C. Pradera, Barcelona, 22-05-2021
Un cliente nos llamó para explicar que tenía un almacén lleno de raton doméstico (Mus musculus). Refirió que tenía unas naves industriales donde almacenaba grano (trigo). Al hacerme cargo de la situación, pensé que sería difícil ejercer un control hasta dejar la infestación a un nivel aceptable. Al ir muy cargado de trabajo, no podía realizar un correcto diagnóstico. El cliente tenía las naves lejos de mi zona de trabajo. Entonces, para no desatender al cliente, le pasé un precio de lo que costaría cada visita. Le dije que cuando estuviera en el lugar, le diría cuántas visitas eran necesarias para llevar a cabo un tratamiento eficaz.
Por suerte, cuando llegamos a las naves, vimos que la mayor parte del grano había sido retirado. Y no volvería a almacenar grano hasta próxima cosecha. Visto esto, le planteé al cliente que en dos visitas podíamos eliminar la infestación. Realizaríamos un tratamiento de choque con rodenticidas anticoagulantes. Y al cabo de un mes, repetiríamos el tratamiento y valoraríamos la situación. Lo cierto es que estaba lleno de ratones que pasaban corriendo por las naves. A la que nos acercábamos, veíamos saltar alguno. Habían anidado en muchas partes. Si en las paredes había algún agujero, se veía la señal de paso. Es decir, una marca oscura de suciedad.
Sin embargo, quedaba aún grano en el suelo que no había sido retirado. Y no habían procedido a realizar una limpieza a fondo. Resulta que el grano lo había utilizado para la siembra. Y el que quedaba había permitido que los ratones siguieran criando y aumentando la población hasta llegar a ser un importante problema. Así que lo primero que pensé es que para poder controlar la situación había que retirar el grano que quedaba. Y solo después, aplicar rodenticida. En este punto hay que comentar que lo difícil fue lo primero porque nos pasamos un par de horas limpiando las naves de grano (figura 1). Sin embargo la aplicación fue rápida porque solo había que cargar al máximo los puntos de control. Como medida preventiva solicitamos que se acabara de retirar a fondo el grano.
En las imágenes 2 a 6, se pueden ver algunos de los ratones que recogimos al poco de haber realizado la primera aplicación. Y en las imágenes 9 a 12, se pueden ver los que encontramos cuando llegamos al mes siguiente para realizar la segunda aplicación. Entonces, vimos que la situación había cambiado totalmente y no vimos más que algún ratón en una zona remota en la que había todavía algo de grano y que se nos pasó por alto en la primera visita. Me considero una persona sistemática, pero por experiencia he visto que se tarda tiempo en conocer las instalaciones de un cliente. Por lo general, vamos con el tiempo justo para realizar los servicios.
Como anécdota explico que el cliente había instalado un aparato de ultrasonidos para ahuyentar a los ratones. En las imágenes 7 y 8 se puede ver el aparato. No tiene desperdicio la parte posterior donde unos botones permiten escoger la frecuencia y el volumen. Parece que el aparato dispone de varias frecuencias para ahuyentar tres clases de animales: (1) ratas, ratones y otros pequeños animales como ardillas; (2) arañas e insectos voladores; (3) pulgas, garrapatas e insectos rastreros. Dejo anotado que cuando estuvimos realizando la primera aplicación se oía un sonido muy alto y desagradable que parecía una alarma. No sabíamos qué era hasta que nos acercamos al aparato. Entonces decidí desconectarlo de la corriente porque provocaba dolor de cabeza. Desconozco su eficacia, pero dudo que ahuyentara a los ratones.

Fig 7. Aparato de ultrasonidos contra ratones que no debía funcionar correctamente./ C. Pradera 05-2021
Buen metodo de la plancha metalica, lo pondre a prueba en mi zona..gracias
Hola Carlos. ¿Los ratones como se hidrataban, puesto que lo que consumian era solo trigo?. ¿Con el vaciado del grano por la siembra, no se deberían ir por si solos de la nave al no tener alimento?
Hola, Paulino. Es buena pregunta el tema del agua. Los ratones pueden aguantar con muy poca agua, como sabrás. En este caso, las naves estaban en mal estado de conservación y había sumideros abiertos. Por allí seguro que encuentran agua. Por otro lado, no sé si me he explicado en el texto de la entrada. Pero cuando llegamos, la mayor parte del grano había sido retirado. Pero todavía había mucho grano suelto por el suelo, como se puede ver en la imagen número 1. De hecho, la parte más importante del tratamiento fue la limpieza que hicimos a fondo para retirar la máxima cantidad de grano y que así comieran antes el rodenticida. Esto nos llevó bastante tiempo.