El ruiseñor bastardo (Cettia cetti) es uno de los pajarillos que más me gusta [1]. Es un ave mediterránea que se desarrolla junto a cursos de agua si estos poseen algo de vegetación ribereña. No pide una arboleda ni nada parecido, sino que se conforma con arbustos donde cobijarse. Tengo la suerte de vivir cerca del río Besós donde abunda y se puede oír su canto sencillo y gritón. Parece mentira cómo un ave de unos 15 gramos puede alzar tanto su voz. Quizás sea el efecto acústico de cantar pegado al suelo, porque es un ave que hace su vida a ras de tierra.
Podemos escuchar el canto del ruiseñor en cualquier momento del día y del año. Es un ave sedentaria y territorial. Pero verlo es más difícil porque se refugia en la vegetación baja. Se esconde muy bien entre los arbustos y plantas donde construye su nido a partir de mayo. En la imagen número 1, se puede ver un ejemplar escondido entre ramas. Esta es la razón por lo que no es fácil fotografiar al ruiseñor. De todas las fotos que he hecho, las únicas de detalle son las que pude hacer en una jornada de anillamiento hace unos meses (figuras 4 a 9).
Como se puede ver por su pico, es un ave insectívora. Así que vivir cerca del agua le da grandes ventajas. Tiene un plumaje con un color que le permite esconderse entre los arbustos. Y más en invierno cuando solo quedan ramas desnudas. Dos asepctos me resultan descriptivas. La primera es que tiene unas alas muy pequeñas en comparación con otras aves. Esto se debe a que no realiza grandes vuelos y a que debe moverse con soltura entre la maraña de ramas. La segunda es el juego que realiza con su cola. En la imagen número 2 se puede ver la posición habitual de la cola cuando está en una rama, queda muy erguida mirando hacia arriba. Este detalle me sirve a mí para distinguir de lejos a un ruiseñor.
Notas:
[1] Desde 2007 bautizado como cetia ruiseñor por la Sociedad Espñola de Ornitología (SEO).
Me encantaron tus fotos del anillamiento, siento una sana envidia porque es muy difícil tener un pajarillo en la mano. Ten muchos saludos desde Chile :)!
Hola, Ariel. No tuve al pajarillo en mis manos. Yo estuve de mirón. 😀