C. Pradera, Barcelona, 30-05-2018
Escribo esta entrada para que sirva de aviso. Hay un gran número de artrópodos que pueden provocar una reacción alérgica en la piel ya sea por picadura, mordedura o contacto. Los insectos de la familia Formicidae, conocidos como hormigas, pueden inyectarnos sustancias en nuestro cuerpo mediante la ayuda de un aguijón que poseen en el extremo del abdomen. Pero no todas las especies de hormiga poseen aguijón. Las peligrosas son aquellas pertenecientes a las subfamilias Myrmicinae y Ponerinae. Y dentro de las ponerinas, destaca Hypoponera punctatissima (Roger, 1859), también conocida como hormiga Roger. Se trata de una especie exótica en expansión mundial desde hace muchos años. Y es especialmente peligrosa durante los meses de mayo y junio en la Península Ibérica, que es cuando salen los reproductores alados.
El lunes al mediodía llegó a la oficina un compañero con una muestra. Me explicó que tenía un cliente con picaduras. Y me dio un vial con un insecto que él creía que podría tratarse de Sclerodermus domesticus, el parásito de las carcomas anóbidas (Anobiidae). Miré el insecto y vi lo que parecía una avispa sin alas, pero no lo era. Le dije que se trataba de una hormiga. Y que muy probablemente sería un reproductor de Hypoponera punctatissima. Puse el ejemplar bajo la lupa binocular y corroboré lo dicho. Se trataba de una reina que había perdido las alas. Fue muy emocionante el momento. Años atrás localicé en un cliente una colonia de esta hormiga vagabunda (tramp ant) bajo un rollo de brezo húmedo [1]. Esto fue en un patio interior de un hotel de Barcelona a principios de un mes de diciembre. Para mi sorpresa, había pupas. Esta especie forma colonias poco numerosas y tiene la capacidad de cambiar su ubicación si no encuentra las condiciones adecuadas. Aunque había leído sobre las dolorosas picaduras que podían infringir las hembras, no había tenido nunca un caso.
Le pedí a mi compañero los datos del cliente. Por suerte para mí, se trataba de una comunidad de vecinos que conocía. Y quien padecía las picaduras era el conserje a quien conozco y de quien puedo afirmar que es una suerte tenerlo como cliente. Siempre nos ha facilitado el trabajo a los técnicos que hemos ido a su comunidad de vecinos. Así que, cuando finalicé mi jornada laboral, me desplacé al cliente a recabar información. El conserje me explicó que tuvo las primeras picaduras el viernes. Algunas le picaban mucho y se rascó, razón por la cual se había hecho un poco de herida. Me permitió tomar fotografías de las picaduras. En las imágenes 3 a 7, se pueden ver algunas. Y en la imagen 8 y 9, se puede ver la picadura que me produjo una hembra alada cuando la puse sobre mi antebrazo y la molesté. Quise comprobar si era dolorosa. Y lo constaté. La intensidad sería un poco mayor que la de un mosquito tigre (Aedes albopictus). Sin embargo, al cabo de unas horas, ya no noté nada. Claro que la gravedad de una picadura varía de una persona a otra. Como se pude ver en la primera imagen, la hembra tiene un destacado aguijón en el extremo del abdomen. Sobre mi antebrazo pude ver una picadura grande junto a otras menores. Posiblemente me hubiera aguijoneado una primera vez inyectando una buena cantidad de veneno. Y luego me aguijoneara unas pocas más, pero inyectando menor cantidad.
Importante es el lugar donde se produjeron las picaduras. En las imágenes 10 a 15, se pueden algunas imágenes. Se trata del lavabo de la conserjería. Se trata de un lugar idóneo para que se instale Hypoponera punctatissima. Tiene un elemento importante, una buena dosis de humedad. Y esto significa que pueden haber pequeños artrópodos como colémbolos (Collemabola) de los que estas hormigas se alimentan. Son hormigas cazadoras. Su boca dispone de unas pinzas adecuadas para ello. Y además disponen de un aguijón para rematar la faena. En otras ocasiones en las que me he encontrado hormigas Hypoponera ha sido cerca o en el interior de registros de albañal. En el caso que describo, las hormigas estaban instaladas en la base del bajante. Allí se unían varios tubos de desagüe que se encontraban amarrados con pegotes de cemento que proporcionan un lugar de refugio. Seguramente las obreras lleguen hasta el albañal de obra en busca de alimento. El hecho de que esta especie se instale en estos lugares y que forme colonias de un centenar de obreras significa que difícilmente vamos a detectar su presencia en nuestra casa hasta que no veamos la salida de reproductores.
