Con la llegada del frío desaparece gran cantidad de insectos. El descenso de temperaturas los obliga a hibernar ya sea en estado de huevo, de larva o adulto. Sin embargo, otros continúan al acecho como es el caso de las moscas. En un día soleado como el que ha hecho hoy, es fácil encontrarse con múscidos (Muscidae) o sírfidos (Syrhphidae). Es cierto que su número disminuye en esta época, pero ahí siguen. Solo que sobrevivan unas pocas moscas al invierno, será suficiente para dar lugar a una legión de ellas cuando lleguen los fuertes calores de julio.
En las imágenes de este posteo se puede ver un sírfido de la especie Eristalinus taeniops, conocido como mosca tigre. Aunque también la podemos denominar como mosca de las flores, nombre genérico para los sírfidos. Algunas de estas moscas, como es el caso del ejemplar de las imágenes, han evolucionado hacia una apariencia similar a la de abejas y avispas. Este mimetismo llega a tal punto que también son capaces de mantener quietas en el aire.
Eristalinus taeniops mide un centímetro y medio aproximadamente. Para distinguirlo de otras especies, debemos fijarnos en los ojos. Sobre cada uno se dibujan 5 franjas oscuras y verticales. En la imagen podemos ver un macho, el cual se distingue de la hembra por tener los ojos unidos en la parte superior (figura 6). En la hembra hay una separación entre ambos ojos. El adulto se alimenta del néctar de las flores. Los huevos son puestos en agua estancada donde la larva encontrará alimento de materia orgánica en descomposición. Esta larva es parecida a la del género Eristalis, por lo que podemos denominarla también como cola de rata [1].
Notas:
[1] Larva de cola de rata, Desinsectador, 25-06-2014.