C. Pradera, Barcelona, 18-01-2017
Ha caído en mis manos una hoja publicitaria de Casa Metzger SA de Barcelona. Lleva por tíulo ‘Aparatos para desinfección y para despiojamiento’. Se hace notar que son «indispensables a todos los Ayuntamientos, Hospitales, Asilos, Cárceles, etc.»
Recientemente di cuenta de la importancia que tuvo la desinfección civil en un artículo titulado ‘El desinfector’ [1]. Como expliqué a partir de los descubrimientos de Louis Pasteur sobre los patógenos y su transmisión, se empezó a ahondar en el conocimiento de las enfermedades llamadas infecto contagiosas. Y esto llevó a la creación de servicios de desinfección para atajar posibles brotes. El catálogo que he adquirido complementa perfectamente lo dicho. En el primer párrafo se puede leer: «La adquisición de los siguientes aparatos a fin de estar siempre prevenidos para combatir las epidemias de cólera, tifus exantemático, sarampión, tuberculosis y demás enfermedades infecciosas que inesperadamente pueden presentarse.» Se mencionan todas las enfermedades para las cuales se legisló mediante el Real Decreto de 31 de octubre de 1931, el cual conllevó la creación de los parques de desinfección en todas las capitales de provincia y ciudades con más de 20.000 habitantes [2].
En las dos primeras páginas de esta hoja publicitaria se pueden ver los principales instrumentos utilizados para las desinfecciones en aquella época. Hay una lejiadora de tipo simple, una lejiadora de tipo doble, un formógeno de tipo Torrens, un sulfurador de tipo Clayton y un pulverizador. Y también, muy importante, se muestra un traje especial para el desinfector, es decir un equipo de protección individual. Es interesante constatar que gran parte del texto está dedicado a la defensa del anhídrido sulfuroso (SO2) por ser «el más eficaz para la rápida destrucción de toda clase de parásitos.» Y se transcribe parte del contenido de un folleto titulado ‘Profilzaxis del Tifus exantemático’ escrito por el doctor Manuel Martín Salazar, Inspector General de Sanidad. Esto me hace pensar que, cuando fue impresa esta hoja publicitaria, empezó a decaer el uso del dióxido de azufre al ser sustituido por el ácido cianhídrico [3].
Además de material de desinfección, en esta hoja publicitaria se puede ver otro material como equipos para la limpieza y para el servicio contra incendios. De hecho, Casa Metzger fue una de las empresas más importantes de la época que fabricó y suministró material para extinguir incendios y equipos de protección para bomberos. Tengo muy poca información de esta casa, pero tenía unos extensos catálogos de bienes de equipo y suministros de toda clase. Fue fundada por los hermanos de origen judío José y Edmundo Metzger que provenían de Basilea (Suiza). Empezaron a principios de siglo XX en Barcelona como comerciantes representando a otras casas comerciales. Y gracias a su iniciativa acabaron como fabricantes creando la marca Labor para sus productos. No sabría determinar la importancia económica de estos industriales, pero todo apunta que fueron de los más destacados de la época. El presente catálogo debe de ser del año 1924 o 1925.
Notas:
[1] Carlos Pradera. 11-01-2017. El desinfector. El desinsectador y desratizador.
[2] Real Decreto de 31 de octubre de 1901 referente á las medidas y precauciones que han de adoptarse en los casos que puedan ocurrir de enfermedades contagiosas. Gaceta de Madrid de 4 de noviembre de 1901.
[3] Real Orden de 31 de julio de 1922, disponiendo se adopte la cianhidrización como procedimiento preferente de desratización y desinsectación de los servicios sanitarios dependientes de este Ministerio. Gaceta de Madrid de 9 de agosto de 1922.