C. Pradera, Barcelona, 23-04-2017
Tengo la suerte de vivir en zona periurbana, es decir, donde acaba el medio urbano y empieza la montaña. Y tengo también la suerte que donde empieza la montaña es el perímetro de un parque natural, lo cual significa que el rodillo de la construcción difícil lo tiene para arrollar este bonito espacio. Eso sí, mientras no aparezca algún alcalde con delirios de grandeza y amigo de lo ajeno como el que tuvimos hace unos años. Por suerte, fueron descubiertos sus transversales trapicheos que recorrían varios partidos políticos.
Pues bien, en este bonito espacio situado entre dos tierras a unos 60 metros sobre el nivel del mar encuentro gran variedad de especies de hormigas. Un género que me gusta mucho por su porte es Camponotus. De momento, en mi búsqueda he encontrado 4 especies: Camponotus cruentatus, C. piceus, C. sylvaticus y C. foreli. Todas estas especies están bien preparadas para vivir en terrenos soleados a cotas bajas. La definición técnica sería terrenos muy termófilos con vegetación dispersa.
La especie que se puede ver en las imágenes es Camponotus foreli, inconfundible por su forma, por su cutícula negra brillante y por tener el cuerpo cubierto de pelos blancos, dispersos y largos. Es una especie básicamente ibérica. Se encuentra distribuida por toda la península, a excepción de la cornisa cantábrica, y también por la costa mediterránea de Francia.
Las obreras miden entre 4 y 8 mm. Son de comportamiento tranquilo. No se ha hecho difícil tomar fotografías. Se alimentan de la melaza de áfidos y cóccidos que transportan en el buche del gastro. Son además bastante pacíficas y pasan con habilidad entre las obreras de otras especies. Las he visto esquivar a obreras de Tapinoma nigerrimum. Las imágenes 7 a 11 las tomé a unas obreras que estaban sobre una tapa de plástico de un registro de suministros. Estaban bien concentradas comiendo. Mi duda es saber de qué se estaban alimentando. Probablemente estaba sorbiendo pequeñísimas gotas de melaza que pudiera caer del árbol que había encima. Algún día me entretendré en averiguarlo. Ahí queda.