Entrevista a Carlos Pascual de Zulueta

Fig 1. Cepillo ducha con depósito para lavados especiales./ EDSA

C. Pradera, Barcelona, 17-12-2014

Tiempo atrás escribí una entrada con motivo de haber encontrado un antiguo cebadero de Aplicaciones Cianhídricas [1]. En mi ignorancia, yo pensé que esta empresa estaba extinguida. Rápidamente algunos lectores me sacaron de dudas y me dijeron que seguía en activo en Barcelona y Madrid. Unos meses después, estando en el puerto de Barcelona vi un cebadero de Aplicaciones Cianhídricas. Tuve una alegría. Y hace un par de semanas, David Rubio, de Ibertrac [2], me puso en contacto con Carlos Pascual de Zulueta quien trabaja en la actualidad en esta antigua empresa de control de plagas. Le escribí un correo para ver si podíamos hablar y para que me explicara un poco su historia. Y me respondió afirmativamente. Y no solo me dijo que podíamos hablar de Aplicaciones Cianhídricas, sino de la empresa Española de Desinfecciones SA (EDSA) que fundó su padre, José Luis Pascual de Zulueta, en 1930. Fantástico. No conocía esta empresa más que de leer su nombre en un libro.

Quedé con Carlos el lunes por la tarde en un bar cerca de donde trabajo. Llovía un poco y hacía frío. Nos sentamos y pedimos un té. De una bolsa sacó unos documentos impagables. Lo primero que llamó mi atención fue un libro forrado en piel que editó EDSA. No pone el año, pero todo apunta a que fue a principios de la década de 1940. Fui pasando las gruesas hojas en las que habían imágenes de operarios limpiando trenes. Entonces me dijo que EDSA había empezado realizando cianhidrizaciones de vehículos ferroviarios y acabó realizando la limpieza de estos. Curioso. Aproveché para hacer algunas fotografías de tan bonitas imágenes y que reproduzco en este posteo. El libro era la tarjeta de presentación donde se mostraba cómo EDSA realizaba la limpieza de trenes. Se detalla todo el proceso. Le pregunté en qué año había fundado su padre Española de Desinfecciones. «En 1930 en Madrid. Él era de Barcelona, pero instaló su negocio en Madrid porque allí estaban las compañías ferroviarias. Se firmó un contrato con la compañía Caminos de Hierro del Norte en octubre de 1930 para la cianhidrización de vehículos y locales.»

Fig 2. Aspiración de las colchonetas en el exterior./ EDSA

Además del libro, Carlos trajo otros documentos interesantísimos. Trajo el contrato original entre la compañía Caminos de Hierro del Norte y Española de Desinfección, el cual data del 31 de octubre de 1930 (figura 5). Este contrato nació al amparo de la Real Orden del 6 de Julio de 1925 [3] que recogía el reglamento sanitario de vías férreas. Durante la década de 1920 el ácido cianhídrico tuvo su momento de auge en la higiene después de ser exitoso para tratamientos fitosanitarios en el cultivo de la naranja. Luego pasó a Sanidad Exterior para la fumigación de buques, para combatir a las ratas e insectos. Poco después, Sanidad Militar homologó el gas cianhídrico para tratamientos DDD en el Ejército. Poco a poco, fue extendiéndose su uso en distintos ámbitos. En el reglamento de 1925, en los artículos 34, 35, 38, 39, 46 y 49 se recoge cuándo se debe realizar la desinsectación y desratización de los vehículos y locales ferroviarios que, en principio, era de obligación cada trimestre como mínimo. El ácido cianhídrico era una receta para todo que de una tacada solucionaba lo indicado por la ley.

En resumen, y como ya he explicado en otros posteos, durante la década de 1920 se legisló para elevar los niveles de salubridad en la que vivían los españoles. Se obligó a que los locales fueran desinfectados, desinsectados y desratizados (DDD). Y esto conllevó la creación de compañías que aprovecharon que había demanda de estos servicios. Comento a Carlos que el uso de este gas era peligroso y que hubo muchos muertos. Él me lo confirma. «Me acuerdo de una anécdota que mi padre me explicó de cuando trataban los vagones con cianhídrico. Cerraban con un lacre para que nadie entrara. Y al día siguiente iban con la Guardia Civil porque el lacre estaba roto. Se encontraban a veces con indigentes que habían entrado para dormir o por frío, y los encontraban muertos.»

Fig 3. Baldeo de rejillas de las plataformas./ EDSA

Además de la cianhidrización, EDSA se hizo con contratas de limpieza. Después de la Guerra Civil, fue fundada RENFE con la unión de todas las ferroviarias que había en España. En estos años EDSA pasó a ser una empresa de limpieza de trenes. Según me cuenta Carlos la empresa llegó a tener mucho personal y a estar presente en toda España. Posteriormente EDSA fue perdiendo algunas contratas. Le pregunto cuándo se hace cargo de la empresa. «Cuando falleció mi padre. Yo tenía 30 años. Nos dedicábamos exclusivamente a limpieza de instalaciones ferroviarias. El contrato más importante que teníamos entonces era la estación de Francia de Barcelona. La empresa ya no era lo que había sido. Se fueron perdiendo concursos. Yo no tenía los contactos que tenía mi padre. ¿En qué momento EDSA deja de estar operativa? La empresa se perdió cuando cerraron la estación de Francia unos años antes de las Olimpiadas de Barcelona para hacer una remodelación.»

