C. Pradera, Barcelona, 22-05-2022
El pasado lunes estuve en una granja en la Vall de Campmajor, al oeste de Banyoles. Está a una altitud de 350 metros, en una zona húmeda rodeada de bosque. Es un entorno de gran belleza. Al pasar junto a la cisterna de la imagen número 1, no pude estarme de levantar la tapa. En esta época es fácil encontrar mosquitos. Y no desaprovecho la ocasión de echar un ojo en acumulaciones de agua. Al levantar la tapa encontré un panorama espectacular (figura 2). Estaba lleno de vida. El depósito estaba naturalizado. El agua debía llevar tiempo desde el pasado verano, ya que se debió utilizar en el sistema de enfriamiento evaporativo. El agua cae por las ventanas sobre un intercambiador sobre el que pasa el aire forzado por un ventilador. De esta manera el aire caliente pasa y entra frío.
Aproveché un momento para observar. Vi larvas de Culiseta longiareolata y de Culex pipiens (figuras 3 y 5). Y también numerosas puestas, la gran mayoría de Culex pipiens. Estaba claro que las larvas de Culiseta habían pasado allí el invierno. Y las puestas de Culex por hembras invernantes eran recientes, ya que los huevos no habían eclosionado. Las navículas de Culex eran grandes (figura 6). En una de ellas he contado más de 400 huevos. Ahora bien, además de culícidos, había muchas otras especies de dípteros de ciclo acuático como moscas del urinario (Psychodinae), mosquitos no picadores (Chironomidae) y ceratopogónidos (Ceratopogonidae). Y también otros artrópodos como colémbolos acuáticos (Poduromorpha) y ácaros oribátidos (Oribatida). Pero lo que picó mi curiosidad fue la cantidad de crustáceos que había.
No era mi objetivo hacer una lista de especies en esta cisterna naturalizada. Si uno se pone a ello, seguro que encuentra mucho más. Me centré en recolectar larvas de culícido y de crustáceo. Respecto a los culícidos, no encontré más que las dos especies indicadas. Sin embargo, respecto a los crustáceos encontré copépodos (Copepoda), ostrácodos (Ostracoda) y pulgas de agua (Cladocera). Creo que no había visto antes estos tres grupos de crustáceos juntos en una misma acumulación artificial. He dado cuenta anteriormente de copépodos y ostrácodos en imbornales [1, 2]. Sin embargo destacaba la gran cantidad de copépodos.
Siempre que veo estos crustáceos en pequeñas acumulaciones artificiales de agua surge la pregunta de cómo llegan. Esto tiene que ser a través de otros organismos principalmente. O bien son llevados de manera mecánica por fuera, enganchados a la cutícula de algún insecto que vaya de acumulación en acumulación. También a través de pájaros. O bien son llevados a través de la ingesta de huevos que aguanten los jugos gástricos. En el caso que me ocupa, puede cabe la posibilidad de que llegara a través del agua de aporte. Estos tres grupos de crustáceos tienen gran capacidad de colonización, ya que es lo que les permite la supervivencia cuando se encuentran en estanques temporales. Y una vez allí, los huevos permitirán que se queden. En el caso de los ostrácodos, tienen unos huevos que aguantan la desecación.
No es fácil la identificación de especies de crustáceos. Y mucho menos de estos tres grupos con especies de tamaño milimétrico. Por suerte, podemos echar mano de algunos manuales de fauna urbana como el clásico de Anna Omedes et al. de 1997 titulado ‘Animales de nuestras ciudades’ [3]. Hace años tuve la suerte de encontrarlo en una tienda cuando lo descatalogaron. Es el mejor manual publicado sobre fauna urbana de la Península Ibérica y Baleares. Hay algunos errores, pero es normal en una obra tan extensa.
Respecto a los ostrácodos, este manual da tres especies comunes en estanques de la familia Cypridae: Heterocypris incongruens, Heterocypris chevreuxi y Cypridopsis vidua. De lo poco que he podido observar, me he encontrado con especies del género Heterocypris. Respecto a las pulgas de agua, da tres especies: Daphnia pulex, Bosmina longirostris y Alona rectangula. Hasta el momento, lo que he encontrado es Daphnia pulex. Y respecto a los copépodos, figuran tres especies del orden Cyclopoida: Macrocyclops albidus, Eucyclops serrulatus y Tropocyclus prasinus. En la cisterna he mirado una decena de copépodos con la lupa. Me han parecido pertenecientes a una sola especie. Y diría que es Tropocyclus prasinus u otra muy parecida de este género (figuras 9-10). Esta especie consta como presente en el lago de Banyoles [4].
Los copépodos son crustáceos sin caparazón que se encuentran en todo tipo de aguas tanto marinas como continentales. Por lo general, tienen una longitud menor a 2 mm. Se los ha encontrado desde aguas bajo el hielo con muy poca salinidad hasta lagunas con mayor salinidad que la del mar con temperaturas superiores a los 30ºC [5]. Un rasgo característico de los copépodos de aguas continentales es que las hembras llevan los huevos fecundados en bolsas adheridas en la parte posterior. El número de huevos y el tamaño tiene carácter diagnóstico para la identificación. Es bonito verlos nadar. Son rápidos y nadan a saltos. Son unos animales bien interesantes. Básicos en la cadena alimentaria ya que forman parte del pláncton junto a ostrácodos y cladóceros.
Notas:
[1] C. Pradera. 19-05-2016. Ostrácodos en el imbornal (Crustacea, Ostracoda). El desinsectador y desratizador.
[2] C. Pradera. 02-09-2017. Pulgas de agua en un imbornal (Crustacea, Cladocera). El desinsectador y desratizador.
[3] Anna Omedes, Juan Carlos Senar & Francesc Uribe. 1997. Animales de nuestras ciudades. Guía ilustrada de la fauna urbana de la península Ibérica y Baleares. Editorial Planeta, Barcelona. 340 p.
[4] VV AA. 1986. Història Natural dels Països Catalans. Vol 9. Artròpodes I. Fundació Enciclopèdia Catalana, Barcelona. 1a edición. 388 p.
[5] Rosa María Miracle. 2015. Clase Maxillopoda: Subclase Copepoda: Orden Cyclopoida. Revista IDE@ – SEA, 95: 1–19.