C. Pradera, Barcelona, 20-09-2012
En mi último cliente de hoy me he encontrado con una sorpresa. Me he encontrado con un montón de lombrices. He entrado por la puerta del cliente a las 19:00 horas. Estaba cansado de trabajar todo el día desde antes de las 8 de la mañana. El cliente está en la calle Aragón, cerca del centro de Barcelona. Pensaba que lo único interesante que vería serían cucarachas americanas y el rastro de alguna rata ocasional. Se trata de un bar de copas donde sirven algo de comida. En la cocina, debajo de un fregadero he visto un cubo de fregar lleno de agua hasta arriba. Y el agua estaba muy sucia. He pensado que debía mover el cubo por si acaso debajo había cucarachas. Y cuando lo he movido, ¿cuál ha sido mi sorpresa? Pues me he encontrado con un montón de lombrices. Me he apresurado a coger la cámara de fotos de bolsillo. Y cuando he tomado unas cuantas fotos, he recogido unas cuantas lombrices para averiguar la especie. Es cierto que en más de una cocina me he encontrado lombrices, pero jamás tal cantidad. A un palmo del cubo, había un agujero en la pared. En el agujero había tierra. Quizás por allí llegaron.
Las lombrices de la foto pertenecen a la especie Eisenia fetida (también se puede escribir foetida, aunque está en desuso), conocida comúnmente como lombriz rayada. Se trata de una lombriz que mide entre 6 y 8 centímetros. Es de color rojo con anillos amarillos. Así que es fácil reconocerla. Se la puede encontrar en toda la Península Ibérica. Vive en acumulaciones de materia orgánica en descomposición. Es por esto que se usa esta lombriz para hacer compostaje y es la más usada en lombricultura. Es sabido que las lombrices son de valiosa ayuda para el hombre, ya que ayudan a que se forme el humus. Y el humus de lombriz es de la mayor calidad.
La Esenia fetida puede pesar hasta 1 gramo y come cada día el equivalente a su peso. Darwin dedicó en 1881 un libro a este bello animal titulado ‘La formación de la tierra vegetal por la acción de las lombrices’. Si se busca información sobre las lombrices, todo son alabanzas. Después de observar un rato las lombrices que me he traído a casa, las he dejado en una jardinera donde voy echando materia orgánica. Espero que críen.