Me encanta el cuello en forma de ese de la garceta común, Egretta garzetta. Y también su plumaje totalmente blanco. En la época de reproducción muestra dos plumas que penden de la parte posterior del cuello. Tiene un andar delicado. Camina lentamente fijando sus pies sobre el suelo. Tiene unos largos dedos amarillos ideales para caminar por la orilla de ríos, lagos y marismas. Pasa el invierno en la Península Ibérica. Aunque también se la encuentra en verano. De hecho, cerca de donde vivo, en el río Besós se la puede ver todo el año. Aunque más abundante es en la época de paso. Su pico es una certera lanza contra peces, ranas e insectos.