C. Pradera, Barcelona, 09-04-2023
HECHOS
La pasada semana supimos de un trágico accidente por una fumigación que causó la muerte de una madre y su hijo en Carbonero de Ahusín, localidad de la provincia de Segovia [1]. La inhalación del gas fosfina (PH3) mató primero al hijo de 16 años, luego a la madre de 54 y, por poco, se lleva por delante al padre de 58 quien en la actualidad se encuentra recuperado. Este accidente alteró la paz de una población rural de poco menos de 100 personas [2].
En el origen del accidente se encuentra el tratamiento con fosfuro de alumino (AlP) llevado a cabo en el almacén de grano que la familia tiene junto a la vivienda (figura 1). Como se puede ver, el almacén está en la parte trasera de la casa familiar en la calle del río número 35 que, por suerte, se encuentra en un extremo del pueblo (figura 2). Sin embargo, este hecho no se habría producido, según se comenta en las noticias, si la familia hubiera hecho la cuarentena que otros años hacía cuando trataba los granos del almacén. Según he podido leer, cuando realizaban la fumigación solían trasladarse a otra vivienda durante los días en que el almacén quedaba precintado [3]. Pero en esta ocasión no lo hicieron. El motivo es desconocido.
El responsable del tratamiento fue una empresa local especializada en la fumigación de granos. Se llevó a cabo el lunes 20 de marzo y el local quedaba precintado hasta el martes 28. En principio, en ningún momento algún miembro de la familia accedió a la zona tratada. Sin embargo, el gas mortal se debió filtrar desde el almacén a la vivienda a través de las paredes. Quizás hubo algo de viento durante esos días que ayudó en ello. Se especula que pudo ser a causa de una reforma reciente en la vivienda que podría haber dejado pasar el gas [4]. El gas se debió ir filtrando y provocó una indisposición progresiva durante unos días hasta matar a la madre y al hijo. El caso es similar a otras intoxicaciones por fosfina como el de Villafruela en 2017 [5]. La persona que se intoxica de manera progresiva va sintiendo indisposición hasta morir. En este proceso se acude al médico y no se detecta nada grave. La persona es devuelta a su domicilio donde prosigue la intoxicación.
Lo que sabemos es que el hijo se sintió indispuesto el sábado 25 por lo que fue llevado al médico. Al no detectarse nada grave más que una indisposición general, regresó a su casa. Sin embargo, al día siguiente falleció en el domicilio. Tras esta tragedia, el lunes 27 los padres acudieron al Hospital de Segovia donde fueron ingresados de inmediato. La mujer falleció a lo largo de la tarde de ayer. El padre permaneció en la unidad de cuidados intensivos en estado grave. En estos momentos he leído que está recuperado, pero desconozco si hay secuelas. Un dato importante es que si el hijo fue el primero en intoxicarse pudo ser porque el gas se filtró primero en su habitación o quizás en una habitación donde pasara más rato que los padres.

Fig 2. Situación de la vivienda afectada en Carbonero de Ahusín, abajo a la izquierda./ Google Maps 2023
CONCLUSIONES
La fosfina es un gas muy volátil y con gran capacidad de penetración. Es imposible mantenerlo en un espacio a no ser que sea perfectamente hermético. En general, los tratamientos en graneros, fábricas de piensos, harineras y otros espacios similares se basa en aplicar la dosis letal en su límite, incluso por encima, ya que se produce una pérdida. La fosfina es utilizada para eliminar insectos de los productos almacenados. En el caso de Carbonero de Ahusín se llevó a cabo contra insectos degradadores de grano y pienso almacenado. No sabemos ni las cantidades aplicadas ni cómo se aplicó. Lo habitual hubiera sido la aplicación bajo entoldado. Para ello se utiliza un toldo (a la práctica un plástico de una galga aceptable) que cubre el producto a tratar con el fin de que el gas permanezca en mayor concentración en el espacio a tratar. El toldo no evita que el gas escape. Si el grano tratado está contra una pared, el gas también se filtra por la pared.
Desconocemos cómo se realizó el tratamiento, es decir, las cantidades aplicadas, si hubo entoldado y dónde estaba situado el grano en el almacén. Pero lo que sí tengo claro es que si la familia no se ausentó fue por confianza de que nada iba a pasar. Creo que en esta ocasión el tratamiento debió de ser de menor magnitud. Debía haber menos producto a tratar que en otras ocasiones por lo que se pudo valorar que nada podía pasar. Si no es así, no entiendo que permanecieran en el domicilio. He aquí una falta de prudencia quizás motivada por una larga experiencia con el gas sin que nada antes hubiera pasado. Me refiero a algún susto que sirviera como enseñanza. Es por ello que me compadezco por el padre, único superviviente. Y quizás fue quien tomara la decisión.
