Un bosque de hayas (Fagus sylvatica) es un regalo para los sentidos que nos proporciona la Naturaleza. Es uno de los paisajes más bonitos que conozco. El hayedo más cercano que tengo es el de Santa Fe del Montseny. No me canso de visitarlo. Es cambiante a lo largo del año. Fabuloso. El pasado domingo subí al Montseny para poder disfrutar de este espacio natural. En la umbría, las hayas habían perdido totalmente sus hojas. Sin embargo, en la solana, todavía conservaban sus hojas de colores calientes: amarillos, rojos, marrones. El otoño proporciona un gran espectáculo.
En esta época del año, la mayor parte de los insectos andan desaparecidos. El frío ha arrebatado la vida de muchos. Y gran parte de los que sobreviven se mantienen en forma latente hibernando en cualquiera de sus fases para las que se encuentra preparado. Sin embargo, hay una porción que pasan el invierno como pueden. Y cuando el sol se deja sentir son bien visibles. Este es el caso de muchas especies del orden de los dípteros (Diptera) que conocemos bajo el nombre genérico de moscas. De hecho, vi gran cantidad de ellas alrededor de un haya (figura 1). Al acercarme vi que revoloteaban alrededor de un agujero que había en el tronco (figuras 2 y 3). Este agujero parecía haber sido hecho en su origen por la poda de una rama. Pero la actividad de organismos xilófagos como coleópteros, termitas y hongos lo había vaciado. Desconozco que había en su interior que atrajese las mocas. Posiblemente alimento.
Me acerqué para observar las mocas. Y vi que la mayoría pertenecía a una misma especie. Eran de gran belleza. Tenía sobre el tórax y el abdomen unos preciosos brillos dorados. Por su forma, parecían múscidos (Muscidae). Estuve un rato tomando fotografías de tan interesantes moscas. Y luego cacé una para poder realizar la identificación en casa. Me entretuve un rato hasta que di con el género Dasyphora [1]. Para la Península Ibérica, el manual de Miguel Carles-Tolrà [2] nos da tres especies: D. albofasciata, D. penicillata y D. pratorum. Desconozco de cuál de las tres especies se trata. También desconozco el ciclo de vida de este género. Sí he encontrado que se trata de una especie coprófila. En fin, espero que se aprecie en las imágenes la belleza de este insecto.
Notas:
[1] El género Dasyphora se diferencia del género Eudasyphora por sus ojos peludos.
[2] Carles-Tolrá Hjorth-Andersen, Miguel (coordinador): Catálogo de los Diptera de España, Portugal y Andorra (Insecta). Sociedad Entomológica Aragonesa, Monografías, Vol. 8, Zaragoza, 2002.