Fig 1. Ae. albopictus (izquierda) y Ae. geniculatus (derecha)./ C. Pradera 06-2018

Carlos Pradera, Barcelona, 19-06-2018

Una buena manera de empezar la semana es encontrar algo motivador. Y ayer lunes 18 de junio, a las 09:00 horas, lo encontré. Una hembra de Aedes geniculatus aterrizó sobre mi brazo en busca de sangre. No es una especie rara de ver si uno se encuentra en la montaña. Pero sí lo es si uno está en el casco urbano de una ciudad grande como Terrassa. Me encontraba en la parte trasera de un edificio situado en la calle del Pla de l’Ametllera, en el interior de manzana.

Había entrado a las 08:00 para realizar un servicio. Durante el tiempo que estuve, pude ver varias hembras de mosquito tigre (Aedes albopictus) que intentaron picarme, aunque sin éxito. Y cuando estaba a punto de marchar, vi llegar un Ae. geniculatus sobre mi brazo izquierdo. Rápidamente lo capturé gracias a que llevo siempre un bote de plástico para no desaprovechar una oportunidad como esta.

Esta especie de culícido cría en huecos de árboles (dendrotelmas). En el interior de manzana, pude ver varios que asomaban detrás de muros de patios. Es la primera vez que me encuentro esta especie en la zona. Seguramente, alguien que viva allí habrá visto algún ejemplar y lo habrá confundido con Ae. albopictus. Para el experto, las diferencias entre ambas especies son evidentes. Una de ellas es el tamaño. En la imagen número 1, se puede ver el ejemplar de Ae. geniculatus que capturé junto a un Ae. albopictus. Comparen.

Fig 2. Hembra de Ae. geniculatus./ C. Pradera 06-2018

Fig 3. Hembra de Ae. geniculatus./ C. Pradera 06-2018

Fig 4. Hembra de Ae. geniculatus./ C. Pradera 06-2018

Fig 5. Hembra de Ae. geniculatus./ C. Pradera 06-2018

Fig 6. Hembra de Ae. geniculatus./ C. Pradera 06-2018

Fig 7. Hembra de Ae. geniculatus./ C. Pradera 06-2018

Fig 8. Hembra de Ae. geniculatus./ C. Pradera 06-2018