C. Pradera, Barcelona, 24-06-2018
En esta entrada quiero dar cuenta de la agresividad de Oligomerus ptilinoides. Como ya he comentado en otras entradas, la carcoma de esta especie es la más presente en la ciudad de Barcelona así como el resto de poblaciones de la primera corona metropolitana. Esta afirmación es fruto de mi observación. Este año, por ejemplo, durante la primavera he realizado tres inspecciones por salida de adultos de anóbido (Anobiidae). Y en los tres casos, se trataba de O. ptilinoides. A parte, este año he ayudado en otros diagnósticos en los que yo no he realizado la inspección. Y en todos ellos, la carcoma principal implicada era la misma. También la he encontrado en otras poblaciones fuera de Barcelona. Pero no puedo hacer una generalización, ya que también abunda Anobium punctatum.
Estas observaciones fueron refrendadas cuando hace un par de años leí una obra dedicada a los anóbidos de la madera labrada que escribió en 1960 el gran Joaquín Martín Diéguez [1]. Sobre Oligomerus ptilinoides, en la página 19 explica: «En España se cita en varias provincias, y en la de Barcelona es, sin duda alguna, el Anóbido más común en muebles domésticos, destrozando tanto el duramen como la albura de madera de frondosas especialmente. Este insecto constituye una auténtica plaga, ocasionando daños de importancia económica considerable, ya que en la zonas infectadas, el mobiliario construido con maderas de frondosas se pude asegurar que si no está ya atacado, su destino le llevará probablemente a ser pasto de ella».
A lo dicho por Martín Diéguez, añadiría algo de lo que he observado para que se entienda la capacidad destructiva de O. ptilinoides. En primer lugar, porque además de atacar madera de frondosa, se las apaña con otras maderas como muestro en las imágenes de esta entrada, es decir, con la madera de caña (Arundo donax). Como se puede ver, O. ptilinodies atacó el cañizo de un falso techo hasta dejarlo hueco y sin estructura suficiente para sostener la capa de escayola. Esto provocó que parte del falso techo de una de las habitaciones de una vivienda se desprendiera. Y ello mostró el estado de las vigas del forjado. A partir de aquí se realizó un tratamiento de protección. En segundo lugar, como escribe Martín Diéguez, esta carcoma ataca también al duramen de frondosas. Y si la madera está algo húmeda, con ayuda de hongos, entrará sin problemas en el duramen. En tercer lugar, esta especie tiene un ciclo corto de uno o dos años. Es por ello que es más agresiva porque avanza más rápidamente que otras carcomas. En el caso de una ciudad como Barcelona u otra cualquiera pegada al Mediterráneo con inviernos suaves, el ciclo será, con toda seguridad, de un año.
Es por todo ello que es muy importante, cuando se realiza una inspección, determinar qué carcoma anóbida está atacando los elementos de madera. Me he encontrado con presupuestos en los que se decía que el cliente tenía A. pucntatum cuando lo que había era O. ptilinoides. Esta falta de profesionalidad a la hora de hacer un diagnóstico se puede pagar caro. En primer lugar, porque O. ptilinoides realiza un ataque total a toda la madera que hay en una vivienda: vigas, parquet, mobiliario, marcos, etc. Y en segundo lugar, porque hay que realizar bien el tratamiento. De lo contrario, persistirá. Un caso es el de muebles que son retirados de una vivienda y llevados a tratar por medios no químicos. Es probable que O. ptilinoides persista en otros lugares de la vivienda. Y al regresar de nuevo el mueble, al año siguiente una hembra oviposite de nuevo en la madera.
Martín Diéguez explica esto sobre la hembra: «[…] las puestas las hace muy escalonadamente durante la vida de la hembra, que suele durar de cinco a seis semanas. Es de costumbres poco voladoras, por lo que se pueden observar los adultos perfectamente en el interior de las casas sobre superficies blancas, a las que se dirigen preferentemente, como paredes, techos, visillos, etc. Pudiéndose cazar muy fácilmente con un matamoscas, o con la mano simplemente». Estoy de acuerdo en todo. Añadiría que allí donde veamos unos cuantos adultos sobre paredes, allí está la madera afectada. He comprobado que muchas hembras se quedan cerca de donde nacieron, pero también que otras muchas las encuentras sobre ventanas intentando salir al exterior. La salida de adultos es de mayo a julio. Y depende de las condiciones de cada año que se avance o retrase la salida. En una madera muy atacada, se puede observar cerca el vuelo de machos y hembras por la noche o, durante el día, si está en la oscuridad de un sótano, por ejemplo.
Por todo lo dicho, en un diagnótico hay que estar alerta si encontramos O. ptilinoides. Y mirar más allá de un tratamiento puntual sobre viguería o sobre mobiliario. Hay que advertir a nuestros clientes que no es fácil la eliminación de esta especie de carcoma que se puede calificar de muy destructiva. En otra entrada, cuando disponga de tiempo, explicaré cómo distinguir O. ptilinoides de A. punctatum, ambos de las subfamilia Anobiinae. Por lo pronto, mencionar algunos detalles. En primer lugar, O. ptilinoides es de mayor tamaño. Son 5-8 mm de largo frente a 3-4 mm de A. punctatum. En segundo lugar, la diferencia entre machos y hembras en O. ptilinoides es mayor. Si recogemos adultos, veremos que hay una gran variedad de tamaño. Y esto se ve en los agujeros de salida. Sobre madera se observa perforaciones de diverso tamaño. En tercer lugar, si observamos de lado ambas especies a través de la lupa binocular, se verán diferencias en el pronoto. En el caso de A. punctatum, el pronoto es más anguloso y cubre más la cabeza. Y por supuesto, los ojos, que son de gran tamaño en O. ptilinoides.
Para acabar dos cuestiones. En primer lugar, tener en cuenta que hay otras especies de Oligomerus que afectan a la madera de las viviendas. En la Península ibérica, según el catálogo de Francisco Español Coll [2], disponemos tan solo de dos especies de este género: O. ptilinoides. y O. brunneus. Y ambas especies pueden afectar a la madera puesta en obra. En el este de Europa, parece que hay otra especie en juego: O. retowskii. Ahora bien, O. ptilinoides se puede distinguir bien de O. brunneus por el número de artejos de las antenas. La primera especie tiene antenas con 11 artejos mientras que, la segunda, 10. Hasta el momento, lo que me he encontrado es O. ptilinoides. Y en segundo lugar, la relación de O. ptilinoides respecto a Sclerodermus domesticus. Es claro que los casos en los que aparezca este parasitoide, tendremos una problemática de mayor gravedad.
Notas:
[1] Joaquín Martín Diéguez. 1960. La carcoma de la madera y métodos para combatirla: Anóbidos dañinos en muebles y construcciones. Servicio de Plagas Forestales, Dirección General de Montes, Caza y Pesca Fluvial, Madrid.
[2] Francisco Español Coll. 1962. Notas sobre anóbidos. 2 Sobre los representantes españoles del Gén. Oligomerus Redt. Publicaciones del Instituto de Biología Aplicada, 33 (12-192), pp. 57-69.
Creemos que tenemos carcoma en techo. Tanto en cañizo como listones de madera transversales que aguantan el techo de pladur
Hola. Teniendo en cuenta la época en la que estamos, todavía no han aparecido los adultos de Oligomerus. Es probable que tengáis alguna afectación de la madera por termita subterránea. ¿Puedes explicarme detalles del caso de por qué crees esto? Escribe a desinsectador@yahoo.es
Thanks ffor writing