
Fig 1. Dos ejemplares de Ambigolimax valentianus de Santa Cristina d’Aro, Girona./ C. Pradera 06-2013
C. Pradera, Barcelona, 02-07-2013
Dentro de los portacebos situados en exteriores, suelo encontrarme babosas. Estas aprovechan el cobijo que ofrecen los portacebos y el raticida para alimentarse. Esto es algo no deseable porque degradan el producto. Y además desconozco si la materia activa ingerida es degradada en el cuerpo de las babosas.
Una babosa común es Ambigolimax valentianus (=Lehmannia valentiana), conocida también como babosa de invernadero. Los ejemplares adultos miden entre 5 y 7 centímetros (figura 1). Son de color marrón claro con líneas oscuras longitudinales. Para identificarla, podemos tener en cuenta estas líneas. Véase la imagen número 2 en la que se puede ver una babosa de unos 5 centímetros. Sobre el manto, tiene tres líneas oscuras. Mientras que en el tronco tiene tan solo dos líneas oscuras.
Se trata de una especie nativa de la Península Ibérica que ha sido llevada a otras regiones a través del comercio de vegetales. Esta babosa se convierte fácilmente en plaga en jardines, huertos e invernaderos. En las imágenes 3 a 6 se pueden ver ejemplares jóvenes que se encontraban en el interior de una caja de riego. Allí tienen el ambiente húmedo que necesitan para refugiarse.