C. Pradera, Barcelona, 17-08-2022
El domingo pasado estuve en el Coll de Jou, puerto de montaña que se encuentra a 1.637 metros de altitud (figura 1). La pista conecta Ogassa con Ribes de Freser. La calzada es un piso de hormigón con poca anchura. En la parte más alta del puerto nace un sendero que lleva hasta lo alto del Taga, a 2.038 metros. Y también se encuentra un abrevadero para vacas (figuras 3). Me acerqué para ver si había alguna larva, pero no vi. El agua corría. Sin embargo se desbordaba y caía al suelo formando charcos (figuras 4 y 5). En los que quedaban detrás del abrevadero, vi numerosas larvas. Saqué de la mochila un frasco y recolecté una muestra.
Observé dos especies de culícido, pero no me entretuve en mirar las larvas al detalle. Solo vi que había Culex y Culiseta. Dejé la muestra en el vehículo y allí quedó. En casa, acomodé las larvas en un eclosionador. Tenía Culex pipiens y Culiseta longiareolata (figura 6). Prácticamente la mayor parte de las larvas pertenecían a la primera especie. Había solo unas pocas larvas de la segunda.
Me sorprendió encontrar ambas especies. No recuerdo haberlas recolectado a esa altitud. Lo normal, en el caso de Culex, es encontrar Culex hortensis a tanta altitud. Consulté el artículo de Bueno Marí et al. publicado en 2009 sobre larvas de mosquitos de montaña de la Península Ibérica [1]. Según este estudio, Culex pipiens fue encontrado hasta 1.400 metros y, Culiseta longiareolata, hasta 1.300 (figura 2). Por tanto, las larvas de Coll de Jou estaban a unos 200-300 metros más alto de lo registrado en el estudio.
En el Coll de Jou nieva cada año y hace bastante frío. Me parece difícil que ambas especies sobrevivan allí al invierno. En el caso de Culex pipiens pasa el frío en estadio adulto. No sé si una hembra tiene muchos refugios en la zona para pasar resguardarse del frío. Y además para hacerlo durante tantos días de frío sin poder realizar la puesta y subsistiendo con reservas. De disponer de agua encharcada, estará gélida por el deshielo y la temperatura de la zona. Veo difícil una puesta como no sea a principios de verano. Y respecto a Culiseta longiareolata, que pasa el invierno en estadio de larva, pues algo parecido podría decir. El agua estará o bien congelada o bien muy fría durante muchos meses. Aunque hay que apuntar que los insectos siempre sorprenden.
Ahora bien, estos charcos están hechos en parte gracias a las pisadas de las vacas. Deben contener bastante materia orgánica. Allí las vacas dejan sus defecaciones y orines. Esto es un buen lugar para que se desarrollen las larvas, en especial las de Culex pipiens, aunque también lo es para Culiseta longiareolata. Ambas especies como sabemos son comunes en imbornales urbanos donde el agua es rica en materia orgánica. Por tanto, el lugar está bien abonado, nunca mejor dicho, para ambas especies.
Ahora bien, si ambas especies no estaban durante el invierno en la zona, cabe la posibilidad de que hayan llegado hembras durante el buen tiempo. Este punto del Coll de Jou es muy frecuentado por personas que viajan en coche. Allí paran todos los que lo visitan para admirar el paisaje. También está el propietario de las vacas y pastos que subirá casi a diario en un vehículo todoterreno. Un buen lugar para trasladar insectos. Para finalizar, apuntar que estos 200-300 metros por encima de lo registrado es sin duda gracias al cambio climático. Este año se ha adelantado el verano un mes con temperaturas más altas de lo normal. También apunto que en el Coll de Jou hoy la máxima es de 17ºC y la mínima de 7ºC.
Notas:
[1] R. Bueno Marí, F.A. Chordá Olmos, A. Bernués Bañeres & R. Jiménez Peydró. 2009. Aportaciones al conocimiento de los mosquitos (Diptera, Culicidae) de alta montaña presentes en la Península Ibérica. Pirineos, 164: 49-68.