Ectobius pallidus (Blattodea, Ectobiidae) en los lavabos de un cámping de montaña

Fig 1. Lavabos de un cámping en Llavorsí, Lleida./ C. Pradera 06-2022

C. Pradera, Barcelona, 22-06-2022

El pasado fin de semana, estuve en el Pallars Sobirà, una comarca pirenaica de Lleida. Planté la tienda de campaña en un cámping de Llavorsí que se encuentra junto a la Noguera Pallaresa. Para quienes guste ver insectos, este cámping es una mina. Está pegado al río, tiene una frondosa vegetación y es húmedo. Entre las joyas que pude ver, está un Lucanus cervus que alzó el vuelo. Tuve la suerte de verlo volar alrededor de un cerezo. Iba lento buscando entre las ramas.

Cuando estoy en un cámping de montaña busco cucarachas silvestres como Ectobius pallidus [1]. Es una cucaracha común en zonas húmedas, en bosques o con mucha vegetación. Es fácil observarlas. Solo hay que acudir por la noche a la zona de los contenedores de basuras. Tienen un comportamiento similar al de cucarachas urbanas como Periplaneta americana o Blatta orientalis. Los contenedores emiten olores de restos orgánicos en descomposición. Y allí acuden en busca de alimento.

E. pallidus tiene una longitud de unos 10 milímetros. Es muy bonita. Destaca el color marrón claro con unos puntos naranjas en la cabeza. Se puede confundir con una especie doméstica como Blattella germanica [2]. En algunas partes es abundante alrededor de edificios lo que puede llevar a confusión. Pueden acceder a interiores de manera accidental durante la noche al sentirse atraídas por la luz. La primera vez que me di cuenta de la existencia de E. pallidus fue al ver un ejemplar atrapado en la lámina adhesiva de un aparato insectocaptor. Esto fue en una panadería de calle Muntaner, en la parte alta de Barcelona. Estaba en medio de la lámina, por lo que había llegado volando. Posteriormente, la he encontrado en trampas adhesivas para insectos rastreros. Esto ha sido en zonas de Barcelona y Girona donde abunda esta cucaracha.

Fig 2. Individuo de Ectobius pallidus en el lavabo del cámping./ C. Pradera 06-2022

Pues bien, el pasado sábado quedé parado cuando encontré un E. pallidus en los lavabos del cámping (figura 1). Esto fue a las 19:25 horas. Todavía quedaban dos horas largas hasta la puesta de sol. Al ir a orinar, vi junto a la escobilla lo que parecía un E. pallidus. Avanzaba lentamente por el suelo como si se estuviera alimentando. Lo mismo que si uno ve una cucaracha urbana en un lavabo. No se había percatado de mi presencia. Entonces saqué un frasco de mi bolsillo y me agaché para cazarlo. Pero se dio cuenta y desapareció por detrás de la pared. Entonces, empezó la parte cómica de la investigación. Me puse a buscar este ejemplar de E. pallidus en un lavabo concurrido. Empezó un juego de disimulos, entradas y salidas del lavabo hasta que di con él. Antes de cazarlo pude tomarle una fotografía con ayuda del móvil (figura 2).

A partir de aquí, me dediqué a entrar al lavabo para ver si había más E. pallidus. Y en efecto, encontré otro, pero esta vez estaba debajo de los lavamanos (figura 3). Este ejemplar lo encontré al anochecer. Apunto que los lavabos de un cámping es un buen lugar para encontrar insectos, ya que toda la noche permanece la luz encendida. Van llegando insectos y uno no da a basto de observarlos. En esta ocasión pude dar caza a mosquitos de montaña como es Aedes geniculatus. También busqué sobre los contenedores de basura (figura 4), donde encontré más individuos de E. pallidus (figuras 5-9).

Fig 3. Ectobius pallidus en el lavabo del cámping./ C. Pradera 06-2022

E. pallidus es una cucaracha que clasifico como peridoméstica y periurbana en zonas donde abunda. Si el edificio o vivienda se encuentra rodeado de bosque o abundante vegetación, es fácil entender que puedan entrar accidentalmente. Según la literatura científica, son atraídas por la luz durante su actividad principalmente nocturna. Sin embargo, en el caso que expongo en esta entrada, estaban activas al atardecer en el interior de un edificio. No es que vivan allí, pero no tienen problema para buscar alimento, razón por la cual entraría en la clase de insectos plaga. También podría aparecer en una cocina donde también tendría alimento.

De hecho, es una cucaracha adaptable. Aunque es una especie nativa del oeste del Mediterráneo, consta su expansión por América del Norte donde recibe el nombre de spotted Mediterranean cockroach. En 1948 fue detectada por primera vez en Massachusetts, USA [3]. Según el manual ‘Handbook of Pest Control’ [4], en Massachusetts y Michigan es considerada una plaga doméstica (household pest). En la Península Ibérica cuenta con dos subespecies: E. pallidus pallidus, localizada básicamente en el norte, y E. pallidus punctulatus, que se encuentra más ampliamente distribuida por la península [5].

En Europa está distribuida por Inglaterra, Holanda, Bélgica, Alemania, Francia, Suiza, Italia, España y Portugal. Y en el norte de África por Argelia y Túnez. Según el especialista Álvaro Pérez Gómez, Ectobius pallidus está distribuida por Europa (Inglaterra, Holanda, Bélgica, Alemania, Francia, Suiza, Italia, España y Portugal) y por el norte de África (Argelia y Túnez). En la Península Ibérica cuenta con dos subespecies: E. pallidus pallidus, localizada básicamente en el norte, y E. pallidus punctulatus, que se encuentra más ampliamente distribuida por la península [5]. Tiene un ciclo anual. Las ninfas pasan el invierno madurando durante la primavera. La hembra deposita las ootecas en la hojarasca [6].

Notas:

[1] C. Pradera. 26-12-2012. Cucaracha silvestre Ectobius pallidus (Blattodea, Ectobidae). El desinsectador y desratizador.

[2] C. Pradera. 03-10-2015. Un caso de cucaracha silvestre Ectobius pallidus (Blattodea, Ectobiidae). El desinsectador y desratizador.

[3] Louis M. Roth & Edwin R Lewis. 1987. Observations on the Biology of Ectobius pallidus (Olivier) (Blattaria, Blattidae). Transactions of the American Entomological Society, 83 (1): 31-37.

[4] Arnold Mallis, Dan Moreland & Stoy Hedges. 2004. Handbook of Pest Control. The Behavior, Life History, and Control of Household Pests. Ninth Edition. GIE Media Inc., USA. 1397 p.

[5] Ambas subespecies se distinguen bien mediante una preparación de la glándula del terguito 7, ya que otros caracteres como la coloración son variables. Esta glándula está presente solo en los machos. Fuente: Álvaro Pérez Gómez.

[6] William H. Robinson. 2005. Urban Insects and Arachnids: A Handbook of Urban Entomology. Cambridge University Press. 480 p.

Fig 4. Contenedores de basura del cámping./ C. Pradera 06-2022

Fig 5. Individuo de Ectobius pallidus encontrado en el contenedor de basuras./ C. Pradera 06-2022

Fig 6. Individuo de Ectobius pallidus encontrado en el contenedor de basuras./ C. Pradera 06-2022

Fig 7. Individuo de Ectobius pallidus encontrado en el contenedor de basuras./ C. Pradera 06-2022

Fig 8. Individuo de Ectobius pallidus encontrado en el contenedor de basuras./ C. Pradera 06-2022

Fig 9. Individuo de Ectobius pallidus encontrado en el contenedor de basuras./ C. Pradera 06-2022

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.