C. Pradera, Barcelona, 19-11-2018
La última semana ha hecho más calor de lo que debería para esta época de finales de invierno. El pasado jueves hacia las tres de la tarde el termómetro de mi vehículo marcaba 23º C. Parecía que estábamos en plena primavera. Así que en cotas bajas las hormigas han dejado atrás el invierno y están plenamente activas. Esta mañana, por ejemplo, he ido a pasear por la zona de Valldoriolf, en la Roca del Vallès. Me he entrenido en observar hormigas. Sin salirme del camino, he visto Tapinoma nigerrimum, Messor, Pheidole pallidula, Aphaenogaster senilis, Camponotus cruentatus, Crematogaster scutellaris, etc. Especies todas ellas comunes en la zona donde vivo y que no cuesta observar.
Sin embargo, hoy me he encontrado una especie que, aunque se encuentra bien distribuida por todo el sur de Europa, me parece poco abundante. Se trata de Camponotus aethiops. Se encontraba en una zona bien expuesta al sol donde había mucha actividad de hormigas y se entrecruzaban varias de las especies que he citado. He visto una obrera que pasaba esquivando a las obreras de otras especies. Me he acercado para fotografiarla y he podido observar su bonito porte. Las hormigas del género Camponotus se encuentran entre las que más me gustan por su gran tamaño y cuerpo estilizado. Esta hormiga se acerca bastante al prototipo ideal que tenemos de hormiga. Tiene un tórax curvado, patas y antenas largas, pelos largos y bien repartidos, y un cuerpo negro brillante. Es quizás la hormiga que dibujaría alguien que no haya observado bien en detalle a los formícidos.
Como se puede ver en la imagen número 1, las obreras de Camponotus aethiops son básicamente de dos tamaños (dimórficas). Las más abundantes son las pequeñas. En la imagen se pueden ver cinco de ellas. Y de vez en cuando, aparece una obrera de gran tamaño como la situada en la parte superior central de la imagen. Además de su tamaño, destaca por tener la cabeza más grande en relación al cuerpo. Un rasgo característico de esta especie es que tiene pelos en las mejillas, tal y como se puede ver en la imagen número 2. La colonia es monogínica y puede llegar a tener un tamaño medio con varios centenares de obreras. Es una especie bien adaptada a ambientes secos por lo que se la puede encontrar en claros de bosque y zonas con poca vegetación. Las obreras buscan alimento en solitario. Principalmente líquidos azucarados.