C. Pradera, Barcelona, 22-04-2019
Tal y como se puede apreciar en las imágenes, la chinche mediterránea es de gran belleza. Comparte con otros pentatómidos (Pentatomidae) un aspecto robusto y unos colores vistosos. Destaca de su parte dorsal el color naranja moteado por manchas negras. Y no menos interesante es su parte ventral de color amarillo lima. La chinche mediterránea abunda en la zona donde vivo. Bien presente en las plantas cuando empieza el verano. Es un heteróptero habitual de zonas secas y abiertas. Tiene una sola generación al año. Los adultos miden entre 10 y 14’5 mm [1].
Sin embargo, bajo este aspecto y colores anaranjados, se esconden dos especies afines y no fáciles de distinguir: Carpocoris mediterreneus y Carpocoris fuscispinus. Con un poco de observación se aprende a distinguir una de otra. Un detalle fundamental es el ángulo anterior del pronoto. En la imagen número 2, se pueden ver ambas especies. En C. fuscispinus este ángulo, indicado mediante flecha roja, es casi recto. La imagen pertenece a un estudio publicado en 2013 en Zootaxa muy interesante que aporta muchos datos y de relevancia [2]. Roland Lupoli y colaboradores estudiaron estas dos especies y se valieron del análisis genético para establecer ambas especies de chinche mediterránea que algunos autores consideraban que era una misma. Además de las diferencias genéticas, ambas tienen una distribución diferenciada. C. mediterreneus se encuentra en la Europa que bordea el mar Mediterráneo, mientras que C. fuscispinus ocupa la Europa continental. En la Península Ibérica se encontrarían ambas especies con predominio de la primera y presencia de la segunda en áreas montañosas y frías.
Por otra parte, Carpocoris mediterraneus tendría dos subespecies con diferente distribución (figura 3). Por un lado, C. mediterraneus atlanticus, la cual se distribuye por el Magreb, Península Ibérica y sur de Francia. Y por otro lado, C. mediterreneus mediterraneus, la cual ocuparía el resto de la ribera mediterránea. Ambas subespecies se diferencian claramente por la anchura del pronoto. En la primera, es de mayor amplitud y acabado en punta por cada extremo.
Notas:
[1] Marta Goula, Marcos Roca-Cusachs & Víctor Osorio. 2018. Els heteròpters de Catalunya. Col·lecció Maluquer. Brau Edicions, Figueres. 190 p.
[2] Roland Lupoli, François Dusoulier, Astrid Cruaud, Sandrine Cros-Arteil & Jean Claude Streito (2013). Morphological, biogeographical and molecular evidence of Carpocoris mediterraneus as a valid species (Hemiptera: Pentatomidae). Zootaxa 3609 (4): 392–410.
He encontrado varios de ellos en mi huerto, en plantas espontáneas, no en los cultivos y quisiera saber de qué plantas se alimentan