Garrapata Haemaphysalis punctata (Acari, Ixodidae) en Vilafranca del Cid, Castellón

Fig 1. Vista dorsal y ventral de Haemaphysalis punctata./ C. Pradera 04-2024

Carlos Pradera, Barcelona, 23-04-20e4

Voy a dar cuenta de un extraño placer. Encontrar una garrapata me supone una alegría. Para los que no aprecien tales animales, supondrá incomprensible. Años atrás yo mismo no lo hubiera comprendido. Me interesaban las garrapatas, pero tenía repulsión por las implicaciones de una lenta y sigilosa picadura en la que cabía la posibilidad de adquirir alguna enfermedad. Mi padre estuvo a punto de fallecer por una picadura de garrapata. Sin embargo, encuentro fascinantes las garrapatas. Así pues, si encontrar una me proporciona alegría, tanto más una especie que tengo poco vista.

Esto sucedió el pasado sábado en Vilafranca del Cid, población del Alto Maestrazgo a 1.125 metros de altitud. A unos 500 metros del núcleo urbano encontré una pequeña garrapata agarrada a una hierba (figuras 3 y 4). Esto era un camino estrecho que descendía en dirección a las Cuevas del Forcall. Tuve una intuición y busqué garrapatas en un punto del camino. Después de un rato buscando, la vi. Al acercarme no se inmutó. Siguió fuertemente apresada. Por el aspecto parecía que llevaba allí varios meses a la espera de algún animal al que adherirse. Cerca encontré una madriguera, quizás la de algún Apodemus sylvaticus que fuera quien acarreó con la garrapata en su anterior estadio de larva o ninfa (figura 5).

Fig 2. Distribución de Haemaphysalis punctata./ Pfäffle et al. 2017 [1]

La garrapata en cuestión era un macho de la especie Haemaphysalis punctata. Voy a dar unos datos basados en Pfäffle et al. (2018) [1]. En la imagen número 2, se puede ver su distribución en Europa y el norte de África. Completa su ciclo sobre tres hospedadores y necesita para ello entre 1 y 3 años. La larva y la ninfa se alimentan sobre micromamíferos, conejos, liebres, pájaros, lagartos, mientras que los adultos sobre ungulados salvajes y domésticos. A nivel ecológico está adaptada a ambientes secos y húmedos. Los adultos se encuentran de marzo a junio y de septiembre a noviembre. Su cuerpo mide de 3 a 4 mm de longitud.

Tras capturar el macho, estuve un buen rato revisando la zona por si encontraba otra de la misma especie. Me hubiera encantado encontrar una hembra. Quienes tenemos la manía de coleccionar, todo sirve para el mismo fin.

Notas:

[1] Pfäffle, M.P., Santos-Silva, M.M., Jaenson, T.G.T., Vatansever, Z. & Petney, T.N. 2017. Haemaphysakus punctata Canestrini and Fanzago, 1878. p. 237-242. En: Estrada-Peña, A. Mihalca, A. D. & Petney, T. N. (Eds.). 2017. Ticks of Europe and North Africa. A Guide to Species Identification. Springer. 404 p.