Avanza la primavera. Cada semana tiene sus sorpresas. Paseando me he encontrado con el coracero, Raghonycha fulva. Los prados se han llenado con ejemplares de este escarabajo que anda buscando pareja. Tuve suerte y me encontré con dos de ellos realizando la cópula. La sufrida hembra estaba bien agarrada a una planta. Encima estaba el macho cumpliendo con lo que le dicta la naturaleza. Estos escarabajos miden aproximadamente 1 centímetro. Tienen el cuerpo estrecho. El colorido es atractivo y salta a la vista al verlo sobre una planta. La cabeza y el pronoto son rojos. Los élitros son anaranjados cerca del pronoto. En sus extremos son oscuros. El abdomen es naranja. Es un escarabajo abundante en zonas con poca vegetación y muchas plantas con flor. Se le puede localizar en las umbelíferas. Es además un animal beneficioso, ya que tanto la larva como el adulto se alimentan de insectos dañinos.