Sobre productos antiguos formulados como pintura insecticida (1960)

C. Pradera, Barcelona, 05-07-2014

La idea de mezclar pintura y una materia activa insecticida parece que viene de lejos. De hecho, es algo consustancial a la misma técnica de aplicación de insecticidas que consiste en cubrir la máxima superficie de una manera persistente. Cuanta mayor sea la superficie tratada, mayores son las posibilidades de éxito. Y mucho mejor si se hace de una manera que el insecticida persista largo tiempo. El uso de pintura insecticida facilita básicamente la fijación de la materia activa. Pero la verdadera esencia de su eficacia reside en una materia activa que se degrade poco con el paso del tiempo.

Fig 1. La Vanguardia, sábado 18 de junio de 1960, pág. 13.

Vaya por delante que la pintura insecticida, a lo largo del tiempo, no ha gozado del éxito que preveían sus comercializadores. El producto es más caro que un insecticida convencional que se mezcle con agua para aplicarse sobre una superficie. Y la misma técnica de aplicación dispara el coste del servicio, ya que se trata de cubrir toda la superficie. Esto significa que la pintura insecticida se utilizará en un caso realmente necesario y esté justificado su coste.

Buscando en las hemerotecas, la primera mención que encuentro a una pintura insecticida es en un anuncio publicado en La Vanguardia en 1960 (figura 1). El producto se llama Pintura Insecticida Gasepa. Junto a este se presenta también al perrito matamoscas [1]. Ambos productos aparecen como novedades de la la Feria Oficial e Internacional de Muestras de Barcelona de aquel año. No sé si tuvo éxito esta pintura insecticida, porque fuera de este anuncio no he encontrado más información.

En febrero de 1963 aparecieron anuncios en varios periódicos de una pintura insecticida llamada Cromotone (figura 2). Parece ser que el fabricante hizo una fuerte inversión en publicidad, ya que la pintura fue publicitada a lo largo del año. Detrás de Cromo SA, el fabricante, estaba Sociedad Anónima Cros, una de las empresas químicas más importantes de España entonces [2]. Cromo era la responsable de la fabricación y comercialización de la gama de productos Cromotone cuya fábrica estaba en Barcelona (figura 3), aunque parece que luego  fue trasladada la producción a Flix, Tarragona, donde Cros tenía un complejo químico importante y del cual algo queda hoy en día. Desde principios del siglo XX estaba Cros en Flix donde tenía una importante producción de cloro y compuestos químicos derivados de este. En ese centro fabricó, entre otros compuestos, los insecticidas DDT y lindano. En ninguno de los numerosos anuncios que he encontrado no se dice qué materia activa insecticida contenía la pintura Cromotone. Es probable que, por la época, pudiera llevar lindano.

Fig 2. Anuncio publicado en El Mundo Deportivo el miércoles 3 de julio de 1963, pág. 8.

Esta pintura insecticida, al igual que otros productos de la época, se vendía con los tópicos ‘no huele’ y ‘no es tóxica’. Solo faltaba añadir el ‘no mancha’, pero imposible decirlo tratándose de una pintura. He de decir que seguramente olía y era bastante tóxica. Sobre esto segundo, tan solo hay que ir a los anuncios de la época. En uno publicado en 1964 (figura 4), se nos informa de que «es diez veces más concentrada que cualquier insecticida y, sin embargo, es inocua». Pero eso sí, «elimina radicalmente toda clase de insectos». Además de acción insecticida, era fungicida y bactericida. Al final del anuncio leemos que tiene el número 9.508 del registro de insecticidas de la Dirección General de Sanidad.

No sé qué éxito tuvo la pintura Cromotone. En 1968, Cros compró las acciones que Montecatini SA tenía en Cromo [3]. Inició entonces un desarrollo en solitario hasta que en 1975 se alió con la empresa de pinturas japonesa Kansai y pasó a denominarse Cros-Kansai. Desconozco qué ha sido de esta empresa. Buscando en internet, he encontrado que la empresa Barnices Valentine SA de Montcada i Reixc tuvo un par de productos bajo la marca Cromotone para la decoración en general de superficies de yeso: Cromotone Insecticida y Cromotone bactericida. Esto significa que esta empresa compró la marca a la anterior.

Como indicaba arriba, la idea de la pintura insecticida viene de lejos. Y fue una idea desarrollada también en otros países. En las imágenes número 5 y 6, se pueden ver dos anuncios franceses de pintura insecticida, uno de 1964 (Magicide) y otro de 1965 (Novemail).

Notas:

[1]  En la época también se vendió con éxito el gato matamoscas.

[2] Anuncio publicitario a modo de artículo publicado en La Vanguardia el miércoles 13 de febrero de 1963, página 16.

[3] La Vanguardia, Sismograma Económico, domingo 12 de octubre de 1975, página 15.

Fig 3. Noticia aparecida en La Vanguardia el viernes 15 de febrero de 1963, página 23.

Fig 4. Anuncio publicado en el periódico ABC el sábado 16 de mayo de 1964, página 90.

Fig 5. Anuncio francés de 1964 de pintura insecticida Magicide.

Fig 6. Anuncio francés de 1964 de pintura insecticida Novemail.

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