Cephalonomia (Hym., Bethylidae) y Anisopteromalus (Hym., Pteromalidae), parasitoides de L. serricorne (Col., Anobiinae)

Fig 1. Lasioderma serricorne y sus parasitoides./ C. Pradera 10-2022

C. Pradera, Barcelona, 26-10-2022

En esta entrada muestro algo que califico como difícil de ver. En este punto he tenido suerte este 2022. Agradezco a Abigail Cebollada de Zaragoza que me haya proporcionado una muestra con muchos individuos de Cephalonomia (Bethylidae), avispilla provista de un aguijón que puede picar accidentalmente a personas. Expongo el caso para entender la importancia de este parasitoide de Lasioderma serricorne (Anobiinae), coleóptero que denominamos vulgarmente como carcoma del tabaco.

Abigail me escribió a principios de septiembre explicando que había empezado a ver Cephalonomia en la habitación donde elabora jabones artesanales. Ella compra hierbas aromáticas para los jabones. Desde esa habitación Cephalonomia se extendió. Y al poco tuvo una primera picadura que atribuyó a Cephalonomia. Esta rápida relación la puso en guardia y buscó respuesta. Cualquiera que vea un individuo de Cephalonomia, pensará que se trata de una hormiga. Abigail buscó en internet, pero no encontró respuesta. Luego se acordó de mí y me escribió para que le ayudara. Acompañó su email con una foto nítida (figura 2) y un vídeo magnífico que no dejaban dudas (vídeo 1). La vista totalmente dorsal permitía ver la cabeza cuadrada de una hembra.

Fig 2. Cephalonomia./ Abigail Cebollada 09-2022

Le respondí explicando que era un parasitoide de L. serricorne, especie cuya larva se puede desarrollar en hierbas secas. Pensé en el heno, porque referí un caso en abril de este año en este blog [1]. Me explicó que trabajaba con hierbas aromáticas. Dicho esto no quedaba otra que deshacerse de las hierbas rápido, porque cuando Cephalonomia hace acto de aparición es en un buen número. Además se extiende más allá de donde se encuentran las larvas de Lasioderma y lo hace rápido. Para entender esto, hay que saber que el macho de Cephalonomia puede tener alas, pero la hembra no. Por tanto, tiene que ser muy resistente para buscar larvas que parasitar y puede desplazarse mucho. Si una hembra nos cae encima, picará por poco que se sienta aprisionada. Es un acto reflejo, al sentir que algo camina sobre nuestra piel, intentar sacarlo de encima. A parte, está el hecho de sentarse encima. Es un insecto pequeñísimo de 2 mm aproximadamente de longitud.

Lo bueno del caso es que pedí a Abigail si podía meter las hierbas infestadas dentro de una bolsa y mandármelas. Cuando ella se deshizo de las bolsas de hierbas afectadas, aún quedaron algunas hembras de Cephalonomia por casa, pero con un insecticida convencional y un poco de pericia, lo solventó. Ahora bien, cuando me llegó el paquete a casa con la muetra, vi que eran dos bolsas. Al abrir una y ver su contenido flipé de la cantidad de Cephalonomia. Lo cerré todo de nuevo y lo metí en el congelador.

Víd 1. Cephalonomia./ Abigail Cebollada 09-2022

Además de Cephalonomia, en la muestra también había otro parasitoide. Se trata de Anisopteromalus, una avispilla de la familia Pteromalidae que pone los huevos en la larva y pupa de Lasioderma. En este punto quiero explicar una diferencia entre ambos parasitoides. Sabemos por la literatura científica que Cephalonomia gallicola es una especie que parasita solo Lasioderma. Ahora bien, mientras que saber que se trata de Cephalonomia es relativamente fácil para mí, saber que se trata de esta especie no tanto, ya que este género carece de una revisión. Y lo mismo sucede con Anisopteromalus. Sabemos por la literatura científica que probablemente se trataría de Anisopteromalus calandrae, pero hay alguna otra especie muy parecida que en estos momentos no sé distinguir. A diferencia de Cephalonomia, A. calandrae es una especie cosmopolita que no solo parasita a Lasioderma, sino a otros coleópteros que son considerados también plaga de los productos almacenados como Stegobium o Sitophilus. Por tanto, encontrar Anisopteromalus es relativamente fácil. La hembra vuela. Pero encontrar Cephalonomia no.

OTROS CASOS DE CEPHALONOMIA

También he encontrado este año otros casos de Cephalonomia. Un segundo caso, fue en el mes de septiembre, entré en una mostroteca de una empresa dedicada a la importación de productos alimentarios en el puerto de Barcelona. Entré por casualidad en una sala buscando otro insecto que estaba siendo una molestia en un edificio. Por casualidad, me fijé en unos sacos que había en una estantería y vi Stegobium paniceum y Cephalonomia. Los sacos estaban perforados. No pregunté por su contenido. Me paré para pedir si podía recolectar una muestra de los parasitoides que correteaban. Expliqué  que se trataba de un insecto que picaba. Les costó entender a qué me refería. Pero luego entendieron que podía ser la causa de que algunos años habían tenido picaduras y no sabía a qué atribuirlas. Dato importante, porque sabemos poco. Apunto que guardo un par de muestras de años atrás que recolecté en sacos de cebada almacenada en granjas. Había varios parasitoides entre los cuales Cephalonomia junto con coleópteros varios que completan su ciclo en el grano. En ambos casos había S. paniceum también.

