una enfermedad que afecta de forma mortal tanto a humanos como animales. La finalidad del proyecto era optimizar el desarrollo de una feromona sintética (análoga a la feromona sexual natural y de agregación) que fuese liberada a través de pequeños dispositivos emisores (con un costo de 1 dólar y duración de tres meses) que se colgaban en los gallineros o en el exterior de las viviendas en entornos peridomiciliares, donde previamente las paredes habían sido pulverizadas con insecticidas piretroides de larga duración. De esta manera, los flebotomos de ambos sexos se posaban en la pared atraídos por la feromona sintética, de tal manera que quedaban impregnados con el adulticida, provocando posteriormente la muerte de estos. Realizamos multitud de experimentos tanto en el campo como en el laboratorio con resultados muy satisfactorios. Los estudios revelaron una reducción del 50% de la prevalencia de la enfermedad tanto en humanos como en cánidos en aquellos lugares donde se implementó esta estrategia de control. Al final tuve que dejar este proyecto porque me surgió otra oportunidad laboral. La experiencia personal fue muy profunda, nunca olvidaré como familias de muy escasos recursos nos ofrecían el poco maíz y café que tenían. En Occidente vivimos en un egoísmo continuo.

Totalmente de acuerdo. ¿Cómo te ves en el futuro?

Lo veo muy mal sinceramente. Todo el mundo que me conoce sabe que me gusta hablar sin tapujos y soy muy transparente. La investigación en el sur de Europa por desgracia está infravalorada y hay una indiscutible sensación de que no hay cabida para todos, o en otras palabras, que solo hay sitio para unos pocos. Para personas como yo, solo aparecen opciones de trabajo en lugares como Europa Central y del Norte o USA. Sin embargo, yo no tengo ganas de pasarme la vida entera fuera de mi país de origen.

Lo comprendo. No es bueno lo que comentas. Es consecuencia del bajo nivel de conocimiento científico de la sociedad en la que vivimos. Y por supuesto, de tener unos valores pobres o mal enfocados.

Quería acabar mi entrevista con un mensaje positivo. Soy consciente de que poco a poco se abre un nuevo camino para los entomólogos en el sector privado. Las empresas de control de plagas que hasta hace unos años eran vistas por muchos como meros “aniquiladores de insectos” están empezando a especializarse y profesionalizarse lo que conlleva la adquisición de nuevos profesionales en su plantilla. Esto supone un cambio de paradigma, ya que algunas empresas privadas comienzan a competir en proyectos y recursos de forma exitosa con las Universidades, las cuales están cada vez más asfixiadas por las dificultades de contratación, ofertas de contratos temporales y precariedad laboral, jornadas de trabajo interminables y la horrible carga burocrática académico-administrativa. ¿Sector privado como solución? El año que viene lo veremos.

Gracias.