C. Pradera, Barcelona, 31-08-2018
Hacía tiempo que quería dedicar una entrada a la especie Myrmica rubra, un formícido un tanto puñetero. Sí, puñetero, porque las obreras son muy agresivas y poseen un aguijón que harán uso contra ti si consideran que eres una amenaza para su colonia.
He tenido dos encontronazos con ella. El primero fue el año pasado en la orilla del río Cardener, a la altura de Clariana de Cardener, Solsona (Lleida). Estaba en la orilla recogiendo una muestra de larvas y pupas de simúlidos (Simuliidae). Noté una picadura en el tobillo. Y después otra. Vi que tenía obreras de Myrmica rubra en los pies. Entonces me separé de la zona donde había recibido las picaduras. Sin embargo, se subieron más obreras a mis pies y me picaron algunas de ellas. Entendí que, además de clavarme su aguijón, habían dejado algún tipo de rastro olfativo para indicar que yo era un peligro y debía ser aguijoneado. Recuerdo que sentí comezón durante un par de días y que me quedaron marcas bien visibles durante una semana.
El segundo encontronazo fue el pasado domingo 26 de agosto junto a la orilla del Rigard, a la altura de Planoles, Ripollès (Girona). En esta ocasión, mi mujer y yo nos habíamos acercado al río buscando un lugar fresco y tranquilo donde comer. Al poco de sentarnos sobre la hierba, mi mujer notó una picadura. Entonces vi hormigas que asome supuse Myrmica rubra. Rápidamente nos levantamos y buscamos otro lugar unos metros más alejados de la orilla. Ahora bien, aproveché la ocasión para observar esta especie.
Lo primero que hice fue tomar algunas imágenes de las obreras (figuras 7 y 8). Luego, quise comprobar cómo aguijoneaba. Para ello sujeté una obrera por la cabeza con mis dedos índice y pulgar de tal manera que el resto del cuerpo estaba libre. De esta manera, la obrera empezó a blandir su abdomen. Y después lo retorció hacia abajo para sacar un fino aguijón y clavarlo en mi piel. Lo clavó tantas veces como pudo. Por suerte para mí, los dedos tienen una piel gruesa. En las imágenes 2 y 3, se puede ver el momento en que una obrera clavó su arma defensiva en mi piel. En las imágenes 4 y 5, se puede ver con más detalle el órgano puntiagudo y perforante a través del cual inyectan ácido fórmico. Como se puede observar, el aguijón mide algo más de medio milímetro. Suficiente para hacer daño en aquellas partes del cuerpo donde la piel es más fina como es el caso de las piernas.
En la orilla del Rigard, había un gran número de obreras buscando comida. Levanté un par de piedras y vi una pequeña parte de lo que debía ser una gran colonia. Había muchas larvas y pupas (figuras 9 y 10). Y también muchos reproductores alados machos y hembras (figuras 11 a 15). Es interesante destacar que los machos son negros y las hembras son del mismo color que las obreras. Y también hay que destacar que los reproductores de ambos sexos son iguales en tamaño, pero un poco más pequeños que una obrera, la cual mide entre 4 y 5 mm. Esto me hizo pensar que las reinas no debían construir una cámara donde pasar el resto de su vida quieta. Y también pensé que comenzar una nueva colonia no sería cosa de una sola hembra, sino una tarea compartida entre varias. Y justo esto es lo que dicen los manuales al respecto [1]. Veamos.
Esta especie es poligínica (constituida por muchas reinas) y polidómica (formada por muchos nidos conectados). Por tanto, una colonia estará formada por un gran número de reinas y obreras que asegurarán la supervivencia de la colonia. Esta estructura está a un paso de ser supercolonial como es el caso de la hormiga argentina (Linepitherma humile) o con la hormiga leona (Pheidole megacephala). La salida de reproductores alados ocurre durante el mes de julio y agosto aproximadamente. En la colonia que observé estará a punto de darse el vuelo nupcial. Había muchos reproductores listos para ello. El momento exacto depende de los factores climáticos de cada zona. El lugar donde observé esta especie se encuentra a 1.500 m. sobre el nivel del mar. Es una zona fría metida en un valle en la que hay pocas horas de sol. Respecto a la formación de una nueva colonia, en esta especie es una cuestión compleja. Cuando las hembras se aparean con los machos suelen regresar a la misma colonia a la que pertenecen. Ahora bien, la expansión de la colonia se puede realizar por gemación, es decir, que una reina se aleje con un séquito de obreras para formar un nido satélite. Por tanto, se puede dar una fundación independiente con una hembra o con la ayuda de varias o de forma dependiente.