Fig 3. Lasioderma serricorne y sus parasitoides./ C. Pradera 10-2022

Un tercer caso, me ha llegado recientemente gracias a Cristina Martínez de Madrid. En su caso, se encontró Cephalonomia en una bolsa de heno para mascotas que compró. Después de darse cuenta de que había un coleóptero en el heno, apareció Cephalonomia. Según me explicó, el heno tenía su origen en Alemania. Y justo también era Alemán el heno del caso del que di cuenta en abril en este blog. Cristina Martínez me envió una muestra con cinco hembras de Cephalonomia en alcohol. Entiendo que se trataba de Lasioderma y no de Stegobium. Deduzco que quien envasa el heno en Alemania tiene problemas con Lasioderma y Cephalonomia. Y lo peor es que está exportando la problemática allá donde se comercialice.

Dicho lo anterior, he aprovechado esta entrada para mostrar fotografías sobre los parasitoides. En las figuras 1 y 3, se puede ver L. serricorne junto a muchos individuos de Cephalonomia y, en menor número, de Anisopteromalus. Lo que se aprecia es una pequeña parte de la gran cantidad de Cephalonomia que había en la muestra. En la figura número 4, se pueden ver algunos individuos de ambas especies. En las figuras 5 y 6, muestro machos y hembras de Anisopteromalus. El macho suele ser más pequeño y tiene blancos los dos primeros segmentos del metasoma.

Fig 4. Individuos de Cephalonomia y Anisopteromalus./ C. Pradera 10-2022

En las siguiente imagen se pueden ver un macho y una hembra de Cephalonomia (figuras 7. Todos los machos que he encontrado tienen alas. Según la literatura científica, el macho puede carecer de ellas. En la entrada sobre Cephalonomia del mes de abril, se pueden ver machos ápteros. Y para acabar, en las imágenes 8 y 9 se pueden ver algo que me hace ilusión. Por un lado hembras de Cephalonomia y por otro de Sclerodermus, dos especies de betílidos que se pueden encontrar en edificios y que pican. Ya he dedicado varias entradas a Sclerodermus domesticus, especie de la que hay una gran cantidad de literatura científica porque aparece en gran número [2]. Su presencia nos indica que hay madera atacada por carcoma (Anobiinae y Cerambycidae). Si cae de las vigas de madera, representa un importante problema porque sus picaduras son dolorosas. Y si está en un mueble cercano a la cama, en una mesa o silla, también es un problema. No es fácil determinar el origen.

En último lugar, quiero indicar que L. serricorne es una especie abundante y cosmopolita, como bien sabemos. La hembra vuela bien durante el verano y localiza lugares donde hacer la puesta. Y si no es gracias a su vuelo, llega a través de productos infestados. Tiene además otros parasitoides que completan su ciclo en la larva y pupa: Lariophagus distinguendus, Pteromalus cerealellae, Theocolax elegans y Norbanus sp. (Pteromalidae), Brachophagus sp. (Eurytomidae), Ericydnus sipylus (Encyrtidae) e Israelius carthami (Bethylidae) [3]. En resumen, quienes estamos interesados en los parasitoides, esta especie nos tiene entretenido.

Notas:

[1] C. Pradera. 24-04-2022. Sobre Cephalonomia gallicola (Hymenoptera, Behtylidae), parasitoide de Lasioderma serricorne (Coleoptera, Ptinidae). El desinsectador y desratizador.

[2] C.Pradera. 14-06-2015. Parásito de la carcoma de la madera Scleroderma domestica (Hymenoptera, Bethylidae). El desinsectador y desratizador.

[3] Peter A. Edde. 2019. Biology, Ecology, and Control of Lasioderma serricorne (F.) (Coleoptera: Anobiidae): A Review. Journal of Economic Entomology, 112 (3): 1011–1031.

Fig 5. Machos y hembras de Anisopteromalus./ C. Pradera 10-2022

Fig 6. Macho (izquierda) y hembra (derecha) de Anisopteromalus./ C. Pradera 10-2022

Fig 7. Hembra (izquierda) y macho (derecha) de Cephalonomia./ C. Pradera 10-2022

Fig 8. Hembras de Cephalonomia (izquierda) y hembras (derecha) de Sclerodermus./ C. Pradera 10-2022

Fig 9. Hembra de Cephalonomia (izquierda) y de Sclerodermus (derecha)./ C. Pradera 10-2022

Un comentario en “Cephalonomia (Hym., Bethylidae) y Anisopteromalus (Hym., Pteromalidae), parasitoides de L. serricorne (Col., Anobiinae)

  1. Juan Antonio Santana dijo:

    Un origen más de picaduras, en este sector llega mucha gente con molestas picaduras y tanto profesionales como clientes tendemos a buscar siempre a los mismos sospechosos habituales. Aumentamos la lista. Gracias Carlos, como siempre.

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