La cucaracha americana pudo llegar en las maletas de pilotos y azafatas

Figura 1. Recorte y montaje de ‘Problemática social de la basura urbana’, p. 101-102.

C. Pradera, Barcelona, 02-11-2022

El título de esta entrada es una afirmación desafortunada. Podría ser el titular de una notica de prensa sensacionalista e indocumentada. Pero no es así. Me he encontrado esta afirmación en un estudio titulado ‘Problemática social de la basura urbana‘ publicado en 1995 por Alfonso López Caballero, profesor de sociología [1]. Fui a parar por casualidad a este estudio buscando información sobre cucarachas. Puro azar. Transcribo el texto que no tiene desperdicio:

«En cuanto a las cucarachas, las tres especies más comunes en España son la negra («blatta orientalis»), la rubia («blatella germanica) y la americana. La distribución de cada una de ellas tiene que ver con el nivel de vida de los habitantes de las viviendas. La negra consigue una mayor densidad en casas antiguas, donde anida en ranuras de fogones o fregaderos y en tuberías obsoletas. La cucaracha rubia, por el contrario, se instala en viviendas modernas, de un nivel medio-alto, cerca de los motores de lavavajillas y otros electrodomésticos. La cucaracha americana suele encontrarse tan sólo en Andalucía y Canarias, en barrios cercanos a aeropuertos o en bloques de viviendas donde abundan pilotos o azafatas. Estos insectos son tan abundantes en el trópico como aquí las moscas y son importados en las maletas de dichos profesionales» (p. 101-102).

Es un párrafo hilarante. Cuanto más lo leo, más me río. En absoluto quiero criticar a su autor. Me cuesta entender cómo se aventuró en un tema que no dominaba. Se dejó llevar por los prejuicios de la sociología. Ser sociólogo y meterse a biólogo es arriesgado. No comprendo de dónde sacó afirmaciones equivocadas. Ahora bien, no quiero desautorizar el estudio que escribió López Caballero sobre la basura urbana. Mi crítica se ciñe a este párrafo. La lógica que solemos utilizar es que el párrafo es un ejemplo de todo lo demás. Pero no es esta mi intención.

En el párrafo veo dos errores basados en prejuicios propios de un sociólogo convencional, falta de datos y la generalización. Empiezo por los prejuicios. Como sociólogo que es, el autor tiene la certeza que la sociedad está básicamente estructurada por el capital y la propiedad de los medios de producción. Por tanto, todo cuadra si los pobres tienen sus cucarachas y, los ricos, las suyas. Pero es que además, prescribe unas cucarachas propias de otro grupo social que son los pilotos y azafatas. Y claro, son propias porque las llevan por el mundo en sus maletas.

El autor hace unas generalizaciones no fundamentadas. No se molesta en aportar datos con alguna referencia a estudios publicados. No hay nada que apoye sus rotundas afirmaciones. Ni tan solo escribe alguna frase como «en mi opinión», «según mi experiencia» o «según observaciones personales». Nada. Directamente lanza sus afirmaciones como si fueran verdades como templos de la misma manera que en el púlpito el sacerdote afirma que iremos al infierno si no hacemos lo que Dios dice que hagamos.

Es aberrante la afirmación de que las cucarachas son importadas en las maletas de pilotos y azafatas. Muestra poco conocimiento cuando dice que la cucaracha americana se encuentra solo en Canarias y Andalucía. Ese solo es atrevido. Y más poco conocimiento si cabe afirmar que solo está en barrios cercanos a aeropuertos o en bloques donde vivan dichos profesionales. La comparación entre las moscas que corren por Córdoba y la cucarachas del trópico es otra afirmación desafortunada. El párrafo es más propio de una conversación de bar que de un artículo académico. Eso sí, agradezco al autor que me haya hecho reír.

No es necesario que explique cómo la Periplaneta americana se distribuyó por España. Pero justo no empezó por aeropuertos, sino por los puertos y mucho antes de que hubieran aviones. Respecto a la Blattella germanica, no es necesario que explique que nadie se ha librado ni se librará de ella ninguna clase social, pero especialmente las clases con menor nivel de vida. Y respecto a la Blatta orientalis, pues algo parecido. De hecho, recuerdo las infestaciones que había por esta especie en la zona alta de Barcelona antes de que llegara la Periplaneta americana.

Aunque este texto es ya viejuno y cuenta con más de dos décadas, me ha hecho reflexionar más allá de la risa. Y es que no somos humildes y lanzamos afirmaciones pensando que son verdades como templos. No las basamos en hechos, sino en prejuicios y opiniones poco fundamentadas. Sin embargo, nos empeñamos en que nuestras mentiras sean verdades.

Notas:

[1] López Caballero, Alfonso. 1995. Problemática social de la basura urbana. Revista de Fomento Social, 50: 85-104.

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