C. Pradera, Barcelona, 10-12-2023
Los brúquidos (Bruchinae) son un grupo de coleópteros interesantes. Son de tamaño pequeño (2-4 mm de longitud aprox.), robustos y con una bonita coloración. Además es un grupo bien estudiado porque completa su ciclo biológico sobre las semillas de leguminosas (Fabaceae) de las que nos alimentamos. Hay un largo número de especies consideradas plaga [1, 2]. Su importancia se ve reflejada en los numerosos estudios científicos que tratan su taxonomía, biología y tratamiento. Es raro que alguien que compre legumbre seca regularmente no se haya encontrado con alguno de estos coleópteros.
Una de las más conocidas y comunes de encontrar es Acanthoscelides obtectus (Say, 1831), conocida como gorgojo de la judía [3]. En la península Ibérica es quizás la común en almacenes de leguminosas. Es una plaga importante que puede causar estragos. En primer lugar, es multivoltina, es decir, que completa varios ciclos en un año. Hasta cuatro por año [4]. Y en segundo lugar, completa sus ciclos en el campo y en almacén. Esto contrasta con la gran mayoría de brúquidos que son monovoltinos como Bruchus lentis, el gorgojo de la lenteja, y completan su ciclo solo en el campo. La hembra de brúquido realiza la puesta en la vaina verde y la larva se traslada de la vaina a la semilla. Por tanto, si aparecen adultos de B. lentis en las legumbres, la plaga no pasará a mayores. En cambio, con A. obtectus sí pasará a mayores infestando las semillas en el almacén.
Se calcula que las pérdidas por A. obtectus en el campo son de hasta el 20%, mientas que en el almacén pueden ser de hasta el 100% [5]. La pérdida de peso afecta a su capacidad germinativa, nutricional y, obviamente, comercial. El interior de la semilla queda llena de excrementos y a merced de los hongos que degradan aún más la semilla. Sabemos que un material poroso se convierte en una esponja para la humedad. Y detrás de las plagas primarias de los granos llegan las secundarias. En la muestra también había adultos de Oryzaephilus surinamensis, la carcoma dentada de los granos.
Ejemplo de lo dicho son las imágenes que muestro en esta entrada. Hace un par de semanas tuve la suerte de encontrar un saco abandonado en un cliente cercano a la ciudad de Olot (figuras 1-6). El saco estaba lleno de judías (Phaseolus vulgaris) en un ricón de una pequeña estancia que se encuentra en desuso. Estaban saliendo gorgojos de las judías, por lo que aproveché para recolectar una pequeña muestra. La idea era juntar esta muestra con otras judías y observar hasta donde llega la destrucción de las semillas. De momento, han emergido muchos adultos. Y las hembras están poniendo huevos de los que salen larvas del primer estadio.
El origen de A. obtectus se cree que está en América central y que fue importada a la región paleártica con el comercio de leguminosas. En la actualidad es una especie cosmopolita en las regiones templadas y causa graves daños en el campo y en el almacén. Las especies vegetales más afectadas son del género Phaseolus. Pero aunque tiene preferencia por las judías, afecta también a otras importantes leguminosas como la haba (Vicia faba), veza (Vicia sativa), guisante (Pisum sativum), garbanzo (Cicer arietinum), lenteja (Lens culinaris), soja (Glycine max), almorta (Lathyrus sativus) o altramuz (Lupinus albus) [1]. Como se ve, la larva es polífaga y puede alimentarse de semillas de 34 familias de plantas, aunque las leguminosas son las que preocupan por su impacto sobre la alimentación humana [5]. Miguel Benlloch mencionó en un antiguo folleto dedicado al gorgojo de la judía que «en ocasiones hasta se le ha visto adaptarse a comer maíz» [4].
