C. Pradera, Barcelona, 07-07-2012 [actualizado]
Ayer por al mediodía tuve que acudir a una comunidad de vecinos situada en la calle Freixa en la zona alta de Barcelona. Nos llamó el conserje porque en el aparcamiento había muchas cucarachas. Al bajar al aparcamiento levantamos la tapa de una arqueta de albañal y apareció todo un espectáculo de cucaracha oriental (Blatta orientalis), también llamada cucaracha negra. No estoy acostumbrado a encontrar en la actualidad tanta cucaracha oriental en Barcelona, ya que la cucaracha americana (Periplaneta americana) se encuentra muy extendida y la oriental está en total retroceso.
La tapa del registro del albañal era de base cuadrada (de unos 50 x 50 cm) y tenía una profundidad de un metro. Un espacio grande para que las cucarachas críen a gusto. Allí tienen todo lo necesario: elevada humedad, temperatura alta constante, tranquilidad y materia orgánica en descomposición. Hay que tener en cuenta que el albañal recoge el agua de los bajantes de los pisos del edificio. Y por lo normal, el agua que echamos por los desagües de nuestras viviendas suele ser atemperada. Todo lo dicho hace que el sistema de aguas residuales tenga un clima similar al que estas cucarachas tendrían en los trópicos de donde son originarias. En las paredes de la arqueta deposita la hembra la ooteca, es decir, la cápsula que contiene los huevos. En la imagen número 3, se puede ver una ooteca en el extremo posterior de una hembra. Cuando está formada, es depositada en un lugar a cobijo para su incubación (figuras 6 y 7). Esta especie la deposita sobre superficies planas, ya que no la puede fijar sobre verticales como puede hacer la cucaracha americana. Para su desarrollo, la cucaracha oriental necesita de una temperatura de 20 a 30º C y de 30 a 35º C durante unos 40 días para la incubación de la ooteca.
Visto lo anterior, nos da una pista de donde encontraremos a la cucaracha oriental. Vive básicamente en alcantarillados, sótanos, alrededor de las casas. Principalmente son zonas oscuras, atemperadas y húmedas. Esta cucaracha era la común que vivía en España e infestaba las viviendas. Vivía a sus anchas hasta que llegó la cucaracha americana a las ciudades portuarias proveniente también de África. En una ciudad como Barcelona es probable que llegara esta cucaracha durante el siglo XX o antes. Sin embargo, no fue hasta la década de 1980 que empezó a expandirse por la ciudad culminando su invasión durante la década de los 2000. Desde el puerto fue infestando el área de Barcelona, colonizando primero el casco antiguo y también la población cercana de l’Hospitalet de Llobregat. Cada año el territorio de la cucaracha oriental es menor. Recuerdo cuando llegó hacia 2007 a la zona de Sant Adrià del Besòs y, al año siguiente, encontré ejemplares en Badalona. Las partes altas de Barcelona todavía son zonas bajo control de la cucaracha oriental, pero con el tiempo será tomada por la cucaracha americana. Cabe decir que ambas cucarachas compiten por el territorio y por su comida, pero que estas zonas no son exactamente iguales. En la zona del Raval de Barcelona, en una zona colonizada por la cucaracha americana, tengo un cliente donde básicamente hay cucarachas orientales.
Las cucarachas en la mayoría de las personas causan asco y temor. Es una reacción normal y sana. Ahora bien, me he encontrado casos de personas que no querían entrar en una habitación si había en su interior una cucaracha. Y si no la había, el mero temor a que la hubiera les impedía entrar. En las personas que ven cucarachas o con las que empiezo a hablar sobre estas, se les puede observar cómo empiezan a tener picores imaginarios que recorren todo su cuerpo. Es entonces cuando sonrío para mí y me doy cuenta de lo susceptible y temeroso que es el género humano. Aunque lo cierto es que peor situación es cuando una persona me preguntan si me gustan las cucarachas. Siempre hacen esta pregunta esperando que yo empatice con su temor. Pero claro, yo estoy acostumbrados a verlas y me causan curiosidad y respeto. Entonces yo respondo de una manera diplomática y digo simplemente: «No me desagradan».
