C. Pradera, Barcelona, 15-09-2012
He tenido la suerte de pasar unos días de descanso en Menorca. Además de disfrutar del magnífico paisaje, he disfrutado de la fauna y flora de esta preciosa isla. Hubo un día que me acerqué a la playa de la Vall d’Algaiarens. Iba por un camino de arena hacia la playa. Junto al camino había unos cuantos palés apoyados en un muro de piedra. En la imagen número 1 se puede ver el lugar. Algunos de estos palés estaban rotos y vi que estaban afectados por carcoma. Defecto profesional, me paré para inspeccionar. Se veían los agujeros de salida de los adultos. Al romper algunas maderas vi que tenía toda la pinta de haber pasado por allí termita subterránea (Reticulitermes). Los palés estaban a la sombra de un pino. Se notaba la humedad junto al muro. Así que me arrodillé y me puse a buscar termitas en las maderas que estaban metidas en la arena.
En la imagen número 2 se puede ver las maderas atacadas por termitas. Y al poco ya las vi cómo asomaban la cabeza. Retiré las maderas y empecé a peinar el suelo. Vi algunas galerías que se adentraban al suelo. En la imagen número 3 se puede ver dos termitas obreras sobre la arena. Me llevé algunas termitas como pude para poderlas observar de regreso con la lupa binocular.
En la imagen número 4 se puede ver una termita soldado y una obrera a través de la lupa binocular. No se aprecian mucho los detalles, porque de momento no puedo sacar fotos más nítidas, pero por lo menos se pueden ver la mandíbulas de la termita soldado. Además de unas mandíbulas mayores, tiene una cabeza mayor. Según los manuales, en Menorca tenemos termitas de la especie Reticulitermes banyulensis. Esta especie también está presente en la Península Ibérica ocupando la parte este desde los Pirineos hasta Murcia aproximadamente. En el resto de la península, tenemos otra especie de aspecto y costumbres parecidas llamada Reticulitermes grassei. Diferenciar ambas especies es muy difícil. Cosa de expertos. Pero a nivel de tratamiento, se tratan igual.