Intoxicación en Can Lledó, Mollet del Vallès, marzo de 2000

Fig 1. Can Lledó en Mollet del Vallés./ C. Pradera 11-2015

C. Pradera, Barcelona, 19-11-2015

EL PRODUCTO

En la imagen número 2 (figura 2), se puede ver un anuncio de un producto insecticida que fue muy utilizado para crear barreras antitermitas. El anuncio es elocuente. Un grupo de termitas marchan en formación militar hacia su destino, un edificio construido con madera. Sin embargo, algo va a impedir que la horda arrase con el edificio. Y ese algo es una barrera química creada con el producto llamado Gladiator. Mejor nombre no le podría haber puesto.

Este anuncio fue publicado en 1994 en el número 3 de la revista Parasitis. Justo hacía un año que Gladiator había obtenido el registro de inscripción en el Ministerio de Sanidad de España [1]. La empresa responsable de su comercialización fue Dow Agrosciences Ibérica SA, filial de la multinacional norteamericana Dow Chemical Company [2]. Gladiator venía avalado por un éxito a nivel internacional. Anteriormente, muchos de los productos antitermitas estaban formulados con insecticidas organoclorados como el lindano. Pero estos se estaban prohibiendo de manera paulatina debido a sus efectos adversos sobre la salud y el medio ambiente. Así pues como alternativa, en control de plagas tomaron el relevo los organofosforados. Y en concreto el clorpirifos, que fue el más utilizado en control de plagas urbanas. Gladiator contenía esta materia activa al 48% y estaba formulado como concentrado emulsionable. En el registro de 1993, el producto tenía estipulado un plazo de seguridad de 48 horas. Pero en el registro de 1999 el plazo quedó en 24 horas.

Fig 2. Anuncio de Gladiator publicado en Parasitis en 1994.

Dato importante es que el clorpirifos fue una molécula insecticida desarrollada por la propia Dow Chemical a principios de la década de 1960. Fue patentada en EUA en 1966. Primero tuvo su aplicación en agricultura y poco después contra plagas urbanas. La marca Gladiator contra termitas ya estaba siendo evaluada en 1967. En el mismo número 3 de Parasitis, aparece otro anuncio donde se explica su largo uso como termiticida. Y además hay un largo texto explica las características de Gladiator. He aquí un párrafo donde se expone el poder residual del producto:

«Gladiator viene a sustituir con notables ventajas a los insecticidas organoclorados que se venían utilizando hasta ahora y que recientemente han sido prohibidos. Tiene un poder insecticida hasta 12 veces superior a alguno de los anteriores productos, como el clordano, y es el único insecticida organofosforado disponible que ha demostrado eficacia contra las termitas subterráneas durante más de 21 años, según lo avalan, entre otras las experiencias que desde 1967 el Forest Service del U.S. Dept. of Agriculture viene realizando en la estación experimental del Gulfport (Mississipi).»

Y aquí otro párrafo donde explica sus usos:

«Gladiator se puede utilizar tanto en tratamientos pre-construcción, aplicándolo a la tierra antes de echar el hormigón de los cimientos o de la losa, diluido en agua al 2% (2 litros en 100 litros de agua), y a razón de 5 litros de caldo por metro cuadrado o metro lineal de zanja, como también se puede utilizar en tratamientos post-construcción mediante inyección, tanto al suelo como en la madera, diluido igualmente al 2%.»

Fig 3. La Vanguardia, sábado 24 de junio de 1972, página 57.

LA EMPRESA

Con fecha de 14 de marzo de 1997, la empresa Tratamientos Especiales para la Construcción SA (TECSA) entregó un presupuesto al Ayuntamiento de Mollet del Vallés para la realización de un tratamiento contra termitas en Can Lledó (figuras 1 y 6) [4]. En aquella época TECSA era una empresa conocida y con sobrada experiencia en el tratamiento contra organismos xilófagos. Le avalaban más de 25 años de actividad. Esta empresa fue fundada por Eduardo Dot Bruquetas alrededor del año 1970. Buscando en las hemerotecas, he encontrado un anuncio de TECSA publicado en La Vanguardia en el año 1972 (figura 3). Tal y como se puede leer, la empresa ofrecía servicios de ignifugación con productos Bayer. En esos años, los productos de la Desowag Bayer GmbH tenían mucho prestigio. Teniendo en cuenta el servicio ofertado y el nombre con el que fue bautizada, parece que en su origen la empresa no tenía tan solo la realización de tratamientos xilófagos. Sin embargo, tres años más tarde fue publicado un anuncio en el mismo periódico en el que se ofrecían tratamientos contra termitas y carcomas, y además garantizados (figura 4).

Fig 4. La Vanguardia, domingo 16 de marzo de 1975, página 31.