La cucaracha oriental lleva muchos años conviviendo con nosotros en Europa. Se estima que llegaron a la Penísula Ibérica hace más de 2000 años, procedentes del norte de África. Hasta aquí las trajeron los fenicios, grandes comerciantes y exploradores de la antigüedad. Los fenicios colonizaron el sur de España básicamente, así que lo más seguro es que la infestación empezara por esa zona. Ahora bien, también participaron en su expansión los griegos que colonizaron el norte del Mediterráneo. A la cucaracha oriental no le gustan las alturas, por lo que parece que zonas de montaña por encima de los 1000 metros es cosa rara verlas. La cucaracha oriental cría durante todo el año si encuentra buenas condiciones para ello. Y además, aguanta mejor el frío que la cucaracha americana. Sin embargo, en la zona donde vivo, tiene un comportamiento estacionario. Cuando llega el frío desaparece y no se deja ver hasta la primavera cuando las condiciones ambientales son propicias para que salga de los lugares donde pasó el invierno.
Según los manuales, la cucaracha oriental puede completar su ciclo de vida entre 200 y 800 días, todo ello dependiendo de la temperatura y humedad. Reconocer un individuo de esta especie no es difícil porque los adultos son negros. Algunas personas las confunden con grillos. El individuo joven tiene un color rojo burdeos y su forma es diferente, ya que no tiene alas. Como la mayor parte de los insectos, tienen un ciclo de vida marcado por una transformación en tamaño y forma. A diferencia de las mariposas o los escarabajos, no tiene una metamorfosis completa, sino parcial. Pasan por un proceso de crecimiento que requiere entre 7 y 10 mudas. En cada muda su forma va cambiando hasta convertirse en adultos que van de 17 a 29 mm de largo para los machos y entre 20 y 27 mm para las hembras. Además de la diferencia en tamaño, los machos se diferencian de las hembras porque poseen unas alas cortas que cubren el 75% del abdomen dejando al descubierto la parte final. Las hembras carecen de alas. Se pueden considerar como ápteras, aunque poseen unas alas diminutas. Este hecho permite a simple vista diferenciar ambos sexos.
La ooteca es algo que me fascina. Se trata de una cápsula rígida de unos 8-10 mm que contiene unos 18 huevos. Esta ooteca la va formando la hembra en la parte posterior de su abdomen y después de unas 30 horas de haberse formado, la deposita en una zona conveniente para que prospere, es decir, que tenga una temperatura y humedad idóneas y esté cerca de comida. El período de incubación es de 44 días a unos 30-55º C. Una hembra puede llegar a poner entre 5 y 10 ootecas a lo largo de su vida. Los diferentes estadios de crecimiento son éstos: huevo, estadios ninfales (7 a 10) y adulto. Las cucarachas, como el resto de insectos, necesitan mudar la piel para crecer, ya que no poseen un esqueleto interno como los humanos, sino que tienen un exoesqueleto que recubre su cuerpo y les da dureza y protección. Para crecer pues, deben desechar esta coraza que las envuelve.
No todas las ootecas prosperan, ni todas las cucarachas llegan al estadio adulto. Cuando observamos una zona donde han anidado las cucarachas veremos que el número de ninfas es superior al de adultos. Y el número de ninfas en sus primeros estadios es superior al de estadios últimos. Así que si hiciéramos una pirámide de población tendría una buena forma de triángulo. Aunque las cucarachas no son insectos sociales, donde hay una encontraremos muchas otras. Si encuentran un lugar idóneo para vivir, su carácter gregario hará que otras se asienten en la misma zona.
Fuentes:
– Fernando García León del Pino. 199X. Panerola negra o oriental (Blatta orientalis). Ficha técnica publicada en la web de la Diputación de Barcelona.
