C. Pradera, Barcelona, 08-01-2013
Ayer encontré en Montserrat un escorpión que estaba cerca de la puerta de entrada al conjunto arquitectónico del Monasterio, a 720 m de altitud. Agonizaba. Lo recogí y le tomé unas fotografías. No ha sido difícil identificar la especie, porque en la Península Ibérica tenemos pocas especies de escorpiones. Según los manuales tenemos ocho especies autóctonas y una exótica [1].
El individuo que encontré pertenece a la especie Euscorpius flavicaudis, comúnmente conocido como escorpión negro. Su cuerpo mide entre 30 y 45 milímetros [2]. Está distribuido por toda la península. Busca lugares en donde haya humedad. Se refugia entre la vegetación. Además es una especie antropófila. Se puede encontrar en las casas de campo y en las ciudades en sótanos. También en viviendas urbanas si están rodeadas de jardín y hay rocas en las que pueda esconderse. Estos escorpiones son más de hábitos nocturnos permaneciendo a refugio durante el día. No hay que temer la picada del escorpión negro, ya que es inofensiva.
Junto a este escorpión, en la zona donde vivo, en el noreste de la península, se puede encontrar otro escorpión como es Buthus occitanus, conocido como escorpión amarillo [3]. Sin embargo, ocupa un ambiente diferente, ya que busca ambientes más secos.
Notas:
[1] Rolando Teruel & Antonio Melic. 2015. Clase Arachnida, Orden Scorpiones. Revista IDE@ – SEA, No 18, pp 1–17.
[2] Dick Jones. 1985. Guía de campo de los arácnidos de España y Europa. Editorial Omega, Barcelona. 368 pp. Adaptación a la Península Ibérica de Carles Ribera Almerje.
[3] C. Pradera. 20-02-2018. Escorpión amarillo, Buthus occitanus (Arachnica, Buthidae) en el Pla de Santa Maria. El desinsectador y desratizador.