TECSA fue ganando volumen y presencia en el mercado del tratamiento contra organismos xilófagos. Un ejemplo claro es que, en julio de 1990, el periódico La Vanguardia dedicó una página monográfica a tratamientos de desinfección [5]. Y, en primer término, aparecía un anuncio  (figura 5) y un texto de TECSA. Este anuncio es digno de leer, pues tiene una retórica grandielocuente. Aquí va la transcripción:

«Con veinte años de experiencia, Tec, S. A., la empresa creada y dirigida por Eudardo Dot Bruquetas, es líder absoluto en el tratamiento garantizado contra agentes xilófagos (termitas, carcomas, hongos…), mediante la aplicación de las técnicas más avanzadas y eficaces que incluyen, entre otros, la aplicación de productos de  la serie Xyladecor y Xylamon.

Durante estos años de actuación en el sector de protección de maderas, Tec, S. A. ha conseguido una gran especialización en resolver todos los problemas que pueden llegar a afectar este tipo de material y pone a disposición de sus clientes, presentes y futuros, su avalada garantía de actuación y sus soluciones incondicionales y de probada validez y efectividad.

La empresa tiene su radio de acción por todo el país, como ha demostrado en innumerables ocasiones saneando para siempre la madera de viviendas y edificios varios de toda España.

Así, no hay situación, si de madera se trata, que Tec, S. A., no pueda controlar y superar, ya sea en suelos y muros o en cualquier elemento realizado con madera, caballos y vigas; marcos de puertas, ventanas, armarios empotrados; muebles; etcétera.

La madera, uno de los materiales más antiguos y nobles empleados en la construcción, ve en ocasiones reducida su durabilidad por la agresión de estos agentes externos. Pero Tec, S. A., tiene los tratamientos adecuados para combatir los problemas de esta especie. Dada la complejidad y coste de estas acciones, es necesaria una dirección técnica de las mismas que garantice la elección más idónea para cada caso, de los productos a emplear y su adecuada forma de aplicación. Para ello nada mejor y más razonable que acudir a una empresa de reconocida experiencia y constatada seriedad.»

Fig 5. La Vanguardia 7 de julio de 1990, pág 2.

LOS HECHOS

En el presupuesto, TECSA proponía taladrar los muros de carga e introducir en ellos productos insecticidas contra termitas. En concreto, Xylamon Especial T y Xylamon Barreras Antitermes. Se ofrecía una garantía de 10 años. El 21 de marzo, el Ayuntamiento de Mollet del Vallès aprobó el presupuesto. Y es de suponer que se debió realizar poco después. Pero al año siguiente, en 1998, hubo una reaparición de termitas en Can Lledó. Y parece que se volvió a actuar con los productos indicados de la gama Xylamon.

El 27 de marzo de 2000 se volvieron a detectar termitas en Can Lledó. En concreto, en la Sala de Juntas. El mes de marzo es la época en que las termitas aladas subterráneas empiezan a salir del termitero. Al día siguiente, a las diez de la mañana, se presentaron dos personas de la empresa TECSA para valorar la situación. Una era el Sr Dot y otro un tal Sr Escuñana. Vieron que «era de poca importancia y al llevar consigo resto del producto Gladiator que habían utilizado en otro servicio anterior, decidieron aplicarlo inyectándolo en los muros de la sala» [6].

Durante la aplicación del producto, los trabajadores de Can Lledó que estaban cerca de la zona del tratamiento empezaron a sentir «irritación de mucosas y un fuerte olor» [5]. Se quejaron de la situación a A. G., Delegada de Prevención del Ayuntamiento, quien se acercó para ver qué ocurría. Pidió que le informaran sobre el producto que estaban utilizando. Las dos personas de TECSA la intentaron tranquilizar. El Sr Dot le dijo que «era menos peligroso que barnizar una puerta» y que pasadas 8 horas podrían entrar [6]. La Delegada de Prevención no se quedó tranquila y se lo comunicó a una persona superior, a C. M., quien fue a hablar con el personal de TECSA y les requirió que le dieran la ficha del producto. Le dijeron que no la tenían, pero que se la mandarían por fax en cuanto llegaran a la oficina. Al marcharse, dejaron las ventanas abiertas y la puerta cerrada. Ahora bien, la puerta era de vidrio y dejaba pasar el aire por la holgura.

C. M. no tardó en llamar al Instituto Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo y requerir información sobre el producto utilizado. Mientras se esperaba respuesta, se prohibió entrar en la sala y se permitió que quien sintiera molestias tenía permiso para marchar. A las 19 horas, C. M. recibió una respuesta aclaratoria del INHST. Entonces, esta persona decidió colocar carteles de prohibición de paso a la zona afectada.

TECSA no mandó el fax prometido con la ficha del producto el día 28, sino que lo hizo al día siguiente a las 8 de la mañana. En cuanto fue recibido, responsables del Ayuntamiento analizaron los datos contenidos en la ficha y la respuesta dada por el INHST. Entonces se pusieron en contacto con la Delegación Territorial de Sanidad, tras lo cual se ordena la ventilación de Can Lledó y que el personal abandone el edificio. Entre el 30 de marzo y el 7 de abril causaron baja 11 trabajadores. Y entre el 26 de abril y el 15 de junio, otros cuatro.