Si comparamos el accidente de Villafruela con el de Carbonero de Ahusín, poco tiene que ver fuera del resultado fatal. En Villafruela fue realizada una aplicación en manos de irresponsables que no cumplieron con las disposiciones legales en cuanto a fumigaciones. Aplicaron un producto de uso fitosanitario en una vivienda, contra organismos objeto para los que no estaba autorizado y sin tener en cuenta el límite de seguridad entre viviendas cercanas. Fue para mí un crimen. Como escribí en 2017, a saber las locuras que debía haber hecho anteriormente la empresa que hizo el tratamiento [5].
¿Qué dicen las disposiciones en cuanto a la fumigación con fosfuro de aluminio en el Registro de Productos Fitosanitarios? Veamos qué pone en la ficha de QUICKPHOS-T, un producto muy utilizado en tratamientos de fumigación, formulado en tabletas de 3 gramos con fosfuro de aluminio al 56% [6]. Fue el utilizado en el caso de Villafruela. Según la ficha, está autorizado contra insectos de almacén en «grano almacenado a granel, estibado, ensilado o en tanque» que se encuentre en exteriores, en locales, en almacenes o en medios de transporte. También se permite tratar estos espacios en los que no haya grano. En el apartado de mitigación de riesgos en la manipulación, como norma general se indica lo siguiente: «Deberá respetarse una distancia mínima de 25 m con las zonas vecinales que no están destinadas a la agricultura o silvicultura. Si por medidas de organización (señalización, cinta perimetral, acuerdos escritos con propietarios y/o usuarios autorizados, etc.) puede asegurarse que no van a permanecer personas o animales domésticos en las áreas vecinas, la distancia de seguridad puede reducirse.» Para fumigación en interior, «los espacios tratados deberán ser estancos, es decir, todas las superficies porosas, grietas o puntos de unión estarán tratados de modo que se asegure su hermeticidad permanente, mientras que los orificios de entrada y salida (puertas, ventanas y compuertas) recibirán un tratamiento similar de carácter temporal». Y se añade, «no practicar tratamientos en edificios habitados ni almacenes colindantes con viviendas, es decir cuyos pisos, paredes o techos sean adyacentes». Tras la aplicación del producto, «las salas o recintos […] deberán abandonarse y cerrarse de forma segura y quedar suficientemente sellados e impermeables al gas […] Deberán mantenerse cerrados hasta la finalización, de manera que no se pueda acceder a ellos».
En el caso de Carbonero de Ahusín, la fumigación se realizó sobre un producto y en un local autorizado. Sin embargo, como en el caso de Villafruela no se cumplió con la distancia de seguridad de 25 metros con las zonas vecinales. En la norma se dice expresamente evitar tratar locales colindantes con viviendas. Tampoco sabemos si el local era hermético. Pero si observamos la imagen número 3, veremos que es imposible que sea hermético. He visto un montón de locales de este tipo. Los muros son de ladrillos de hormigón hasta la altura de 1’5 o 2 metros de altura. Luego se recubre con chapa hasta la cubierta. Es probable que el producto tratado quedara cubierto con toldo, pero aún con ello el gas se filtra. Bien se pudo filtrar por la pared de ladrillos de hormigón. Si nos fijamos en la imagen número 1, la puerta de acceso al almacén no cierra herméticamente. Así que el gas penetró en la vivienda sin problema.
Por los años que llevo en el sector, lo que sí tengo claro es que en España no ha habido más accidentes porque Dios no ha querido. Desde hace años, las fumigaciones con gases deben ser practicadas por profesionales, aún con todo el fosfuro de magnesio ha circulado libremente (e ilegalmente) entre agricultores y otras clase de personas. Me llegó el caso de un propietario de cámping que él mismo se aplicaba el producto cuando el establecimiento estaba cerrado al público para tratar madrigueras de topillo. Me enteré de ello hace un lustro. Pero el tema es que son los propios profesionales quienes incumplen la normativa como en este caso. Mientras la familia se ausentó durante años, nada pasó.
Quiero aprovechar para explicar un caso reciente que sucedió a finales del mes de septiembre pasado de 2022. Por suerte no hubo intoxicados. Es una situación parecida a la de Carbonero de Ahusín. En una empresa de Vizcaya acudió la plantilla de una empresa a trabajar por la mañana como hacían cada día. No olía bien en las instalaciones y se empezaron a sentir mal. Entonces alguien se dio cuenta de que en el local de al lado, colindante, se había hecho un tratamiento con fosfuro de aluminio justo el día anterior (figura 3). Un trabajador de esta empresa llamó a mi compañero y el caso me llegó a mí. Ante la situación de peligro, la plantilla marchó de las instalaciones y se pusieron en contacto con la empresa que había hecho el tratamiento. Se excusaron diciendo que el propietario donde habían llevado a cabo la fumigación les había dicho que en la nave de al lado no trabajaban. No es una broma. Parece que alguien no comprende bien lo que lleva entre manos. Si miramos el cartel, leemos: «Peligro de muerte. No pasar». Esto no es correcto. Si el local no es hermético, y no conozco quién puede hacer un local verdaderamente hermético, el peligro de muerte es también alrededor del local.
