Carlos Pradera, Barcelona, 29-02-2024
Cuando empecé en control de plagas, hace aproximadamente 20 años, la desratización se hacía básicamente con formulados en grano. En la empresa donde empecé había dos productos básicos. Uno era grano con bromadiolona al 0,01% y otro clorofacinona al 0,006%. Me dijeron que el primero era para ratones y el segundo para ratas. Ambos productos estaban presentados en bolsitas de plástico transparente con 25 gramos con grano tintado en rojo. Esta era la operativa básica. Si hacía falta algo diferente teníamos un formulado en bloque parafinado con bromadiolona al 0,005% [1].
El formulado en grano era el más usado por todo el sector de control de plagas y también el más barato. Su fabricación es sencilla. Consiste en impregnar el grano con la materia activa, esto es, mezclarlo con una mezcla líquida donde va el anticoagulante. Al cabo de horas, el grano absorbe el líquido. Hay que tener en cuenta que entonces existían concentrados para fabricar uno mismo el formulado raticida [2]. Además, las limitaciones en el uso de rodenticidas según el Registro Oficial de Plaguicidas no Agrícolas (ROP) eran pocas. Uno aplicaba la bolsita de grano en cualquier lugar ya fuera interior, exterior alrededor de edificaciones o en áreas abiertas. Y por supuesto, no existía el uso exclusivo en portacebos.
Han pasado muchos años y ahora somos conscientes del daño que producen los anticoagulantes en el medio. Sabemos que las materias activas de segunda generación son persistentes en los organismos. Pequeñas dosis llegan a matar. Desconocemos realmente cómo está circulando en la cadena alimentaria, pero algunos estudios hablan de que el brodifacoum persiste en el hígado de animales más de 300 días [3]. Es por ello que es una obligación limitar su uso y utilizar formulados más seguros como el bloque [4]. Pero no solo eso, sino asegurar que no salga del portacebos. En este punto, la prioridad de cualquier usuario profesional sería no usar formulados en grano o pellet en el exterior.
El pasado mes de noviembre tuve la oportunidad de viajar a Alemania. En dos ocasiones me encontré con portacebos en el exterior que tenían bolsitas de grano. Lo que me sorprendió es que los portacebos pertenecían a una empresa multinacional. La primera vez que lo vi esta aplicación poco profesional fue en Düsseldorf en portacebos alrededor de un edificio que estaba en un recinto cerrado de tipo industrial. Pensé que el técnico se había equivocado. Pero al día siguiente vi los mismos portacebos alrededor del hotel donde me alojé en plena via pública en Colonia. En las imágenes 1 a 5 se pueden ver imágenes de esta aplicación. Son unos portacebos metálicos bastante largos que parecen seguros. Es cierto que su longitud impide que algún niño o perro accedan al interior. Pero también es cierto que si el ratón o rata entran y rompen la bolsa, el grano puede escapar. En la imagen número 4 se puede ver grano que estaba en el exterior. Esto significa que un pájaro o cualquier otro animal puede alimentarse del grano.
Pues bien, hace dos semanas estuve en Santiago de Compostela. Me encontré con una situación parecida a la de Alemania. Vi dos portacebos con rodenticida en grano en la vía pública (figuras 6 a 9). Esto fue en un lugar céntrico como es la plaza de la Inmaculada junto a la catedral. Al ver los portacebos en una zona ajardinada al alcance de las personas, los observé un rato. Entonces los abrí. El interior estaba sucio con artrópodos, caracoles, excrementos de caracol y tierra. Las imágenes son claras y dan cuenta de un absurdo. Esas bolsitas llevan tiempo y no se ha revisado la eficacia del tratamiento.
Quizás alguien me diga que no debería haber abierto los portacebos. Pero esto es lo que hay. Tenía a mano una llave y lo hice. Si no hubiera visto las bolsitas de grano no hubiera publicado esta entrada denunciando una mala práctica que también vi en Alemania. Me sorprende la poca sensibilidad y sentido común. No me gusta que una empresa ponga grano en exteriores porque carece de sentido en la actualidad. Quizás no seamos conscientes de las implicaciones que tienen los anticoagulantes. Y es por ello que la Administración tiende a una creciente limitación en su aplicación. Luego nos quejaremos de lo malos que son los legisladores cuando limitan el uso de anticoagulantes. Nos miramos el ombligo y no miramos más allá.
Alguien me dirá que está autorizado el uso de grano en exteriores en el Registro Oficial de Biocidas (ROB). Y es cierto, algunos formulados en grano tiene permitido su uso alrededor de edificaciones. Este es el caso de lo que encontré en Alemania, pero no en Santiago de Compostela donde los portacebos están en lo que denominamos área abierta. Y en este espacio no están autorizado el grano. Hay que recordar que cuando salieron los primeros registros de productos rodenticidas en el Registro Oficial de Biocidas, no fue autorizado el uso de grano en exterior. Sin embargo, posteriormente se permitió para algunos rodenticidas. Esto fue un error por presión de fabricantes respecto a una práctica que sí estaba permitida en otros países de la Unión Europea. Primó el sinsentido y la mentalidad mercantilista. En ningún caso el respeto al medio ambiente.
Notas:
[1] Los productos que utilizábamos eran de SANYS SA: APINRODEN (bromadiolona 0,01%) APINRAT CLOFA (clorofacinona 0,005%), APINRAT BLOQUE (bromadiolona 0,005%), APINRODEN POLVO (bromadiolona 0,2%). Excepcionalmente teníamos RODENTOZUL de VECTEM SA con difetialona 0,002%.
[2] C. Pradera. 19-09-2020. A propósito de un envase de Apobas Concentrado Oleoso de VECTEM SA. El desinsectador y desratizador.
[3] Jhon Jairo López Perea. 2012. Residuos rodenticidas anticoagulantes de segunda generación en depredadores de Cataluña e Islas Baleares. Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC). Universidad de Castilla-La Mancha. 32 p.
[4] C. Pradera. 17-03-2020. Micromamíferos, anticoagulantes y exposición secundaria. Medidas de mitigación. El desinsectador y desratizador.








