C. Pradera, Barcelona, 21-08-2019
En esta entrada voy a dar unas pinceladas de una familia de dípteros que desconocía. Ha sido para mí el gran descubrimiento en lo que va de año. Y eso que este 2019, como todos los anteriores, he tenido la suerte de poder aprender mucho. Mi curiosidad no descansa. Y no cesan de llegar animales o temas que me invitan a dedicarles tiempo. Además, he tenido la suerte de conocer a Adrià Miralles, biólogo que trabaja en Servicios Depec SL de Barcelona, que me ayudó en la identificación de estos bichos maravillosos que son los vermileónidos. Son cazadores pacientes que esperan en su trampa en forma de embudo.
Hacía años que observaba unos pequeños agujeros en forma de embudo que se forman a cubierto de la lluvia en cavidades de rocas o junto a muros de edificaciones. Estos agujeros se encuentran en lugares protegidos, secos y con arena fina. Me preguntaba qué animal hacía estos agujeros. Pensé en más de una ocasión que pudieran ser gotas de agua de lluvia al concentrarse y gotear desde lo alto. Sin embargo, el pasado mes de mayo descubrí de qué se trataba. Estuve en una granja de Banyoles, Girona, cuando vi que el suelo del cobertizo de la maquinaria agrícola estaba lleno de agujeritos (figura 1). Había muchísimos. Le comenté al granjero que, cuando acabara de realizar la desratización de sus instalaciones, me entretendría con los agujeritos. Estaba intrigado. Así pues, me senté, tomé fotografías, observé y hurgué en el suelo. Y lo que encontré fueron unas larvas blanquecinas y alargadas en el fondo de cada embudo. Al tocarlas con la punta de una pajita, se retorcían. Me llevé una decena de estas larvas (figuras 2-3, 9-12).
En casa, me entretuve a observarlas con la ayuda de la lupa binocular. Estuve un buen rato intentando identificarlas. Estaban cubiertas de arena. Esperé a que se desprendiera. Al haber visto que construían una trampa en forma de embudo para cazar, pensé en neurópteros (Neuroptera) y, más en concreto, en hormigas león (Myrmeleontidae), pero su aspecto difería de este orden de insectos. Tras un rato, recurrí a Adrià Miralles quien encontró la solución. Entonces, una puerta a un lugar maravilloso se abrió. Busqué información. Según el ‘Catálogo de los Diptera de España, Portugal y Andorra (Insecta)’ [1], en la Península Ibérica contamos con 4 especies pertenecientes a dos géneros, Lampromya y Vermileo (figura 4). Los vermileónidos son unos cazadores pacientes que construyen unos embudos de fina arena y paredes empinadas donde se sitúan al fondo bajo una capa fina de arena a la espera de lo que llegue. Al pasar una presa, cae al centro y al intentar subir resbala. Estas vibraciones hacen que el vermileónido se abalance sobre la presa y doble su cuerpo intentando agarrarla formando una pinza. La presa es amarrada gracias a unos pseudópodos que tiene en el extremo del abdomen y a las mandíbulas bucales. Una vez amarrada, ya tiene su comida.
A partir de aquí, decidí criar las larvas que había recogido. Salí a dar un paseo y recogí arena. La dispuse en un recipiente de plástico y eché las larvas de vermileónido. Observé cómo trabajan. Se enterraron primero y poco a poco fueron construyendo un embudo. Al día siguiente, vi que las larvas incluso habían hecho aflorar pequeñas piedras que les molestaban. Lo agujeros no eran como los que había visto. Así que decidí retirar las larvas y proceder a filtrar la arena con la ayuda de un colador. Esto debió gustar a las larvas porque los embudos eran más profundos. Las alimenté con insectos. Lo que más eché fueron obreras de hormiga Messor. Unos días después, encontré cerca de casa, en Santa Coloma de Gramenet, al abrigo de una cavidad en una pared de roca, varios embudos de vermileónido. Esto es un hecho característico, ya que allí donde haya un embudo, encontraremos más como formando colonias. Recogí algunas larvas y las coloqué en el mismo recipiente que las anteriores.
Por cuestiones de mucho trabajo e insectos que la primavera provee, descuidé la crianza de los vermileónidos. A finales de junio, hice una excursión a la Sierra del Montsant, Tarragona. En las paredes rocosas, pude observar muchos embudos de vermileónido. Me entretuve en buscar larvas, pero no había. Entonces deduje que las larvas se habían transformado en adultos. Entendí que deben completar su ciclo una vez al año y que los adultos vuelan a partir del final de la primavera. Pensé que quizás las larvas que tenía en casa habían pupado y salido los adultos. Al regresar a casa, pude constatarlo. Y también que tan solo habían emergido dos adultos y cada uno era muy diferente del otro (figuras 5-8). Deduje que cada uno pertenecía a un género diferente. En efecto, en la imagen número 5 se puede ver a la izquierda un representante del género Lampromya y, a la derecha, uno del género Vermileo. He de reconocer que se trata de una casualidad muy interesante el tener un representante de cada género. Sin embargo, esto también es un inconveniente, ya que no sabría decir si estos adultos pertenecen todos a Banyoles o a Santa Coloma de Gramenet. O si bien, cada uno pertenece a un lugar diferente.
Respecto a los vermileónidos, se trata de una familia de la que no hay gran información disponible en internet. Las especies de esta familia se encontraban antiguamente dentro de la familia de los ragiónidos (Rhagionidae), pero la biología de los vermileónidos poco tiene que ver con aquellos. Sí he encontrado un autor esloveno, Dusan Devetak, que ha estudiado la especie Vermileo vermileo y su preferencia por sustratos de arena muy fina [2]. Las hembras no depositan los huevos en cualquier lugar, ya que las larvas necesitan arena muy fina para que su trampa de embudo sea eficaz. Encuentro que esta familia de dípteros es muy interesante y hay aspectos de su biología que merecen un buen estudio. Además, no sabemos si en la Península Ibérica tenemos tan solo estas cuatro especies o quizás haya más no descubiertas.
Para finalizar, describiré los tres lugares donde encontré vermileónidos. En primer lugar, donde descubrí esta familia de dípteros, en un cobertizo para maquinaria agrícola (figuras 1, 13-16). Como ya he comentado, las construcciones humanas dan muchas oportunidades para los vermileónidos. Bien les vale un cobertizo, un muro de una vivienda que tiene un amplio voladizo o un muro de piedra seca que delimita una propiedad o campo. También se pueden ver imágenes de un hueco en una pared de roca que había cerca de donde vivo en la Serralada de Marina (figuras 1-19). Y para acabar, muestro imágenes de un lugar de gran belleza en la Sierra del Montsant, Priorat, cerca de la ermita de Sant Bartomeu de Fraguerau (figuras 20-25). La formación geológica de estas montañas ha permitido que la acción del agua haya labrado largas y abundantes cavidades. En ellas encuentran cobijo gran número de vermileónidos.
Notas:
[1] Miguel Carles-Tolrá (coord.). 2002. Catálogo de los Diptera de España, Portugal y Andorra (Insecta). Sociedad Entomológica Aragonesa, Zaragoza. Monografías, 8. 323 pp.
[2] Dusan Devetak. 2008. Substrate particle size-preference of wormlion Vermileo vermileo (Diptera: Vermileonidae) larvae and their interaction with antlions. European Journal of Entomology, 105: 631–635.

