C. Pradera, Barcelona, 26-08-2014
No es fácil la convivencia con aviones y golondrinas. Estas aves aprovechan la protección que proporcionan las edificaciones humanas para construir sus nidos. Por una parte proporcionan alegría y eliminan gran cantidad de insectos voladores perjudiciales. Por otra parte, ensucian con sus excrementos. La vida moderna demanda cada vez más limpieza y parece que estas aves son molestas. Sin embargo, creo que se debería primar su efecto ecológico positivo. En algunos lugares parece claro que están por ayudar a estas aves.
En Santa Coloma de Gramanet, cerca del río Besós, podemos encontrar un ejemplo de convivencia. Hay un edificio situado en la confluencia de las calles President Companys con Sant Joaquim donde se puede encontrar una colonia de avión común, Delichon urbicum (figura 2) [1]. Mi mujer contó hasta 37 nidos. En los nidos que quedan cerca de la calle, se ha dispuesto una protección para evitar que caigan los excrementos a la calle (figura 3). Encuentro esta solución interesante. Desearía que este tipo de actitudes respetuosas con aves que considero benéficas se prodigara.
Notas:
[1] C. Pradera. 26-07-2013. Sobre el avión común, Delichon urbicum (Hirundinidae). El desinsectador y desratizador.