CONSECUENCIAS SOBRE LA INTOXICACIÓN DE VILLAFRUELA
He mencionado el caso de la intoxicación mortal de Villafruela. He seguido el caso para aprender cómo funciona nuestro país y sacar conclusiones. Por supuesto, la muerte de dos personas pudo ser evitada. Hecho el mal, ha sido un calvario principalmente para los familiares de las personas fallecidas. Y también para los infractores que espero que sirva para que su vida dé un cambio radical [7].
En septiembre de 2021 las partes llegaron a un acuerdo por lo que nadie va a ingresar en prisión, pero van a tener que compensar debidamente a los familiares [8]. Estamos en una sociedad civilizada y el ojo por ojo pasó al ojo por dinero. No se puede resarcir la muerte de una persona, pero el dinero algo compensa. Se pactó reducir de seis a cuatro el número de acusados por los delitos de homicidio por imprudencia grave y reducir la condena de prisión de seis años a menos de dos para cada uno de ellos. Se fijó una pena de 11 meses y 29 días por cada uno de los dos delitos lo que hace un total de 23 meses y 28 días. Como sabemos, si no se tienen antecedentes penales y el tiempo de prisión es inferior a dos años, se cumple la pena sin entrar en la cárcel. Los condenados fueron el director comercial de la empresa que fumigó el domicilio vecino al de las víctimas, el director técnico de la firma, el técnico responsable de la fumigación y el aplicador responsable. De todos ellos, el menos culpable fue el director técnico que, por lo que me ha llegado, ni supo de este tratamiento. En cuanto a la indemnización quedó en 655.000 euros. Se había reclamado la cuantía de un millón de euros.
Notas:
[1] Juan Navarro. 28-03-2023. Una mujer y su hijo mueren tras ser fumigado el negocio familiar en un pueblo de Segovia. El País. Enlace: elpais.com/espana/2023-03-28/una-madre-y-su-hijo-mueren-intoxicados-y-el-padre-es-ingresado-en-la-uci-tras-ser-fumigado-el-negocio-familiar-en-un-pueblo-de-segovia.html (consulta: 07-04-2023).
[2] Carbonero de Ahusín es un núcleo poblacional que pertenece a Armuña de Segovia en calidad de Entidad Local Menor. Datos del censo de 2020: es.wikipedia.org/wiki/Carbonero_de_Ahus%C3%ADn (consulta: 07-04-2023).
[3] Ana María Criado & César Blanco Elipe. 30-03-2023. La familia se quedó en casa durante la ‘cuarentena’ por la fumigación. El Norte de Castilla. Enlace: elnortedecastilla.es/segovia/familia-quedo-carbonero-ahusin-cuarentena-fumigacion-20230330000607-nt.html (consulta: 07-04-2023).
[4] Nacho Sáez. 31-03-2023. La investigación en Ahusín mantiene abiertas varias hipótesis. El día de Segovia. Enlace: eldiasegovia.es/Noticia/Z0144D0BF-BFD1-6622-B3BC03A9693C5740/202303/La-investigacion-en-Ahusin-mantiene-abiertas-varias-hipotesis (consulta: 07-04-2023).
[5] C. Pradera. 21-05-2017. Fallece un matrimonio en Villafruela a causa de la fosfina. El desinsectador y desratizador.
[6] Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 2022. QUICKPHOS-T. ES-18885. 25-06-2022. 4 p.
[7] P.C.P.-I.E. 23-01-2021. La familia de Villafruela urge fecha al juicio por homicidio. Diario de Burgos. Enlace: diariodeburgos.es/Noticia/ZB56891A8-CCA5-ED1B-8922298B5E78DA85/202101/La-familia-de-Villafruela-urge-fecha-al-juicio-por-homicidio (consulta: 07-04-2023).
[8] R.E.M. 09-09-2021. Sin prisión por la fumigación mortal de Villafruela. Enlace: diariodeburgos.es/Noticia/ZC8B9B2A1-9207-E98E-C31F59D475EC4CFC/202109/Sin-prision-por-la-fumigacion-mortal-de-Villafruela (consulta: 07-04-2023).
Aunque mandara la desinsectación el dueño del local, la responsabilidad es de el encargado de aplicar el producto. Hace mas de cuarenta años que me dedico a esto y todas las precauciones son pocas. hacen las desinsectaciones gente inexperta y mal preparada y luego lo pagamos los demás, con mas limitaciones y mas ahogos.
Totalmente de acuerdo contigo. Gracias por tu comentario.