C. Pradera, Barcelona, 16-03-2016
Hace unos días estuve en un vivienda que tenía afectaciones por termita subterránea (Reticulitermes). Por suerte, no había madera estructural que pudiera afectar a la integridad de la vivienda. Tan solo había madera en marcos de puertas, ventanas, muebles y otros elementos. Se dieron cuenta de su presencia porque las termitas habían dañado una estantería de poco valor que había en una habitación que hacía las funciones de cuarto trastero (figura 1).
Como se puede ver en las imágenes, las termitas accedieron al mueble por un agujero que había en la pared detrás de la estantería. Encontraron que el fondo estaba formado por un delgado tablero de fibra de densidad media, material conocido como DM. Este material es muy apreciado por las termitas, ya que contiene mucha celulosa y es fácil de humedecer. El DM se elabora a partir de residuos de madera desfibrados a los que se añaden ceras y resinas. Y todo ello se somete a alta presión y temperatura. El resultado es un material de estructura homogénea, textura fina y alta densidad. Es diferente al aglomerado, menos apreciado por las termitas.
En las imágenes se puede ver que las termitas fueron alimentándose del DM a excepción del recubrimiento de la cara visible que además las mantenía aisladas (figura 2). A medida que avanzaban, las termitas construían tabiques para mantenerse aisladas y no perder la humedad tan necesaria para su supervivencia.
El DM es un material barato y fácil de trabajar que es muy utilizado en la actualidad para construir muebles, pero también tapetas de marcos, recubrimientos de paredes, etc. Sin embargo, al contener mucha celulosa es muy atractivo para las termitas y otros xilófagos como los hongos de pudrición.