La limpieza de la estación de Francia había estado en manos de EDSA desde el principio. ¿En qué año sucede? «En 1990. Yo tenía 9 personas trabajando y me lo dicen de un día para otro. Después tan solo me quedaron algunos contratos pequeños en algunas estaciones.» ¿Y qué haces? «Yo conocía a Fernando Tello de Aplicaciones Cianhídricas. Él tenía en Barcelona una oficina en Travessera de les Corts donde trabajaba una secretaria y un operario que llevaba en la empresa seis meses. Le dije lo que pasaba y que no podía mantener la empresa. Entonces me propuso que entrara a trabajar en Aplicaciones porque necesitaba a una persona que llevara la delegación. Aplicaciones también tenía algunos contratos de limpieza ferroviario y le pasé los que me quedaban.»

En este punto de la conversación, mi interés se centra en Aplicaciones Cianhídricas. Él saca un papel que escribió hace unos años donde hay un poco de historia de esta empresa fundada en 1930 en Castellón. Como su nombre indica, nació para la aplicación del ácido cianhídrico en los servicios DDD. Además de esta empresa, Fernando Tello tenía una empresa de jabones y de insecticidas llamada Industrias Tello [4], que cerró unos años después de que Carlos empezara a trabajar en Aplicaciones. Le pregunto si este Fernando Tello es el mismo que el fundador de la empresa. Me dice que sí. Le pregunto por su segundo apellido y me contesta que era Redondo. Ahora bien, esto no me cuadra con el nombre de Fernando Tello Milleras que aparece en el registro de 1965 de productos fitosanitarios.

Fig 4. Aspiración de los asientos./ EDSA

Comentamos que en estos momentos, Aplicaciones Cianhídricas es la empresa decana de control de plagas en España. Fue una empresa importante que llegó a tener oficinas en muchas provincias. «Cuando yo entré, solo estaba en Madrid, Bilbao, Castellón y Barcelona. Poco después de entrar cerramos la oficina de Barcelona y nos trasladamos a Masnou, porque yo vivo cerca. Abrimos un local donde registramos debidamente un almacén de plaguicidas.» Le pregunto cómo han sido estos años para Aplicaciones Cianhídricas. Pone un poco cara de circunstancias. «Cuando yo entré me dediqué a intentar conservar los clientes que teníamos. Aunque se fueron perdiendo clientes importantes como el Aeropuerto de Barcelona. Fernando Tello no parecía interesado en crecer. Él ya había hecho sus negocios. Hacia el año 2000 falleció.» ¿Qué edad tenía? «Era muy mayor. Me parece que unos 80 años.» ¿Qué pasa con la empresa? «Su hijo no la quería y la vendió.» ¿Quién se la quedó? «La compró una empresa que se dedica a la administración de empresas. No son gente del sector.» En estos momentos, me explica que trabajan tres personas. Son dos personas en Barcelona, el técnico que llevaba seis meses cuando empezó y él, y una en Madrid.

Carlos Pascual de Zulueta me cuenta que le queda un año para jubilarse y que en la empresa quedan pocos clientes. No sabe qué pasará. Aunque deduzco que muchos años no le quedan. Me cuesta entender por qué se pierden negocios. Y más cuando se trata de una empresa que lleva 84 años en activo. Uno piensa que se podrían haber echo las cosas de otra manera. Pero así es la vida. Como decía Heráclito, panta rei, es decir, todo pasa.

Notas:

[1] C. Pradera. 28-11-2013. Un portacebos de Aplicaciones Cianhídricas. El desinsectador y desratizador.

[2] Ibertrac, http://www.ibertrac.com/

[3] Real Orden del 6 de Julio de 1925, Reglamento Sanitario de Vías Férreas, Gaceta núm. 196 de 15 de julio de 1925, pp. 358-361.

[4] C. Pradera. 04-07-2013. Industrias Químicas Tello. El desinsectador y desratizador.

[5] Dirección General de Agricultura. 1965. Plagas del Campo. Registro Oficial de Productos y Material Fitosanitario. Dirección General de Agricultura, Ministerio de Agricultura, España. 145 pp.

Fig 5. Contrato entre Caminos de Hierro del Norte y Española de Desinfección.

3 comentarios en “Entrevista a Carlos Pascual de Zulueta

  1. Josep Fortuño dijo:

    Bonita historia. Parece intuirse que tanto por un lado como por el otro, son empresas que no se adaptaron a los cambios con el tiempo… dicho con todos los respetos. El ciclo de las empresas va a veces ligado al destino de las personas y después no hay quien se haga cargo de su continuidad…

  2. Angeles Maria Ruiz Peña dijo:

    Hoy he puesto el nombre del que fue jefe de mi padre Carlos Pascual de Zulueta, durante muchos años y he visto este artículo que hace referencia a la empresa que dedico los últimos años de su vida ya que murió joven, Edsa, incluso yo misma trabaje a media jornada cuando mi padre murió. Carlos es una gran persona, pero perdimos el contacto, nosotras nos fuimos de Barcelona. Me encantaría poder volver a contactar con D. Carlos. Actualmente trabajo para una empresa parecida a Edsa pero a gran escala.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.