C. Pradera, Barcelona, 25-11-2018
El pasado viernes 23 de noviembre de 2018, el IRTA organizó en Caldes de Montbui (Barcelona) una jornada técnica titulada ‘El Virus del Nilo Occidental (VNO): todo lo que se necesita saber’ [1]. El evento transcurrió en el auditorio que el IRTA tiene en el centro de Torre Marimon. Empezó poco antes de las 10 de la mañana y acabó pasada la 1 del mediodía. Fue para mí una suerte poder escuchar a especialistas en la materia. Aprendí mucho.
Esta jornada técnica era muy necesaria, vista la creciente incidencia que el VNO está teniendo en toda Europa. Y más cuando el pasado mes de octubre se detectó un caso positivo por VNO en un caballo de una hípica situada en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Este hecho indica que el virus está circulando entre las aves de la zona. Cierto es que este positivo se ha dado, por suerte, casi al final del periodo de mayor actividad del mosquito Culex pipiens, que sería según los estudios el mayor implicado en la transmisión del virus. En principio, este mosquito ornitofílico haría circular el virus entre las aves. Sin embargo, Culex pipiens puede picar intradomiciliariamente a personas y animales. Así pues, si un mosquito que fuera portador del virus picara a un mamífero, este podría quedar afectado. Entre los mamíferos, los humanos y los caballos pueden desarrollar la enfermedad. Sin embargo, estos son considerados «hospedadores de fondo de saco», es decir, que pueden padecer el virus, pero no transmitirlo. Un hecho importante es que el 80% de las personas infectadas no desarrolla ningún síntoma. El otro 20% padece fiebre, dolores de cabeza, dolores corporales, náuseas, vómitos y cansancio. Los casos graves se dan entre ancianos, enfermos crónicos y en inmunodeprimidos. Se calcula que en 1 de cada 150 personas infectadas padece una afección grave (encefalitis) que puede llegar a ocasionar la muerte [3].
Para darse cuenta de la magnitud que está tomando el VNO en Europa, basta ver dos gráficos que acompañan esta entrada y que han sido elaborados por el ECDC [4]. En el primer gráfico (figura 2), se muestra la distribución del VNO para este año con fecha de 22 de noviembre. Se muestran tan solo los países pertenecientes a la Unión Europea. Las zonas en naranja muestran casos positivos en équidos. Y las zonas en rojo muestran casos positivos en personas en los que también puede haber casos en équidos. Detalle importante es que este año ha habido casos incluso en Alemania. El virus ha llegado muy al norte. Veremos qué pasa el próximo año. Por otra parte, en el segundo gráfico (figura 3), se muestran los positivos notificados semana tras semana a lo largo del año. Como se puede observar, este año ha sido extremadamente virulento, comparado con los anteriores. A finales de agosto, en una sola semana fueron notificados 300 positivos en personas dentro la Unión Europea. Y esto es más de los 207 casos notificados durante todo el año 2017. Hasta el 15 de noviembre, se han dado 1.499 casos en personas dentro de la UE y 557 en otros países como Serbia, Kosovo o Israel. Los fallecidos ascienden a 176 personas.
El programa estaba compuesto de cinco interesantes charlas sobre diferentes aspectos (figura 7). Hubo una introducción al VNO y a su situación actual (Sebastián Napp), una exposición de casos clínicos en caballos (Eduard Josep Cunilleres), una investigación sobre el impacto del virus en las aves rapaces del estado de Minnesota (Anna Alba), una exposición de diversos estudios epidemiológicos realizados en Andalucía (Ignacio García) y una presentación de cómo funciona el programa sobre vigilancia del VNO en Cataluña (Núria Busquets). Como ya he indicado, todo fue muy didáctico e interesante. Sin embargo, dos exposiciones me gustaron mucho.
Una fue la realizada por Anna Alba Casals. Expuso su investigación en la base de datos de aves recuperadas en la institución The Raptor Center de Minnesota. Ella cogió los datos entre 1990 y 2014 y fue capaz de ver qué había sucedido en la población de aves rapaces a partir de la aparición del VNO en 2002. La finalidad de su investigación queda dentro de lo que llaman vigilancia sindrómica, término sugerente, pero del que no había oído hablar. Ella vio qué aves habían sido las más afectadas y mostró que, hasta cierto punto, podrían servir de centinelas que avisaran de la presencia del virus. La otra exposición que me gustó fue la de Ignacio García Bocanegra de la Universidad de Córdoba. En Andalucía, debido a que es la zona de la Península Ibérica donde el VNO ha tenido un mayor impacto, van muy adelantados en la vigilancia y en estudios epidemiológicos. Todos los estudios realizados que mostró sería bueno que fueran imitados en otras partes. Muy interesante el hecho de que también han investigado otros flavivirus como Usutu y Meaban, también transmitidos por aves.
Notas:
[1] Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA). Web: irta.cat
[2] Núria Busquets. 17-10-2018. Primera detección de la circulación del Virus del Nilo Occidental en un caballo en Cataluña. Cresa & the city blog, IRTA-CRESA. Consulta: 25-11-2018.
[3] Organización Mundial de la Salud. 03-10-2017. Infección por el Virus del Nilo Occidental. Web de OMS. Consulta: 25-11-2018.
[4] European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC). Web: ecdc.europa.eu