C. Pradera, Barcelona, 16-10-2016
El pasado julio de 2016 tuve la oportunidad de inspeccionar una vivienda del casco antiguo de Barcelona con motivo de un diagnóstico de la madera. Esta vivienda ocupaba la última planta justo debajo de la cubierta. La empresa constructora estaba realizando una reforma en su totalidad. Los forjados eran de madera y necesitaban saber si había afectación de termitas o de coleópteros xilófagos. Lo curioso del caso es que retiraron las bovedillas y, al caer los escombros, descubrieron una cantidad muy elevada de excrementos de paloma doméstica (Columba livia). Durante años, una colonia de palomas estuvo instalada dejando todo lleno de palomina y cadáveres.
Las palomas se habían instalado entre el forjado del techo de la vivienda y el forjado de la cubierta transitable, es decir, del terrado. Este espacio vacío, típico de los edificios antiguos de Barcelona, recibe el nombre de cámara de aire. Se encuentra ventilado gracias a unas aperturas que dan al exterior y que sirvió para que se instalaran las palomas. En las imágenes 2 y 3, se puede ver la cámara de aire entre los dos forjados. En el resto de imágenes de esta entrada, se puede ver detalle de las principales zonas afectadas de la vivienda que son las habitaciones que dan a la calle. Se pueden ver los escombros de obra y la gran cantidad de excrementos que se acumularon. Había más excrementos que escombros.