– Anna Omedes, Juan Carlos Senar & Francesc Uribe. 1997. Animales de nuestras ciudades. Editorial Planeta, Barcelona.
Buenas tardes,
Tengo un pequeño problema en un restaurante con blatta orientalis. El local estuvo cerrado varios años y ahora hay una actividad muy elevada.
He tratado con ecorex gel, entre el dueño del local con silicona, y yo con serpa contact hemos intentado hermetizar las instalaciones, pero siempre salen algunas.
Llevo tres semanas con el asunto, entiendo que es un proceso lento hasta que pare su ciclo.
¿Sabes si hay algo para evitar su salida?
El hecho de poner ecorex gel no me resuelve que no salgan, ya que no vuelven al nido, salen de su agujero y voltean por el restaurante. Algo que quiero evitar.
Muchas gracias.
Haz un buen monitoreo para ver en qué zonas se mueven. Y allí haz una inspección a fondo para buscar el origen. O bien están saliendo del albañal si este se encuentra lleno de cucarachas. O bien están criando en un lugar muy concreto del interior donde haya un poco de humedad. Mira de acceder al albañal y trátalo regularmente.
Pues si esta cucaracha está en retroceso, yo tengo un campo de refugiados en mi casa… he probado con todo (y lo peor es que como casi no estoy, no hay comida ni basura ni nada que, a priori, pueda sustentarlas) y ahí siguen… Al principio pensé que eran especies diferentes, por la forma y tamaño que encuentro… pero leyendo este artículo me doy cuenta que son la misma especie… las he visto salir por los huecos del parquet, los azulejos, los enchufes… El problema empezó por unas obras en la alcantarilla del edificio contiguo, con el que compartimos patio interior, y unos sacos de escombros colocados en mi ventana… cuando me vine a dar cuenta (estaba de vacaciones) tenía el mayor campo de cucarachas orientales refugiadas en mi casa…
Pediré consejo a la Blatta Americana para conocer el truco y acabar con ellas… porque ni químicos (permetrina, tetrametrina, hydrochlorure de amonio, lejía, aguarrás, salfumán, productos de limpieza con insecticida…) ni naturales (aceite esencial de orégano, eucalipto, palosanto, incienso, árbol de té… en nebulizadores, añadidos al agua de limpiar, quemados en carbón con el humo que suelta que casi me muero yo, etc etc).
Yo soy de Sevilla… allí la cucaracha es de media 12cm, siempre salen en verano, cuando la temperatura supera los 40 y en la alcantarilla, bajo el asfalto, superará tranquilamente los 60 al caer la tarde. Siempre las he visto más grandes, pasando de los 15… (sin contar las antenas), quizás porque las golondrinas no llegan a comerlas tan grandes. Vuelan fácilmente kilómetros y gustan del frescor de las casas… si entra por la ventana, no tendrá muchos lugares donde esconderse por su tamaño y si decide volar al asustarse de nosotros, ya seguro no pasa desapercibida… los gatos siempre fueron mi mejor aliado… y nunca hicieron plaga a pesar de tener un pozo en el patio interior de casa.
Hace poco, ya los vecinos de las plantas superiores dieron la alarma, pues en sus casas empezaban a ver ejemplares diminutos pululando… la forma y el color es tan poco usual que se suelen confundir con otros insectos hasta que te fijas y te das cuenta que no… que son raras pero cucarachas…
¿qué puedo hacer? es desesperante y poco higiénico… ya tuve una salmonela que pasó a la sangre y que casi me deja en el sitio, no me gustaría tentar a la suerte cada vez que no desinfecto toda la casa antes de tocar nada.
Buenas noches. No vivo en Sevilla, pero tenía entendido que allí prácticamente todo lo que había era cucaracha americana. Me gustaría, si fuera tan amable, que tomara unas fotografías de estas cucarachas y las compartiera conmigo a este correo: desinsectador@yahoo.es
Gracias de antemano.