Las ponerinas tienen una vida oculta. Sin embargo, son fáciles de identificar. Poseen un cuerpo aplanado y largo, un solo peciolo, tienen una sutura bien marcada en el abdomen y unos ojos diminutos situados cerca de la base de las antenas. La hormiga Roger es su miembro más conocido. Las obreras miden entre 2’5 y 3 mm y son de color marrón amarillo (figuras 16 a 18). Esta especie tiene la interesante particularidad de que solo vuelan las reinas. Estas son de mayor tamaño y de un marrón más oscuro (figuras 19 a 21). Los machos parece que no tienen alas y son muy parecidas a las obreras. Es de destacar que, a pesar de lo extendida que se encuentra a nivel mundial, se ha estudiado poco. Es originaria de la zona tropical de África y, en la actualidad, está distribuida por todos los continentes. En Europa se reporta en la mayor parte de países.
Para acabar, hay que apuntar que las reinas pican de manera accidental. El problema radica en que no detectemos su presencia cuando salen. En el caso que reporto, las picaduras llegaron cuando el conserje fue a hacer sus necesidades al lavabo. Es por ello que algunas picaduras se dieron debajo de la camisa y del pantalón. Las reinas tienen un vuelo torpe. Ahora bien, las picaduras del cuello seguramente fueron al caerle encima. El lavabo disponía de bombillas incandescentes. Las hembras son atraídas por la luz. Al acercarse a las bombillas, se debieron quemar y cayeron al suelo. Si en ese momento se introduce una dentro de la ropa, o queda atrapada de alguna manera entre los pliegues, tendremos una picadura seguro. Durante mi visita pude ver reinas que caían al acercarse a la luz.
Notas:
[1] C. Pradera. 08-12-2012. Hormiga Roger, Hypoponera punctatissima (Hymenoptera, Formicidae) en Barcelona. El desinsectador y desratizador.
Buenos días desinsectador:
Tengo entendido, por lo leído acerca de los Ponerinae, que esta especie guarda mucha similitud con Hypoponera ragusai, aunque si te soy sincero desconozco si su picadura es tigualmente irritante que H. punctatissima.
Un Saludo.
J. A. G. Blanquer
Tema no fácil distinguir entre ambas especies. Hasta donde yo he podido discernir, la especie que encontré es H. punctatissima. Sin embargo, tengo pendiente que un experto me haga una identificación definitiva. Es bastante probable que la picadura de H. ragusai sea tan dolorosa como la de H. punctatissima. Este es un tema que hay que estudiar. Saludos.
Salve sono Laura le scrivo dall’ Italia, esattamente dalla Sicilia. dal 12 giugno 2021 è apparsa in casa mia questa tipologia di formica ovvero hypopnera punctatissima localizzata soprattutto nei miei due bagni, come nelle foto da lei indicate.ho provato diversi insetticidi muoiono ma non si Debellano,quindi ho provveduto a chiudere i buchi da dove li vedevo sbucare,ma loro ne facevano di altri . Io abito in un palazzo di quattro piani, la mia abitazione si trova al piano terra, sotto l appartamento Vi è un sistema di ariazione antico fatto da pietre per isolare l appartamento dalla terra. Ho provato ad agire anche attraverso questo sistema di ariazione spruzzando cipex E10 in più in fumigante cifum 7.2. ma niente non ho risolto nulla. La mia domanda la seguente visto che lei conosce la specie può aiutarmi non so più che fare. In attesa di sua risposta porgo cordiali saluti