C. Pradera, Barcelona, 28-01-2013
En España tenemos un importante problema con las bandadas de estornino pinto (Sturnus vulgaris). También es problemático el estornino negro (Sturnus unicolor), aunque no forma bandadas tan grandes, ya que los estorninos pintos se pueden congregar en el número de varios miles.
Todo este problema empieza con el otoño y la bajada de temperaturas cuando adquieren un carácter gregario. Durante la época de cría hacen una vida separada, aunque pueden formar colonias. Pero al llegar el frío hacia otoño se van juntando en bandadas que se congregan en una misma zona de descanso al atardecer. Cada año se los puede ver instalados en los mismos lugares para protegerse de los rigores del invierno. Cuando esto sucede en la calle de una población, lo hacen en árboles que mantienen las hojas en invierno. Suelen encontrar buenos dormitorios en los parques públicos. Aunque a veces se instalan en avenidas. Entonces es cuando provocan molestias por su continuo piar y también porque sus excrementos ensucian todo cuanto queda debajo de los árboles.
Si una bandada es pequeña no molesta, pero si son de varios miles, se convierten en una plaga. Este es el caso que se vive en la población de Santurzi en el País Vasco. Recientemente se publicó una noticia en la edición online del periódico El Mundo con un título claro de la situación: ‘Santurzi, en guerra contra los estorninos’ [1]. Leyendo este artículo uno se da cuenta de cómo hemos evolucionado en el control de plagas. Antiguamente, los medios eran más expeditivos y a base de disparos se miraba de reducir el máximo número de estorninos. Hoy en día, se intenta asustar a estas aves para que no aniden en las ciudades. En Santurzi se han usado los siguientes métodos: vuelos intimidatorios con aves rapaces, detonaciones de propano que simulan tiros de escopeta, altavoces con gritos de estorninos alarmados, espantapájaros con forma de cazador y haces de luces con potentes láseres.
Medios parecidos se usaron el año pasado en Ávila, según esta noticia publicada en la edición online del periódico ABC: ‘Un plan de choque con rapaces y pirotecnia acaba con plaga de estorninos en Ávila’ [2]. En esta población se llegaron a contabilizar 60.000 estorninos entre negros y pintos. Para poner control a esta situación, el Ayuntamiento de Ávila contrató a una empresa especializada llamada Sturnus Control con sede en Calahorra, Rioja. Buscando por internet, he leído que este año ha sido contratada por el mismo consistorio para controlar la población de palomas. El control de aves urbanas es un negocio especializado y muy necesario.
Desde hace años, en los pueblos limítrofes entre las provincias de Tarragona y Castellón, cada invierno soportan la presencia de grandes bandadas de estornino pinto (Sturnus vulgaris). Este año, en diversos medios han aparecido noticias sobre el caso. El periódico ABC así lo titula en su edición online: ‘Peor plaga de estorninos de los últimos años provoca molestias importantes en Ulldecona’ [3]. En este pueblo de Tarragona que limita con la provincia de Castellón, la plaga es tan grande que ha afectado al suministro de electricidad produciendo microcortes. Es tal la cantidad de estorninos que se posan sobre el cableado eléctrico que el peso de estos hace que los cables se toquen. La empresa eléctrica de la zona ha tenido que colocar anillas especiales entre los cables para evitar que estos se toquen.
Cerca de Ulldecona, en Tortosa, sin ser tan grave la presencia de estorninos como en años pasados, el Ayuntamiento ha instalado dos altavoces para reproducir sonidos que ahuyenten a los pájaros: ‘Tortosa recupera los aparatos sonoros para combatir la plaga de estorninos en el parque’ [4]. Estos altavoces funcionan durante el atardecer para evitar que los estorninos se instalen en una zona donde suelen hacerlo. Este momento del día es crítico para controlar las bandadas de estas aves, ya que se van concentrando a miles para pasar la noche. Con estos sonidos se consigue expulsarlos de Tortosa, aunque no soluciona el problema, sino que se lo pasa a las poblaciones vecinas. En los dormitorios habituales de estorninos, se van juntando al atardecer bandadas que durante el día van por su lado.
Otra noticia de la zona proviene de un pueblo de Castellón que limita con la provincia de Tarragona: ‘Sant Rafael del Riu es tomado por los estorninos’ [5]. En esta población se quejan del enorme ruido que hacen las bandadas de estorninos y, también, de sus excrementos. Los vecinos afectados deben tender su ropa en el interior o a cubierto bajo plásticos para evitar que se manche. Pero la peor parte se la llevan los agricultores que tienen plantaciones de olivos. Se calcula que cada estornino se come como mínimo 5 olivas al día en plena campaña de recogida. Todo un desastre con el que han aprendido a convivir. Dentro de lo malo, algo hay de bueno aunque sea poco para el agricultor, ya que el estornino ha ayudado a combatir la mosca del olivo. Los estorninos, además de comer olivas, escarban en el suelo y se comen las larvas de esta otra plaga endémica.
Notas:
[1] Europa Press. 26-11-2012. Santurzi, en guerra contra los estorninos. El Mundo (edición online), País Vasco.
[2] EFE. 25-11-2012. Un plan de choque con rapaces y pirotecnia acaba con plaga de estorninos en Ávila. ABC (edición online), Madrid.
[3] EFE. 01-01-2013. Peor plaga de estorninos de los últimos años provoca molestias importantes en Ulldecona. ABC (edición online), Madrid.
[4] Redacción. 25-01-2013. Tortosa recupera els aparells sonors per combatre la plaga d’estornells al parc. La Vanguardia (edición online), Barcelona. Enlace: lavanguardia.com/local/terres-de-lebre/20130125/54363098660/tortosa-recupera-els-aparells-sonors-per-combatre-la-plaga-d-estornells-del-parc.html
[5] Redacción. 03-01-2013. Sant Rafael del Riu es tomado por los estorninos. 3×4.