‘Los «chinchorros» de los palomares’ por Juan Gil Collado (1948)

Fig 1. Portada de ‘Los «chinchorros» de los palomares’ de J. Gil Collado, 1948./ C. Pradera 09-2020

C. Pradera, Barcelona, 04-10-2020

Hace unos días dediqué una entrada a la garrapata Argas reflexus (Ixodida, Argasidae), conocida como chinchorro de los palomares [1]. Buscando información, encontré un opúsculo del entomólogo Juan Gil Collado (1901-1986) dedicado a este argásido. Se titula ‘Los «chinchorros» de los palomares» y tiene una extensión de 12 páginas. Fue publicado en 1848 dentro de la serie Hojas Divulgadoras del Ministerio de Agricultura. Así pues, lo adquirí para saber qué escribió al respecto tan interesante e importante figura científica que dedicó buena parte de sus estudios a los parásitos.

El texto tiene como destinatario al público en general, más en concreto a agricultures y ganaderos, ya que fue escrito para las ‘Hojas Divulgadoras’. Esta serie de textos divulgativos empezaron a publicarse en España en 1907 con un contenido de carácter general [2]. Unos años más tarde las hojas pasaron a tratar varios temas de una manera amplia. Y luego pasaron a ser monotemáticas. Durante años fueron una fuente de divulgación de conocimiento entre campesinos. Gil Collado escribió cinco opúsculos para las hojas entre 1945 y 1960 [3]. Tengo la sensación de que fueron encargos para rehabilitar de alguna manera a Gil Collado, el cual fue un represaliado por la dictadura del general Francisco Franco. Apunto que no se trata de textos científicos, sino divulgativos. Así que Gil Collado vierte su conocimiento y experiencia, que no es poco, sin referencias a fuentes bibliográficas.

Fig 2. Págs 2-3 de ‘Los «chinchorros» de los palomares’./ C. Pradera 09-2020

En el opúsculo se tratan dos especies, Argas reflexus y Ornithodoros coniceps. Al primero lo llama chinchorro común y al segundo chinchorro de cabeza picuda o chinchorro mediterráneo. Ambas especies parasitan a la paloma doméstica (Columba livia). Sin embargo, la segunda especie es escasa. En esta entrada reproduzco por orden todas sus páginas en imágenes. Pero también abajo he colocado un enlace para quien quisiera leer el texto en formato pdf, una digitalización disponible en la página web del Ministerio de Agricultura.

El nombre de chinchorro viene por su vida parasitaria similar a la chinche de cama (Cimex). El chinchorro vive cerca de su hospedador. Permanece oculto en rendijas durante el día y por la noche se activa para llegar hasta su él. Se alimenta exclusivamente de sangre y ataca a las palomas cuando estas descansan. Se fijan en las zonas menos cubiertas de plumas como ano, cuello o bajo el ala y, en los pichones, en el pecho. Pueden causar la muerte a pichones en caso de infestación severa. Mientras pica vierte con su saliva sustancias que adormecen la zona y hacen fluir la sangre. Una vez repleto, el chinchorro regresa a su refugio y permanece entre uno y tres meses dependiendo de la temperatura ambiental. Tras ello, mudan la piel y buscan una nueva ingesta de sangre. Carecen de capacidad de volar y su llegada a otros palomares se realiza por medio de las palomas o por su propio pie. Como vemos, igual que la chinche de cama.

Fig 3. Págs 4-5 de ‘Los «chinchorros» de los palomares’./ C. Pradera 09-2020

Respecto a su hospedador, Gil Collado dice que muestra preferencia por las palomas. Explica que en un palomar fuertemente infestado por chinchorro común se colocaron unas gallinas que no parecieron sufrir grandes picaduras. Por otra parte, las gallinas ya tienen su chinchorro particular, es decir, Argas persicus. Respecto a su incidencia sobre personas, Gil Collado quita hierro al asunto. Él cree que su picadura puede ser excepcional. Expone un caso particular en el que se retiraron las palomas de un gran palomar en Toledo para llevárselas a otra ubicación. Y en los meses posteriores hubo una migración de chinchorros que penetraron en las casas vecinas cubriendo paredes. Parece que hubo casos contados de picaduras.

Ahora bien, según explica, quien reciba una picadura que se prepare: «En cuanto a las consecuencias de su picadura, son bastante desagradables. En dicho cortijo, las personas que sufrieron tuvieron fiebre que les duró varios días, aparte de un picor insoportable en la parte atacada, en la que se marcó intensa hinchazón (edema)». Esta picazón dura un par de semanas y dejaría  paso posteriormente a una pápula de la cual queda marca incluso 20 años después. Sin embargo, esto no sucede con todas las personas, ya que depende de la reacción alérgica particular como sucede con las picaduras de otros artrópodos.

Fig 4. Págs 6-7 de ‘Los «chinchorros» de los palomares’./ C. Pradera 09-2020

Para tratar la especie Ornithodoros coniceps, Gil Collado se remite a un caso detectado en un palomar de Chamberí, Madrid, que cita como único registro de esta especie del que tiene conocimiento. Explica que las molestias en personas son idénticas: «Fiebre ligera, hinchazón en la zona de la picadura y prurito grande, que llegaba a ser insoportable en ciertos casos».

La última parte del opúsculo está dedicada a los medios de lucha contra los chinchorros. Estos consisten básicamente en los mismos que hoy en día, aplicación de insecticidas. Aunque en aquella época se circunscribían en los todopoderosos organoclorados DDT y 666, ampliamente utilizados en España en 1948, al poco de se comercializados hacia 1945. Para finalizar comentar que los dibujos de los chinchorros parecen del propio Gil Collado. En la hoja titulada ‘Las garrapatas de los perros’ de 1948 constan como propios los dibujos [4].

Referencia bibliográfica:

– Juan Gil Collado. 1948. Los «chinchorros» de los palomares. Servicio de Capacitación y Propaganda, Ministerio de Agricultura, Madrid. Hojas Divulgadoras, No 6-48 H (marzo 1948), 12 pp. 14’5 x 21’5 cm.

Notas:

[1] C. Pradera. 21-09-2010. Un chinchorro de los palomares, Argas reflexus (Ixodida, Argasidae), en Barcelona. El desinsectador y desratizador.

[2] El primer número de las ‘Hojas Divulgadoras’ apareció el 5 de agosto de 1907 publicada por la Dirección General de Agricultura, Industria y Comercio del Ministerio de Fomento. Tenía un contenido variado con noticias, crónicas, cotizaciones, etc, en un espacio de cuatro páginas.

[3] Los mosquitos del paludismo (1945). Los «chinchorros» de los palomares (1948). Las garrapatas de los perros (1948). Los «barros» de las reses vacunas (1954). Parásitos externos de las gallinas (1960).

[4] C.Pradera. 29-10-2019. ‘Las garrapatas de los perros’ por Juan Gil Collado (1948). El desinsectador y desratizador.

Fig 5. Págs 8-9 de ‘Los «chinchorros» de los palomares’./ C. Pradera 09-2020

Fig 6. Págs 10-11 de ‘Los «chinchorros» de los palomares’./ C. Pradera 09-2020

Fig 7. Pág 12 de ‘Los «chinchorros» de los palomares’./ C. Pradera 09-2020

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