C. Pradera, Barcelona, 26-04-2015
La semana pasada me encontré una pequeña joya en un sobretecho. En un rincón había una bandeja portacebos de plástico blanco (figura 1). Tenía rotulada en rojo la palabra RATICIDA. Me di cuenta que debía llevar mucho tiempo allí arriba. Al observarla de cerca vi que el raticida estaba consumido, pero no por roedores, sino por algún insecto. Pensé que sería interesante entretenerme en mirarla con detalle. La puse en un bolsa y me la llevé para observarla. Al abrirla en casa vi que además de la palabra RATICIDA, en el lado opuesto se podía leer CONTROLPEST (figura 2).
Vaya suerte la mía, me dije. Esta bandeja de unos 10 centímetros de diámetro debía de llevar un par de decenios por lo menos allí arriba. Por lo que tengo sabido, la empresa Controlpest Ambiental fue fundada hacia 1972 en Valencia [1]. Poco después fue adquirida por Lilly España para crear a nivel nacional una empresa de control de plagas. En 1982, la compañía británica Rentokil la adquirió para expandir su negocio en España. A principios de la década de 1990, Rentokil adquirió otras empresas del sector para hacer crecer su volumen de negocio.
En casa me puse a ver con detalle la bandeja portacebos. El producto raticida consistía en un formulación en cebo tipo pellets. Tenía un color azul verdoso. Los pellets estaban totalmente consumidos por dentro y perforados (figura 3). Me puse a mirar qué insecto había minado el cebo y vi que los restos consistían en una masa compacta tal y como se puede ver en las imágenes 4 y 5. Al retirar el producto, en el fondo había un polvillo formado principalmente por excrementos. Y también había restos de exuvias de larvas y adultos de carcoma del pan (Stegobium paniceum) como se puede ver en las imágenes 6 y 7. Este simpático anóbido es una de las principales plagas de alimentos almacenados.
Notas:
[1] Jacinto. 30-06-2011. Entrevista a María José. Desinfestados, blog de Rentokil. Enlace: rentokil.com/es/blog/entrevista-a-maria-jose (consulta: 26-04-2015).