Myrmica rubra se encuentra muy extendida por toda Europa a excepción de las zonas con un clima netamente mediterráneo. Se la encuentra a cierta altitud en zonas húmedas. Un lugar en la Península Ibérica donde encontrarlas es cerca de los cursos de agua. Comparte con otras especies del mismo género el hecho de se poligínica y polidómica. Y también el hecho de que las obreras son muy agresivas. Una especie hermana y con la que comparte muchas características es Myrmica ruginodis. Ahora bien, la distribución natural de Myrmica rubra traspasa Europa en dirección a Asia.
En la imagen número 6, se puede ver un mapa publicado por Wetterer y Radchenko en 2011 [2]. Mediante puntos rojos se muestra su distribución a nivel mundial. Destaca el hecho de que esta especie se encuentra fuera de su área natural. Como se puede ver, se encuentra en expansión por el noreste de América del Norte, entre Estados Unidos y Canadá. A esa zona debió ser llevada de manera accidental durante el siglo XIX. Fue descubierta por primera vez en Massachusetts en 1908 [3]. Con el tiempo se ha ido extendiendo por una amplia zona, al ser transportada de manera accidental. Hay que tener en cuenta que al ser una especie poligínica, tan solo llevando una reina y unas pocas obreras es suficiente para que arraigue en un nuevo lugar. Eso sí, siempre y cuando tenga unas buenas condiciones ambientales de humedad. En la zona de Estados Unidos en la que se encuentra en expansión, en la costa este, es fácil que encuentre estos requerimientos.
En Estados Unidos Myrmica rubra se considera un riesgo potencial para la salud y el medio ambiente [3]. Lo primero, como ya he explicado, por su actitud agresiva para aguijonear. De hecho, en Estados Unidos esta especie recibe el nombre de European fire ant, es decir, hormiga de fuego europea. Importante dato que da cuenta de la problemática que ha generado su presencia. Y lo segundo, por tener un carácter invasor que desplaza a especies autóctonas. La estructura colonial la hace fácilmente adaptable. Además, tiene un régimen de alimentación omnívoro. Hay que apuntar que Myrmica rubra tiene en su hábitat original fuertes competidores que limitan su crecimiento. Este equilibrio es fruto de millones de años. Sin embargo, introducida en un nuevo hábitat, no tiene otras especies que la limiten. Se produce un desequilibrio.
Para acabar, hacer constar la evidencia. Mucho me quejo de las especies exóticas que llegan a Europa desde otros continentes. Sin embargo, no son pocas las especies europeas que hemos llevado a otros continentes y que han alterado fuertemente el medio ambiente de esas zonas.
Notas:
[1] C. Lebas, C. Galkowski, R. Blatrix & P. Wegnez. 2017. Guía de campo de las hormigas de Europa Occidental. Editorial Omega, Barcelona. 415 pp.
[2] James K. Wetterer & Alexander G. Radchenko. 2011. Worldwide spread of the ruby ant, Myrmica rubra (Hymenoptera: Formicidae). Myrmecological News, 14, pp 87-96.
[3] H. Alejandro Arevalo & Eleanor Groden. 2007. European fire ant Myrmica rubra Linnaeus (Insecta: Hymenoptera: Formicidae: Myrmicinae). Publication Number EENY-410, University of Florida, August 2007 (Publication Date), June 2016 (Reviewed). Enlace: entnemdept.ufl.edu/creatures/urban/ants/Myrmica_ruba.htm