Fig 17. Hueco en pared de roca con embudos de vermileónido en Santa Coloma de Gramenet./ C. Pradera 05-2019

Fig 18. Hueco en pared de roca con embudos de vermileónido en Santa Coloma de Gramenet./ C. Pradera 05-2019

Fig 19. Hueco en pared de roca con embudos de vermileónido en Santa Coloma de Gramenet./ C. Pradera 05-2019

Fig 23. Hueco en la roca con embudos de vermileónido en la Sierra del Montsant, Tarragona./ C. Pradera 05-2019
Magnífico artículo. Interesantísimo. Me pregunto qué zonas de la Península y Canarias habrán sido muestreadas.
La verdad es que me estoy aficionando a leer este portal.
Gracias y un saludo.
Pues eso me parece a mí esta familia de dípteros. Estaré con la antena puesta e iré recogiendo muestras. Gracias por tus palabras.
Por contribuir…un par de localidades con Lampromyia iberica y una base de datos donde aparece la familia:
https://www.biodiversidadvirtual.org/insectarium/Lampromyia-iberica-Stuckenberg-1998-img789350.html
https://www.biodiversidadvirtual.org/insectarium/Lampromyia-iberica-Stuckenberg-1998-img583098.html
Excelente entrada, te felicito. Yo he cogido 10 y ya tienen sus embudos hechos. Vamos a ver si consigo cerrar una generación.
La verdad que son muy interesantes. Me queda la duda de saber qué comen los adultos y cuánto viven.
Hace poco recogí algunas. Si averiguas algo interesante, ya lo compartirás. Saludos.