
Fig 1. Lagartija parda (P. liolepis) en un agujero de pared en Santa Coloma de Gramenet./ C. Pradera 2014
C. Pradera, Barcelona, 12-05-2013
Las lagartijas pueblan los parques y jardines de nuestras ciudades. Son animales benéficos, ya que se alimentan de insectos. No obstante, el temor y el desconocimiento pueden llevar a más de uno a arrearles un escobazo. Los niños, en cambio, sienten curiosidad por las lagartijas. ¿Quién no ha perseguido una lagartija cuando era niño y se ha sorprendido viendo que su cola se desprendía?
En la zona donde vivo, la especie común es Podarcis liolepis, vulgarmente conocida como la lagartija parda. Hasta hace pocos años, esta especie había sido considerada como una subespecie de Podarcis hispanica. Ahora bien, siguiendo el manual de Albert Masó y Manuel Pijoan de 2011 [1], la clasificaré como una especie aparte. La distribución de esta lagartija ocupa la mitad norte de la Península Ibérica desde León hasta Girona (figura 2). Se la puede encontrar desde el nivel del mar hasta hasta los 1.400 metros. Esta lagartija quiere terrenos pedregosos y muy soleados. No se la encontrará en zonas cubiertas de vegetación. Un buen lugar para observarla son las paredes soleadas de una casa. Aunque no es fácil acercarse a una lagartija, ya que cuando nos ve echa rápidamente a correr. Y es una excelente trepadora.
Un ejemplar adulto de lagartija parda puede llegar a medir unos 14 centímetros de longitud. Tiene el cuerpo aplanado y la cabeza triangular. El dorso es de color pardo con tonos verdes. Y tiene una línea vertebral negra y fragmentada que va de cabeza a cola. Esta coloración la ayuda a esconderse. Los tonos verdes del dorso me recuerdan al color de los líquenes que crecen sobre piedras y paredes. Sin embargo, existe gran variabilidad de un ejemplar a otro. Las fotos de esta entrada corresponden todas a ejemplares diferentes encontrados en Santa Coloma de Gramenet. La primera imagen es de una pared en la avenida de la Pallaresa. Las imágenes 3 y 4 fueron tomadas en la ribera del río Besós. También las imágenes 5 y 6 fueron tomadas en la misma zona. Pertenecen a un ejemplar cazado por un niño. Y en las cuatro últimas se puede ver cómo un adulto traga un saltamontes (figuras 7 a 10). Como se puede ver, hacer una descripción del aspecto no es fácil, ya que entre cada individuo hay variabilidad. Pero si la comparamos con Podarcis muralis, la lagartija roquera, que se encuentra también en Cataluña, observaremos un patrón más sencillo y una coloración más apagada.
En la época del año en la que estamos se habrá producido ya el apareamiento. Imagino que las hembras de la lagartija estarán realizando la puesta. Esta realiza entre 1 y 3 puestas por año con una media de 4 huevos. En la época de frío, la lagartija pasa por el letargo invernal. Este es un buen momento para hacer fotos si encontramos alguna bajo una piedra. La lagartija tiene bastantes depredadores entre las aves. En el río Besós las lagartijas deben de tener además cuidado con la rata de alcantarilla (Rattus norvegicus). La rata es omnívora y cuando tiene hambre es peligrosa. Imagino que estas lagartijas deben de estar muy bien en la ribera de este río. La cercanía del agua hace que haya muchos insectos. Hoy he podido observar que los charcos y el agua arremansada del río estaban llenos de larvas de quironómidos (Chironomidae).
Notas:
[1] Albert Masó & Manuel Pijoan. 2011. Anfibios y reptiles de la Península Ibérica, Baleares y Canarias. Ediciones Omega, Barcelona. 848 pp. 21’5 cm. Primera edición. ISBN 978-84-282-1368-4.

Fig 3. Podarcis liolepis en una pared del río Besós a la altura de Santa Coloma de Gramenet./ C. Pradera 05-2013

Fig 5. Paseando por el río Besós me encontré que un niño había capturado una lagartija y le pedí que me dejara hacer una foto./ C. Pradera 09-2012

Fig 7. Lagartija parda (P. liolepis) con saltamontes en la boca en una pared de la ribera del río Besós./ C. Pradera 12-2013
me encontre una lagartija pequeña es de color negro y rayas blancas y de cola colorada es de esta clase de lagartijas?