Carlos Pradera, Barcelona, 02-08-2019
Al cabo del día, uno recoge muchas tablas adhesivas en las que hay atrapados insectos. Dependiendo del lugar donde estén ubicadas, se puede capturar mayor o menor diversidad. Está claro. No es lo mismo una tabla en una tienda de electrodomésticos que en una tienda de alimentos. Y por supuesto, no es lo mismo en un sótano que en una quinta planta.
En la imagen número 1, se puede ver una tabla adhesiva para insectos voladores de 6 x 13 cm con cuadrículas impresas de un centímetro de ancho. La recogí ayer de un cliente dedicado a la industria alimentaria por la que pasa una gran variedad de productos al por mayor. Esta tabla, en cuestión, está impregnada con feromonas para atraer polillas de la harina de los géneros Ephestia y Plodia. Estaba situada sobre la pared en un dispositivo AF Demi-Diamond para el que fue diseñada. Este dispositivo no es otra cosa que una carcasa de plástico que permite situar la tabla en vertical sobre una pared o gancho.
Pues bien, al recoger la tabla, pude ver la gran variedad de insectos que había a parte de polillas de las especies Plodia interpunctella y Ephestia kuehniella, las cuales son típicas de industria alimentaria que trabajan con granos, piensos, harinas, etc. Prácticamente, ambas se encuentran por doquier, especialmente la primera especie. En Barcelona no hay casa que se precie que no tenga en verano un buen puñado de ellas intentando acceder a los alimentos de una cocina. Lo que me sorprendió de la tabla no fue la variedad de insectos, propia del verano, sino que había dos avispillas con pinta de parasitoides. Me detuve un momento a observar bien de cerca las avispillas. Me pareció que podían ser de la familia Braconidae. Pero no recordé haber visto una parecido en industria alimentaria. Tomé unas imágenes y me guardé la tabla. Si pudiera guardaría muchas tablas adhesivas en las que hay insectos interesantes. Aunque el problema es que no dispondría de tiempo para mirarlas al detalle. Uno dedica un tiempo muy alto a la producción pura y dura. Y por otro lado, tengo un montón de temas pendientes para solucionar en tres o cuatro vidas futuras.
En casa, pensé en los parasitoides después de cenar. Así que me puse con la lupa binocular para ver si podía ser capaz de saber a qué género o especie pertenecían. Primero llegué hasta la subfamilia Doryctinae, observando la venación de las alas. Y luego, con paciencia e intuición, llegué hasta el Rhoptrocentrus. Encontré citada la especie Rhoptrocentrus piceus para la Península Ibérica en un trabajo de J. V. Falcó et al. de 1993 dedicado a los Doryctinae españoles [1]. Los autores aportan citas para Barcelona, Valencia y Sevilla. Se describe como parasitoide de coleópteros (Cerambycidae y Scolytidae), himenópteros (Siricidae) y lepidópteros (Tortricidae).
Luego encontré un artículo de A. Loni et al. de 2015 sobre una primera cita de R. piceus parasitando al cerambícido exótico Psacothea hilaris hilaris en Italia [2]. Este artículo dispone de una buena descripción y buenas imágenes de esta especie. Razón por la cual, creo que los dos parasitoides encontrados bien podrían pertenecer a R. piceus. El hecho de que dos individuos estuvieran atrapados en la tabla, me hace pensar que alguno de los insectos allí atrapados podría ser el hospedador. Y también que en el cliente, tiene que haber más Rhoptrocentrus buscando completar su ciclo.
Notas:
[1] J.V. Falcó, J. Moreno & R. Jiménez. 1993. Datos sobre Ciclostominos españoles: II. Doryctinae (Hymenoptera: Braconidae). Boletín de la Asociación Española de Entomología, 17(2): 65-75.
[2] Augusto Loni , Costanza Jucker , Sergey Belokobylskij & Daniela Lupi. 2015. First record of Rhoptrocentrus piceus Marshall (Hymenoptera, Braconidae, Doryctinae) as parasitoid of Psacothea hilaris hilaris (Pascoe) (Coleoptera, Cerambycidae). ZooKeys 482: 1–8.