C. Pradera, Barcelona, 24-01-2017
Esta tarde un compañero de trabajo, Xavier Gómez, me ha dado un vial de vidrio con un insecto volador vivo en su interior. Lo cogió de una cueva cerca al pantano de Sau (Girona), donde se adentró para visitarla. Según él, había gran cantidad de estos vivos y muertos. Le pareció un mosquito (Culicidae) y pensó que me podía interesar. Por supuesto. Le he agradecido que se acordara de mí. Y en cuanto he podido, le he echado un vistazo con la ayuda de la lupa binocular. Pero al no reconocerlo de entrada, he pensado en llevármelo a casa y entretenerme un rato.
Nada más verlo, lo he reconocido como un nematócero (Nematocera) por la estructura del cuerpo. Visto de lejos parecía un quironómido (Chironomidae). Pero no. He echado mano del ‘Catálogo de los Diptera de España, Portugal y Andorra (Insecta)’, obra coordinada por el gran Miguel Carles-Tolrá [1]. Y he encontrado que pertenece a la familia Mycetophilidae que traducido sería algo así como amante de los hongos. El nombre fue muy bien puesto porque las larvas de estos insectos se alimentan de hongos. Parece que ingieren tanto setas como hifas. Este dato es importante porque un insecto que tenga esta alimentación en su fase larvaria implica que en zonas húmedas será muy abundante. De esto da cuenta la tabla de la figura número 3 que se encuentra en el catálogo de dípteros antes mencionado. En la Península Ibérica habitan 225 especies de las que se tiene conocimiento. Y sería la tercera familia de nematóceros en cuanto a número de especies: Chironomidae (480), Cecidomyiidae (260), Mycetophilidae (225). Muy interesante es que los quironómidos sea la primera familia en número de especies. Y creo que también podría ser la primera familia en cuanto a número de ejemplares. Por lo menos, en la zona donde vivo donde hay un río con abundante materia orgánica.
Después de un rato de indagación, creo que el ejemplar de las imágenes podría ser del género Rymosia. He estado revisando los diferentes géneros y he llegado a esta conclusión gracias al característico dibujo de la venación alar (figura 2). Para acabar, comentar que es muy probable que quienes nos gusta comer setas nos hayamos comido larvas de estos dípteros. Particularmente yo no le hago ascos a un gusano si está en una seta que ha sido bien cocinada.
Notas:
[1] Miguel Carles-Tolrá Hjorth-Andersen (coord.). 2002. Catálogo de los Diptera de España, Portugal y Andorra (Insecta). Sociedad Entomológica Aragonesa, Zaragoza. Monografías, 8. 323 pp.
Quina efectivitat, perfecte la identificació i imatges molt bones. Bona tasca de reserca! Gràcies ets un crack!!!!