C. Pradera, Barcelona, 01-07-2013

INTRODUCCIÓN

Hace tiempo que sigo con escepticismo el asunto de las pulseras antimosquitos. Recuerdo hace un par de años que mi prima me comentó lo bien que iban las pulseras. Me dijo que cuando llegaba el verano, les ponía la pulsera a los dos niños y a correr. Uno la llevaba en la muñeca y otro en el tobillo. Teniendo en cuenta mi modesto conocimiento de los mosquitos, no me convenció de que eso funcionara. Lo que hizo aumentar mi escepticismo fue cuando vi a mis sobrinos que se tiraban a las piscina con las pulseras. Ajá. Después de repetidos baños en agua clorada, no creo que en las pulseras quedara mucha sustancia activa repelente.

También he de decir que donde estábamos pasando unos días de verano, en el Somontano aragonés, es una zona de secano. Muchos mosquitos que amenacen a las personas no hay. No hay humedales donde se desarrollen en gran cantidad especies de mosquitos que pican a mamíferos. Además, hasta el momento no ha llegado el mosquito tigre (Aedes albopictus), el cual tiene la particularidad de que pica durante el día. Lo que sele haber es mosquito común (Culex pipiens) en muy poco número. Además, este mosquito pica solo dentro de las casas durante la noche. Por tanto, no pica durante el día. Y esto es importante puesto que no se puede ver la efectividad de la pulsera.

Una experiencia contraria a la de mi prima fue la de un pescador con el que hablé. Se encontraba en una zona de marisma donde abundan especies como Aedes caspius o Aedes detritus. Me dijo que se había comprado una pulsera y que no le había servido para nada. Los mosquitos le habían picado como siempre.

PRODUCTOS

La semana pasada estuve haciendo fotos de estas pulseras en varios puntos de venta. Las hay para de todos los colores y formas, para todos los gustos. Tomé las fotografías en diferentes farmacias, a excepción de la pulsera de la imagen número 3 que estaba a la venta en un supermercado. En cuanto a la materia activa repelente que contienen las pulseras, hay variedad. La pulsera de la imagen número 1, marca Relec, contiene geraniol al 2’23%. La de la imagen número 2, marca Moskinets, contiene esencia de citronela y lavanda. La de la imagen número 3, marca Salustar, contiene citronela. Y la de la imagen número 4, marca Para’Kito, contiene aceite de lavanda al 22’8%. Como se ve, hay tres materias activas: geraniol, citronela y lavanda. Cada fabricante utiliza el que considera y en cantidades variables. En algunos casos no se indica la cantidad de materia activa.

Existe una oferta grande de pulseras antimosquitos. El artículo da cuenta de unas pocas marcas. Son vendidas todo el año, pero con la llegada del calor se venden en cantidad. Hay que destacar que algunas pulseras tienen un diseño pensado para los más pequeños. Se juega con el temor de los padres y el afán sobreprotector. También es importante hacer notar que todas estas pulseras usan aceites esenciales de plantas. Aquí también se juega con las connotaciones positivas que tiene lo natural. Existe el falso mito de que lo natural no puede hacer daño frente a lo artificial. Es importante advertir que estas pulseras deben de estar inscritas en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, AEMPS [1]. Si una pulsera no lo está, mejor no comprarla.

EFICACIA

Presentados pues los productos, la pregunta es si sirven. He estado buscando estudios a favor y en contra. De hecho, no he encontrado ningún estudio que avale que son eficaces. A pesar de ello se comercializan y la gente los compra. Esto me recuerda a los aparatos de ultrasonidos contra mosquitos donde hay estudios claros que demuestran su inutilidad. A pesar de esto se siguen vendiendo y nadie pide a los fabricantes que aporten algún tipo de estudio científico a favor. Digo yo que si alguien pone algún producto en el mercado debería aportar documentación de que sirva. Parece lógico. Pues esto no pasa en este país y bajo la permisividad de las autoridades. Sucede pues que somos los propios consumidores quienes tenemos que hacer el estudio por nuestra cuenta a modo de conejillos de indias.