Pero, ¿cómo es su ciclo biológico? En el campo, la hembra deposita los huevos dentro de la vaina y la larva penetra en la semilla donde se desarrolla. En cambio, en el almacén la hembra pone los huevos cerca o debajo de la semilla. El huevo es blanco y alargado de unos 7-8 mm (figura 13). He visto que si la semilla está perforada, la hembra también puede introducir huevos. La larva pasa por cuatro estadios de crecimiento y su crecimiento lo pasa en una sola semilla. La larva del primer estadio perfora la semilla y entra en ella. La larva del cuarto estadio excava una cámara de pupación justo debajo del tegumento. El adulto sale realizando un corte circular en el tegumento lo que da la sensación de ventana redonda. Para hacernos una idea de los que da de sí una semilla, Gliksman & Tucić reportan que en circunstancias de superpoblación hasta 45 adultos pueden surgir de un sola semilla de unos 20 mm de longitud [6].
Los adultos salen uno o dos días después de la eclosión. No necesitan alimento ni agua. No causan daño en las semillas. Pero tienen suficiente energía como para poder realizar la cópula y que la hembras realicen la puesta [6]. Según un estudio de Ramírez & Suris, la puesta alcanza los 308 huevos durante los primeros cuatro días [5]. Son escarabajos robustos que caminan rápido y vuelan muy bien. Esto último les permite salir en primavera del almacén en busca de campos de cultivo, lo cual permitirá que las larvas que vayan dentro de las semillas viajen cientos de kilómetros hasta otro almacén. Un insecto muy bien diseñado que se adapta perfectamente a la vida humana.
Respecto a los ciclos anuales que puede completar se explica que son cuatro por lo general, claro que esto dependerá de las condiciones ambientales. Según el estudio de Ramírez & Suris llevado a cabo en condiciones de laboratorio, 26,20 ± 2,03°C de T. y 87,37± 9,03% de H.R., el ciclo de vida fue completado en 33,23 ± 1,78 días y la longevidad del adulto fue de 14,55 ± 4.00 días [5]. Estos datos son parecidos a los de Dell’Orto & Arias que a 30ºC y 70% H.R el ciclo biológico se comleta en 22-26 días [7]. Estos autores refieren que el adulto vive 10-12 días, pero que «bajo condiciones experimentales se ha encontrado que algunos individuos pueden sobrevivir por más de 6 meses cuando son alimentados con néctar de flores» [7]. Por tanto, es un insecto con un alto potencial de reproducción y, por tanto, de infestación.
Notas:
[1] David W. Hagstrum, Tomasz Klejdysz, Bhadriraju Subramanyam & Jan Nawrot. 2013. Atlas of Stored-Product insects and Mites. AACC International, St. Paul, Minnesota. 728 p.
[2] Ramos, R.Y. 1976. Las especies de Brúquidos (gorgojos de las leguminosas) de interés agrícola y fitosanitario (Col. Bruchidae) II: Sistemática y biología. Boletín de sanidad vegetal. Plagas, 2 (2): 161-203.
[3] C. Pradera. 17-04-2017. Sobre el gorgojo de las judías, Acanthoscelides obtectus (Coleotera, Curculionidae). El desinsectador y desratizador.
[4] Miguel Benlloch. 1955. El gorgojo de las judías. Ministerio de Agricultura, Madrid. Hojas Divulgadoras, 4-55 H. 8 p.
[5] Ramírez, S. & Suris, M. 2015. Ciclo de vida de Acanthoscelides obtectus (Say.) sobre frijol negro (Phaseolus vulgaris L.) en condiciones de laboratorio. Revista de Protección Vegetal, 30 (2): 158-160.
[6] Gliksman, I., Tucić, N. 1991. Effects of selection for early and late reproduction in low and high larval density populations of the bean weevil (Acanthoscelides obtectus). Genetics Selection Evolution, 23 (2): 119–32.
[7] Dell’Orto Trivelli, H & Arias Velázquez, C.J. 1985. Insectos que dañan granos y productos almacenados. Oficina Regional de la FAO para América latina y el Caribe, Santiago de Chile. 146 p.












