C. Pradera, Barcelona, 27-08-2022
Hacía tiempo que quería dedicar una entrada a las especies del género Aelia, conocidas como garrapatillos o paulillas. Es un género de la familia Pentatomidae interesante y con individuos bonitos. En general, los pentatómidos tienen un porte elegante y de gran belleza. Son fáciles de encontrar los adultos en verano sobre plantas. Destacan por su tamaño y patrón de colores.
En las imágenes, se pueden ver dos individuos de dos especies diferentes que están entre las más abundantes del género. Por un lado, está un probable representante de Aelia rostrata (figuras 1, 4-6), con una coloración más viva, encontrado en Sant Boi de Llobregat, cerca del río. Y por otra, podemos ver un representante de Aelia acuminata (figuras 2-3), encontrado en Esplugues de Llobregat.
Además de estas dos especies, en el noreste de la Península Ibérica constan otras tres del mismo género: A. germari, A. klugii y A. notata [1]. No es fácil la distinción entre estas especies. Sin embargo, gracias a la guía de Marta Goula et al. [2], sí puedo distinguir Aelia acuminata del resto. En este manual se indica que esta especie se diferencia por las manchas negras en la parte ventral de los fémures de las patas medias y posteriores, y por el segundo artejo antenal más corto que el tercero. Esto es lo que he indicado en la figura número 3.
Miden en torno al centímetro de largo. No es fácil ver a los garrapatillos cuando el suelo se encuentra lleno de rastrojos. Lo que me gusta de su aspecto es que queda perfectamente disimulado. Dan cuenta de ello las imágenes 5 y 6. Si no me hubiera agachado para buscar, no habría visto ambos ejemplares. Vive en prados, alrededor de campos, lindes de caminos, etc. Viven donde crece vegetación baja. Además se beneficia de la acción del hombre adaptándose al medio alterado no solo de campos de cultivo, sino de parques y entorno periurbano degradado.
Los garrapatillos pasan el invierno en forma de adulto escondidos en la base de plantas. Realizan una migración hasta zonas entre los 600 y 1.500 metros de altitud. Cuando llega la primavera, migran hacia los campos para realizar la puesta sobre las hojas donde pueden poner hasta 400 huevos [3]. Pueden tener una o dos generaciones al año dependiendo del clima local. Los primeros estadios se alimentan de las hojas donde succionan la savia gracias al aparato picador-chupador. Los dos últimos estadios y el adulto se alimentan de semillas en formación y, por tanto, tienen una acción perjudicial para el cultivo de cereales.
La alimentación a base de granos no es sencilla y este proceso causa el principal daño. En 2001 D. Ruiz et al. publicaron un estudio dedicado a las chinches de los cereales, Aelia y Eurygaster (Scutelleridae) [4]. Según explican los autores, «en el interior de los granos vierten un complejo enzimático que digiere el contenido del endospermo, dando lugar a una papilla que fácilmente es absorbida por el insecto. El complejo enzimático inyectado contiene proteasas que alteran la estructura del gluten, que afecta incrementando el valor de degradación alveográfica (% W). El resultado de esta alteración se manifiesta en las masas que se obtienen de harinas dañadas, que son blandas y pegajosas no aptas para la panificación. Además, los granos picados son de menor peso específico, reduciendo el rendimiento».
También se producen daños cuando los adultos pican en el cuello de las espigas o en el tallo, lo que provoca el secado de la planta desde ese punto hacia arriba [3]. A parte de estos importantes daños, hay otro efecto negativo «debido a las secreciones volátiles que los chinches producen en las glándulas repugnatorias, situadas en el tórax, y que vierten al exterior como método de defensa» [4]. Estas secreciones confieren mal olor al grano que puede llevar a que el ganado rechace el grano.
Como se ve, los garrapatillos son bien conocidos en el campo por su incidencia en los cultivos de cereales como el trigo o la cebada. Es por ello que es un grupo bien estudiado desde antiguo. Se encuentran en todos los manuales de plagas agrícolas desde antiguo. Ejemplo de su conocimiento antiguo son los simpáticos nombres con que los denominan.
Notas:
[1] Marta Goula, Víctor Osorio, Jan Tomàs & Marcos Roca-Cusachs. 2020. Llista dels Heteròpters de Catalunya (Insecta, Hemiptera, Heteroptera). Versió 2, juliol 2020. Universitat de Barcelona. 46 p.
[2] Marta Goula, Marcos Roca-Cusachs & Víctor Osorio. 2018. Els heteròpters de Catalunya. Col·lecció Maluquer. Brau Edicions, Figueres. 190 p.
[3] Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 1983. Plagas y enfermedades de los cereales. Las chinches. Servicio de Publicaciones del MAPA. 8 p.
[4] D. Ruiz, M. Goula, T. Monleón, M. Pujol & E. Gordún. 2001. Estudio de las chinches de los cereales (Insecta, Heteroptera) en los trigos españoles. Campañas 1999-2001. Ses. Entom. ICHN-SCL, 12: 139-154.
Gracias, aprendo mucho con cada artículo.