C. Pradera, Barcelona, 15-07-2023
El pasado domingo 9 de julio subimos por el camino que lleva de las Bordas de Quanca hasta Noarre. El paisaje de alta montaña no se puede cualificar más que de precioso. Tengo mucho aprecio a esta parte de la comarca del Pallars Sobirà, ya que una parte de mi familia proviene de allí. Noarre es un poblado rodeado de prados formado por unas pocas casas que se encuentra a 1.580 metros de altitud.
Llegamos a Noarre un poco de casualidad. Buscábamos un espacio con poca gente y de color verde brillante. Encontramos el camino hacia Noarre y empezamos a ascender. En un momento pensé que podría encontrar Ixodes ricinus, la garrapata con mayor distribución en Europa por lo que es denominada como garrapata común [1, 2]. En España también recibe el nombre de garrapata de la oveja. Entonces, con la aprobación implícita de mi mujer, seguimos camino arriba. Aquello era precioso y valía la pena. Tenía puesta la mirada en los márgenes del camino. Cerca de los 1.500 metros, vi el suelo revuelto por algún animal salvaje. Se lo dije a mi mujer y entonces empecé a caminar lentamente buscando a lado y lado. Y en efecto, allí apareció el primer individuo de Ixodes ricinus, una hembra (figura 2).
Acostumbrado a garrapatas de mayor tamaño que suelo encontrar en Barcelona como Dermacentor, Hyalomma o Rhipicephalus, no es fácil avistarla. En las imágenes 2 y 5 se aprecia su tamaño en relación a mis dedos. Estaba sobre una hoja de hierba en la posición típica de espera (figura 2 y 6). Por suerte, esta garrapata no es como Dermacentor o Hyalomma que cuando detecta tu presencia sale a buscarte para subirse encima. En el caso de Ixodes son pacientes y disciplinadas. Estiran las patas anteriores a la espera de agarrarse. Tras encontrar esta primera hembra, comenté a mi mujer que tomara precauciones. Y especialmente para que me ayudara a encontrar otros individuos por la zona. Ella tiene gran capacidad de observación. Y a los cinco minutos, ella encontré otra. Tras esta no vimos ninguna más.
He de apuntar que el género Ixodes es fácil de identificar por la forma de su capítulo. Pero la hembra de Ixodes ricinus lo es más, por el color rojo del dorso y su característica pilosidad. Aunque ver los adultos de esta especie es más propio del otoño, también se pueden encontrar en primavera y verano [3]. Es una especie que necesita un paisaje húmedo con vegetación que retenga la humedad [2]. La alta montaña es un lugar ideal para una especie que aguanta los rigores del invierno. De hecho, el cambio climático es desfavorable, justo lo contrario que sucede con las especies del género Hyalomma.
Ahora bien, el hecho que la hace común es su capacidad de parasitar todo tipo de animales. Se tiene constancia de hasta 160 vertebrados. Su ciclo puede ir desde un año hasta tres, dependiendo del clima y del acceso a hospedadores. Las larvas y las ninfas pueden chupar la sangre de pequeños mamíferos, pájaros o lagartos, mientras que los adultos buscan grandes mamíferos, ya sean domésticos o salvajes [2]. Respecto a su distribución, en la imagen número 3 se puede ver para Europa y norte de África. En Asia se adentra pasado el Caspio por el sur de Rusia hasta Kazajistán.
Tema importante es su papel como vector de enfermedades. Destaca en la transmisión de la borreliosis de Lyme, enfermedad provocada por la bacteria Borrelia burgdorferi [4]. En Europa es el mayor vector en su transmisión a humanos. Es una enfermedad que ha estado siempre presente, pero que hace décadas no se diagnosticaba porque no se conocía su origen. Recordemos que no fue en 1981 cuando se detectó la existencia de esta bacteria y su relación con la enfermedad en los EUA. En la década de 1990 se supo que también estaba presente en España [4]. Desde entonces hasta la actualidad ha mejorado el diagnóstico, pero en muchos casos ha sido un auténtico calvario para quienes las padecían. El desarrollo de la enfermedad tiene un proceso que puede llegar a manifestaciones graves neurológicas, cardíacas y articulares.
El año pasado fue publicado un artículo en el Boletín Epidemeológico Semanal donde se daba cuenta del aumento de la carga hospitalaria por Lyme en el período 2005-2019 [5]. En la imagen número 4 se puede ver el gráfico de número de ingresos. Los datos muestran una tasa media anual de hospitalizaciones de 0,28 por cada 100.000 habitantes. Este aumento puede ser debido a una realidad y es el aumento en la transmisión de la bacteria a humanos, pero también puede ser que en la actualidad el diagnóstico sea mejor. Esto es obvio visto que hay casos de personas que llevan años arrastrando la enfermedad de Lyme.
Notas:
[1] Estrada-Peña, A., Bouattour, A., Camicas, J. L. & Walker, A. R. 2004. Ticks of Domestic Animals in the Mediterranean Region: A Guide to Identification of Species. University of Zaragoza. 131 p.
[2] Otranto, D., Dantas-Torres, F. & Santos-Silva, M.M. 2017. Ixodes ricinus (Linnaeus, 1758). p. 189-195. En: Estrada-Peña, A. Mihalca, A. D. & Petney, T. N. (Eds.). 2017. Ticks of Europe and North Africa. A Guide to Species Identification. Springer. 404 p.
[3] Estrada Peña, Agustín. 1994. Las garrapatas en España. Introducción. Junta de Castilla y León, Consejería de Sanidad y Bienestar Social. Valladolid. 86 p.
[4] Oteo Revuelta, José Antonio. 1994. Borreliosis de Lyme. Junta de Castilla y León, Consejería de Sanidad y Bienestar Social. Valladolid. 94 p.
[5] Amores Alguacil, M., Estévez Reboredo, R.M., Carmona, R. & Cano Portero, R. 2022. Carga hospitalaria de enfermedad de Lyme en España (2005-2019). Boletín Epidemeológico Semanal, 30, 1: 1-7.