Días después la Inspección de Trabajo inició una investigación. En tres fechas, 31 de marzo, 4 de abril y 25 de junio, fueron tomadas «muestras ambientales de superficie y de aspiración de polvo con resultado de 0,4 y 0,5 clorpirifos en nanogramos por metro cúbico» [6]. Se encontró clorpirifos presente en todas las dependencias de la planta baja de Can Lledó. Y se observó que la aplicación se había hecho «en un muro de piedra, cercano a un radiador de calefacción, sin tapar los agujeros practicados para inyectar» [6]. Y esta técnica de inyección en muros, aunque habitual en este tipo de tratamientos, no estaba contemplada en el registro de inscripción de Gladiator.

Fig 6. Can Lledó en Mollet del Vallés./ C. Pradera 11-2015

CONCLUSIONES

Hubo 15 personas afectadas por intoxicación con organofosforados. Se iniciaron unas serie de acciones legales en donde cada uno defendió sus posiciones. Lógicamente, TECSA fue hecha responsable principal de todo lo acaecido. Y también se hizo responsable en alguna medida al Ayuntamiento de Mollet del Vallès. Aunque se reconoció que la manera de proceder fue correcta, se le achacó «reacción tardía».

Desde luego, para mí, la única persona responsable de todo este desaguisado fue el Sr Dot, propietario y director técnico de TECSA. Y lo cierto es que, visto con perspectiva, el tratamiento es un cúmulo de errores que no tendrían que haber sucedido. Dice bien poco de las maneras de proceder de la empresa. Se pusieron a inyectar aprovechando que tenían caldo preparado, sin una buena planifiación, sin comunicarlo a nadie, sin tomar las mínimas medidas oportunas de seguridad, sin intención de impedir el acceso a las personas a la zona tratada y con poco conocimiento del producto que tenían entre manos y sus implicaciones. Me pregunto si esta empresa obró de la misma manera en cuantos trabajos realizó anteriormente.

Un hecho importante es que TECSA siempre fue fiel a los productos de la gama Xylamon, tal y como he reflejado más arriba. Estos productos estaban formulados con materias activas tales como lindano, es decir, organoclorados. No tengo dudas que estas sustancias tóxicas, aplicadas en tratamientos en interiores, debían dejar unos ambientes contaminados durante años. Seguramente habrá personas afectadas por el uso de estos productos en sus casas que ni siquiera lo sepan [7]. Hay que tener en cuenta que TECSA inyectó Gladiator en Can Lledó sencillamente porque los productos Xylamon que utilizaba hasta entonces fueron retirados del mercado por su toxicidad. Cabe la posibilidad de que el Sr Dot no valorara el alcance ni las consecuencias del cambio de organoclorados a organofosforados. Es decir, que su forma de obrar al aplicar los productos organoclorados, que era errónea pero sin consecuencias,  fallara del todo con la aplicación de los organofosforados.

Hay además un hecho que me escama e indica que el Sr Dot no tenía un buen obrar [8]. Y es que parece que intentó sacarse de encima su responsabilidad introduciendo la duda sobre otros. Parece ser que negó que la intoxicación de los trabajadores municipales fuera causada por la aplicación de Gladiator, a pesar de las pruebas médicas realizadas que demostraban intoxicación por organofosforados. Y lanzó la idea de que la intoxicación se podría deber a la empresa que entonces llevaba el control de plagas en Mollet del Vallès, a la conocida Ciape DD SL. Porque justo el mismo día en que aplicó TECSA hizo su apliación tóxica en Can Lledó, fue realizado un tratamiento de desratización en la mismas instalaciones.

Notas:

[1] Gladiator tenía registro 93-30-00610 para sanidad ambiental e industria alimentaria (HA).

[2] En 1989, Dow Chemical Company y Eli Lilly aunaron esfuerzos y formaron DowElanco. En 1997 Dow Chemical Co adquirió el paquete accionarial de Eli Lilly y la renombró como Dow AgroSciencies.

[3] C. Pradera. 09-09-2014. Sobre los productos insecticidas formulados con clorpirifos de Dow Chemical en España. El desinsectador y desratizador.

[4] Edificio situado en la calle Comte d’Urgell número 26 de Mollet del Vallès.

[5] La Vanguardia, Edición del sábado, 07 julio 1990, página 2.

[6] Procedimiento responsabilidad empresa falta seguridad 335/2002. Sentencia No. 108/103, de 28 de febrero de 2003. Fuente: ccoomdv.cat (consulta: 11-11-2015).

[7] En países como Alemania, más adelantado en cuestiones  ambientales, sí hubo en la década de 1990 un movimiento de denuncias contra los fabricantes de productos con lindano por parte de personas afectadas por su exposición durante años.

[8] Sentencia número 658/2005 de 28 de enero de 2005, en el recurs de suplicació interposat per Tratamientos Especiales para la Construcción, S.A. i Ayuntamiento de Mollet del Vallès a la sentència del Jutjat Social 22 Barcelona de data 28 de febrero de dos mil tres dictada en el procediment, demandes núm. 335/2002.

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