En contra de las pulseras, sí he encontrado un estudio científico que trata sobre los repelentes para mosquitos. Fue realizado en 2002 por Mark S. Fradin y John F. Day bajo el título de ‘Comparative efficacy of insect repellents against mosquito bites’ [2]. A este estudio he llegado gracias a un interesante artículo sobre los repelentes de mosquitos publicado en la revista argentina ‘Plagas Ambiente y Salud’ en Septiembre de 2010 [3].

Estos dos autores sometieron a prueba diversos productos repelentes, entre los cuales había unas pulseras a base de DEET [4] y de citronela. Para ello una persona introdujo su brazo en un terrario con una pulsera en su muñeca. Las pulseras protegieron a esta persona un tiempo de entre 12 y 18 segundos de promedio. Esto no es nada. En la vida real, significa que todavía te protege menos tiempo. Además, mientras pasan estos 18 segundos en abalanzarse sobre la zona ‘protegida’, se entretendrán con cualquier otra extremidad. Estos autores atribuyen el fracaso de las pulseras a que los repelentes no protegen más allá de 4 centímetros del lugar en el que se ha aplicado. Más claro, no pueden ser los autores: «In our study, wristbands impregnated with either DEET or citronella similarly provided no protection from bites, consistent with the known inability of repellents to protect beyond 4 cm from the site of application.»

Se dice claramente que es conocida la incapacidad de los repelentes de proteger a más de 4 centímetros. Pero, ¿conocida por quién? Eso me pregunto yo, porque por los fabricantes de pulseras parece que no. Y eso que este estudio fue publicado en el año 2002, pero los estudios de eficacia de los repelentes vienen de décadas atrás. Para entender esto hay que saber cómo nos detecta un mosquito hembra.

En las antenas dispones de receptores específicos para, por un lado, detectar el dióxido de carbono que exhalamos y, por otro lado, detectar compuestos específicos que segregamos en nuestra piel como el ácido láctico. La detección del dióxido de carbono le permite detectarnos de lejos. Pero la detección del ácido láctico le permite, una vez está sobre nosotros, saber dónde picar. Los repelentes tendrían la función de taponar, de alguna manera, estos segundos receptores [5]. Es por ello que, aunque nos apliquemos generosamente repelente, los mosquitos se acercarán. Eso sí, no nos picarán porque estarán confundidos. En este punto, queda claro que actúan solo a 4 centímetros. Por tanto, si solo protegemos con una pulsera una muñeca, nos picarán en cualquier lugar que quede más lejos de 4 centímetros [6].

Para acabar, comentar que en España la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios no debe de funcionar muy bien cuando no testea los productos que esta registra. Y luego se ponen a la venta en farmacias. En resumen, la venta fraudulenta está bendecido por la Administración.

Notas:

[1] Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). 10-05-2013. Requisitos de comercialización de las pulseras o brazaletes repelentes de insectos para uso humano. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

[2] Mark S. Fradin & John F. Day. 2002. Comparative efficacy of insect repellents against mosquito bites. New England Journal of Medicine, Vol 347, No 1, 13–18.

[3] Redacción. 2010. Preguntas y respuestas sobre repelentes de mosquitos. Plagas Ambiente y Salud, Año 14, No 45 (septiembre), pp 6-10.

[4] Dietiltoluamida (DEET) es un ingrediente activo sintético desarrollado por el ejército de los EUA a finales de la II Guerra Mundial. Es muy usado en productos tópicos para repeler mosquitos. El uso intensivo de esta sustancia como de otras ha provocado resistencias.

[5] C. Pradera. 02-07-2015. Sustancias repelentes de mosquitos de uso tópico. El desinsectador y desratizador.

[6] C. Pradera. 14-09-2014. Un ejemplo sobre la ineficacia de las pulseras antimosquitos. El desinsectador y desratizador.